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maratón 1/3

3 meses después

NARRA PERRIE

Hoy es mi segundo aniversario con Jade, y Dios, han pasado tantas cosas.

Luego de nuestro "primer beso", me tomó un mes pedirle que sea mi novia. Antes de ese día, eramos algo así como amigas con beneficios, pues nos besabamos cada vez que queríamos y todas las tardes después del trabajo nos juntábamos en algún lugar, ya fuese en su departamento o en el mío, e incluso muchas veces cenabamos juntas. Actuabamos como una pareja normal, pero aún no estábamos formalmente juntas.

Una tarde, se me ocurrió invitarla al London Eye y ahí mismo le pedí ser mi novia. Ella simplemente me besó para luego aceptar. Fue perfecto.

Y el día de hoy cumplimos dos meses de novias. La felicidad no me cabe en el cuerpo.

NARRA JADE

Hoy es mi segundo aniversario con Perrie, ya llevamos dos meses de relación y no sé que regalarle.

Por eso decidí consultar con mis mejores amigas. Así es, arreglé las cosas con Lauren y Camila, ahora todo volvió a la normalidad.

- Tal vez debas comprarle un enorme peluche que ocupe todo el espacio de su cama - propuso Lauren.

- Ya hice eso el mes pasado - resoplé.

- Entonces comprale un enorme chocolate que ocupe todo el espacio de su cama - volvió a hablar la ojiverde.

Camila la fulminó con la mirada y le pegó suavemente en la cabeza. Son demasiado perfectas juntas, pensé.

- Dale algo que signifique mucho para ti, algo que siempre recuerden - ahí está, Camila la romántica.

- ¿Algo cómo qué? - pregunté.

- No lo sé, algo que demuestre todo el amor que sientes hacia ella. Algo que le demuestre lo feliz que te hace - Dios Camila, deberías ser poeta. Reí a causa de mis pensamientos - Ni siquiera tiene que ser algo material.

Eso me dio una buena idea.

- Creo que ya lo tengo - dije más para mi misma que para ellas - Adiós chicas, y gracias por ayudarme. Las amo.

Nisiquera dejé que se despidieran, simplemente corté la llamada y empecé a correr por todo mi departamento buscando el regalo perfecto para mi novia.

NARRA PERRIE

Mi regalo para Jade no era el mejor regalo del mundo, pero si tenía un enorme valor sentimental.

Hace una semana decidí ir a una joyería y comprar dos anillos. No le pediré matrimonio aún, no se emocionen. Estos anillos solo tienen un gran valor y significado.

Ayer acordamos que yo iría por Jade a su departamento y de ahí la llevaría a mi lugar especial, o así es como yo lo llamo.

Mi novia aún no conoce ese lugar, pero resulta ser el pequeño parque abandonado que encontré en mi adolescencia.

Estaba conduciendo hacia el edificio de Jade cuando sentí vibrar mi teléfono, era un mensaje de Jesy. No era nada importante, solo me pedía que por favor usara preservativo. Rodé los ojos, pero aún así no pude evitar soltar una sonora carcajada.

Cuando por fin llegué a la puerta de su departamento toqué el timbre, cuando la puerta se abrió, Jade de inmediato se lanzó a mis brazos y tuvimos una pequeña sesión de besos ahí y en el ascensor también.

- ¿A dónde me llevas? - preguntó por tercera vez en el trayecto.

- ¿Acaso no sabes el significado de "sorpresa"? - pregunté mirándola por unos segundos para luego volver a mirar hacia la carretera.

- No me gusta que me ocultes cosas - se defendió ella, y supuse que estaba haciendo un puchero.

- Ese es el punto de las sorpresas, amor - dije estirando mi brazo para pellizcar su mejilla.

Sentí una enorme sonrisa en su hermoso rostro.

- ¿Qué sucede? - pregunté sonriendo bobamente, como hacía cada vez que estaba con ella.

- Me gusta que me llames así - dijo tomando mi mano y entrelazando nuestros dedos.

- ¿Cómo? ¿Amor? - pregunté juguetonamente.

- Ajá - dijo riendo.

- Pues te lo diré todas las veces que quieras... Amor - ella soltó una carcajada y depositó un tierno beso en mi mejilla.

A pesar de que el tiempo ha pasado, sigo sintiendo esas mariposas en el estómago cada vez que la veo. Cada vez que la beso, siento que el mundo se detiene y que solo somos nosotras. Su sonrisa me hace la mujer más feliz del mundo. Todas esas cosas hacen que recuerde que estoy jodidamente enamorada de Jade Thirlwall.

- Llegamos - avisé aparcando el coche a un costado.

Rodee el auto rápidamente y ayudé a mi hermosa novia a bajar. Como agradecimiento recibí un dulce beso de su parte.

- ¿Qué es esto? - preguntó mientras caminabamos hacia el interior de ese parque.

- Es mi lugar secreto - respondí tomando su mano y entrelazando nuestros dedos.

Caminamos hasta que llegamos a un par de columpios ya bastante oxidados, pero aún así me senté en uno.

- ¿Bebé, eso es seguro? - preguntó la castaña mirando con temor al columpio que estaba vacío.

- Claro que si, amor - me sonrió al escuchar como la había llamado - Bueno, aunque ya no sirven para columpiarse.

Me sonrió con cariño y finalmente se sentó en el columpio restante.

Estuvimos al rededor de veinte minutos ahí sentadas, conversando de cosas sin sentido. Hasta que decidí que era hora de darle mi regalo a Jade.

- Ven conmigo - le dije luego de levantarme y pararme frente a su columpio.

Tomé su mano y la guíe hasta una especie de sendero. Ibamos en la mitad del camino cuando nos detuve. La voltee haciendo que quedaramos una frente a la otra.

- Estos últimos tres meses han sido los mejores de mi vida - comencé a hablar mientras acariciaba su mejilla - Estos tres meses estuve con el amor de mi vida y no hay nada que me haga más feliz en este mundo. Jade, eres la persona más maravillosa que conozco y estoy perdidamente enamorada de ti. Si tuviera que pasar por todo lo que pasamos solo para volver a tenerte, créeme que lo haría sin pensarlo - vi como sus ojos color avellana se llenaron de lágrimas - Eres la persona más importante para mi en este momento y en serio me gustaría pasar el resto de mi vida contigo - saqué la cajita de terciopelo que estaba en mi bolsillo - Quiero que esto - agité un poco la cajita - sea una promesa... Prométeme que, aunque tengamos miles de discuciones, vamos a afrontarlo y arreglarlo. Promete que pase lo que pase me seguiras amando - abrí lentamente la caja revelando el anillo de plata que había comprado para ella - Porque vamos a pasar por altos y bajos, Jade, así son todas las relaciones, pero quiero estar segura de que siempre estaremos juntas, no importa que la vida nos ponga obstáculos, nuestro amor siempre será más fuerte que eso - a ese punto, las lágrimas bajaban libremente por las mejillas de mi novia - Te amo, te amé y te amaré por siempre Jade Thirlwall.

Puse el anillo cuidadosamente en su dedo índice. Luego ella se lanzó a mis brazos y susurró un montón de "Te amo" mientras dejaba pequeños besos en mis labios.

Love me baby, please IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora