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- Entonces Jade... ¿Cuando empiezas a trabajar? - preguntó James en medio del almuerzo familiar que estaban teniendo.
La castaña bebió un poco de su copa de vino antes de responder.

- El Lunes - respondió con una enorme sonrisa que demostraba su entusiasmo por volver a laborar como psicóloga - Estoy muy emocionada. Me han dicho que es un lugar bastante prestigioso.

- Eso es genial hermanita - dijo el castaño con una sonrisa de orgullo. Luego siguió con su tarea de alimentar a la pequeña Ava.

El almuerzo transcurrió normal, hablaron de todo un poco. Todos parecían estar contentos de estar juntos como familia, como hace tiempo no hacían.

NARRA JADE

Luego de ese fantástico almuerzo, tuve la idea de ir a un parque de diversiones con mis pequeños sobrinos. Así James y Margaret podrían estar libres un rato. Ellos aceptaron la idea con la condición de que los cuidara como si fueran mis hijos.

Llevaba a la pequeña Ava en un brazo y a Joe de la mano. Ambos habían tomado confianza conmigo, y nos llevábamos de maravilla. Ya me convertí en la tía cool de estos pequeñines.

A decir verdad, no daban ningún problema, eran muy tranquilos, así seria más fácil para mi.

Empezamos por los juegos para niños pequeños. Había uno con una pistola de agua, y tenías que darle a una rana de juguete que se movía de un lado a otro. Joe quiso jugar a ese así que lo dejé. Se ganó un pequeño peluche de Iron Man, y él estaba más que feliz con eso.

Y así pasamos toda la tarde, nos subímos a todas las atracciones del parque y no parábamos de reír. De seguro más de alguno pensó que eran mis hijos, ya que teníamos facciones bastante similares. Parecíamos una familia feliz. Y eso aumentó mi deseo de formar mi propia familia en un futuro.

NARRA PERRIE

Luego de ver tres películas, decidí que era demasiado encierro por un día. Invite a mi amiga a un parque de diversiones no muy lejos de ahí. Nos subimos a la mayoría de las atracciones, menos a la montaña rusa, me dan mucho miedo.

Íbamos caminando tranquilamente, cada una con un helado de crema que compramos en un carrito. Pero de la nada vi a una chica que se me hacía bastante familiar. Era Jade...y estaba con sus ¿hijos?

Sentí que el aire no estaba llegando a mis pulmones por lo que mi respiración se volvió entrecortada. Jesy se percató de esto, por lo que tomó mis manos y me dirigió a un lugar apartado del parque. Ahí me hizo algunos ejercicios que me ayudaron a controlar mi respiración. Luego de un rato logré calmarme por completo.

- Ya van tres esta semana, Perrie - murmuró mientras caminábamos de vuelta al parque.

- Lo sé... Lamento hacerte pasar por esto Jesy - me disculpé bajando la cabeza. Me sentía culpable, ella no tendría por qué aguantar estas situaciones.

- Hey - dijo parándose frente a mi para que la mirara - No tienes que disculparte, no es tu culpa que te ocurra esto ¿ok?... Además, para eso están las amigas.

Le sonreí débilmente y la abracé. En serio tenía suerte de tener a esta mujer en mi vida.

Nos dirigimos a mi auto, y emprendimos camino hacia su hogar. Gracias a dios no preguntó nada acerca de lo que había pasado minutos antes. Fuimos escuchando música todo el camino lo que hizo que el ambiente se volviera menos tenso.

Luego de unos veinte minutos, estábamos frente al edificio en el que vivía Jesy.

- Adiós Perrie - se despidió mientras abría la puerta del copiloto.

- Adiós Jesminda - dije. Ella me fulminó con la mirada, odiaba que la llamara así.

- Cuídate ¿si? - dijo antes de bajar del auto y dirigirse a la entrada del enorme edificio.

Cuando llegué a mi hogar, Hatchi me recibió como siempre. Lo tomé en mi regazo y me dirigí a mi habitación. Ya ahí, me bote en la cama, aún con el perro en brazos, y cerré los ojos. No quería dormir, no tenía sueño. Pero quería pensar y asimilar todo lo que vi en ese parque de diversiones.

Millones de preguntas rondaban por mi cabeza... ¿Acaso Jade estaba casada?¿Se habrá mudado a Londres, o solo estaba de visita? ¿Esos pequeños eran sus hijos? ¿Ya habrá olvidado todo lo que pasó hace ocho años? ¿Se acordará de mí?

Le di mil vueltas al tema, y aún no encontraba respuestas. No dormí mucho esa noche.

Love me baby, please IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora