Capítulo 4

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Tras eso los tres salen de la habitación de Ana dejándola sola sufriendo los efectos del estro, a los pocos pasos alejados de la puerta donde se encuentra Ana Aszar mira de reojo a Chash y comenta:

-No estoy convencido de que lo mejor sea que venga Zorth, yo creo que solo está enferma.- Aprieta su gesto mientras pregunta:-¿Para qué eran esas preguntas?

-Sobretodo para saber si Zorth lo había hecho a la fuerza o había sido consentido, aunque dudaba que hubiera sido a la fuerza manchando con ello su orgullo de macho ya que para los reptilianos eso nos es muy importante me tenía que asegurar ya que hay de todo en este universo,-contesta mirando al frente, mira al comandante de soslayo informando:-Puede tomarlo como una enfermedad si quiere pero solo tiene una cura, esencia reptiliana.

-¿Esencia reptiliana o la esencia del comandante Zorth?-Pregunta Trei curioso.

-En principio cualquier esencia de Alfa es suficiente para calmar los síntomas pero solo desaparecen cuando culmina en acto sexual con el mismo que le comparte su esencia, por eso necesita a Zorth. Aunque...-Mira hacia arriba pensando y dice:-Si otro alfa la muerde puede culminar con él y al llegar a su clímax finalizar el ciclo del estro hasta la próxima.-Sin previo aviso Aszar lleva su mano al cuello de Chash y le estampa contra la pared preguntando furioso:

-¡¿Qué estás proponiendo?!¡No te acerques a Ana!-El reptiliano sin aliento lleva sus manos asustado a la que le mantiene preso contra la pared.

-¡Comandante!-Exclama alucinado Trei observando la situación.-¿Cree que es bueno para nosotros tratar así al cooperante? No deja de ser un diplomático,podría traernos problemas con... ¡Sistemas enteros!-Aszar gruñe molesto y le suelta diciendo sin siquiera fingir sinceridad en su disculpa:

-Lo siento, me dejé llevar.-Chash recuperando el aliento con una mano en el cuello y asistido por Trei mira a Aszar y declara:

-Tiene suerte que los reptilianos seamos posesivos con nuestras hembras y puedo tomar este ataque por lo que es, celos.-Incorporándose manifiesta serio:-Pero aunque usted sea el comandante de esta flota, dueño de esta nave,-señala el emblema de su pecho que son tres espirales unidas,-no formo parte de Albus Strigidae, estoy por encima.-Irguiéndose pide serio:-No lo olvide.-Haciendo gestos a Trei de que esta bien explica manteniendo su severidad:-Mis ordenes vienen directamente de la directiva de la Coalición Galáctica y yo los informo directamente a ellos, y aunque usted tirase de sus hilos dentro de la Coalición, le recuerdo que tengo posición dentro de la Federación de Galaxias Unidas por lo que aunque esta nave sea suya puedo hacer que se la requisen y se la entreguen a alguien más sensato como por ejemplo a Trei.-Ambos se sorprenden ante su declaración.

-No...no creo que haga falta llegar a ese extremo,-comenta tenso el comandante.

-Pues le rogaría que controlase sus impulsos ya que en poco rato me ha apuntado la cabeza con una pistola y casi ahogado con una mano. Luego los salvajes somos los reptilianos.-Se guarda las gafas en una pequeña caja de su cinturón comentando:-Mire, como veo que no me va a creer vayamos a ver a un médico, pero a uno reptiliano por que todos los demás no entenderán que pasa. De hecho es así ¿verdad?No saben que la pasa.

-Así es, dicen que está sana, no entienden sus síntomas ni el porqué de su desmayo.-responde Trei.

-Ya le digo yo la causa del desmayo, estaba hiperventilando excitada ¿Me equivoco?-pregunta mirando a Trei, este menea la cabeza y mirando al frente responde serio:

-Ni un ápice.

-Esta bien,-dice Aszar parando el paso.- Pues vayamos a ver al doctor Nahash, es el que atiende a los presos y reos reptilianos, además de que es de los pocos primeros reptilianos miembros de la Coalición Galáctica.

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