2

572 50 81
                                    

—Braeden pasa. —sentenció Grayson, el chico de los tatuajes.

—Braeden siempre pasa, Grayson. —especificó Asaf. Su voz ya no se oía del todo divertida—. Siempre.

Grayson rodó los ojos y negó, como si eso de Braeden siempre pasa no fuese lo que realmente pasara. Repasé en mi mente que Dallas era el pelirrojo de gafas y un piercing, Boston el castaño con ojos clarísimos y Grayson el pelinegro tatuado para que no se me olvidara.

Asaf movió la mano impaciente para que se pusieran a hablar de una vez. Ninguno de los tres reparó en que yo estaba de pie justo allí, detrás de Asaf.

—Braeden se está follando a la novia de Drew. —respondió Boston antes que Grayson.

Boston también era bastante directo, casi como si le fuese imposible guardarse cualquier comentario. Se me hizo que era del tipo de chicos que con sólo palabras podía empeorar cualquier situación que se propusiera.

Ahora bien, la pregunta era: ¿Quién demonios es Drew? Bueno, ni siquiera sabía quién demonios era Braeden.

—¿Debería impresionarme? —demandó Asaf, indiferente—. Ustedes, más que nadie, saben cómo es Braeden. Es su problema. Y el de Drew.

—¿Problemas de un follador compulsivo de veinte años? Sí, yo también les dije algo así. Joder, Braeden nunca para. ¿Cuándo lo entenderán? —comentó Dallas, tomando asiento en el mismo puesto que lo vi la última vez.

—¿Me reclamas que no entendí literatura inglesa y tú no entiendes que esto es más grave que sólo Braeden siendo Braeden? —Boston pareció indignado. Gruñó y empezó a dar vueltas por el comedor—. No puedo creerlo. Drew ama a esa chica. Sería capaz de matar a mi hermano y escribir un puto libro sobre eso. —admitió, en una cosa que pintó exagerada.

—Ya basta. —zanjó Asaf, obstinado—. Lo resolveremos luego, pero no entraremos ahora y sacaremos desnuda a la novia de Drew. —hizo una pausa, en la que notó algo—. Aguarden, ¿Cómo saben que es ella?

Grayson habló esta vez:

—Porque Braeden y yo compartimos pared. Y desde mi habitación escucho perfectamente que Clara gime. Y mucho. —se llevó las manos a la cabeza. Ese movimiento hizo que la camiseta se le pegara al cuerpo y delatara que tiene más tatuajes sobre el torso—. Qué puto asco, Braeden es un asqueroso. ¿Cómo puede gustarles a las chicas?

—Drew tampoco es tan diferente a mí, Grayson. —dijo una voz diferente. Un chico sin camiseta entró en la cocina. Le dio una palmada en la nuca a Boston, que se quejó, y esbozó una sonrisa maligna cuando me vio—. No sabía que teníamos visitas.

Él tenía casi el mismo rostro de Boston, sólo que su cabello castaño era más rojizo y sus ojos un poco más oscuros, pero aún claros. Fue el único que notó que yo estaba ahí.

—Braeden. —lo llamó Boston. Eran igual de altos, tenían el mismo cuerpo y yo que no los conocía lo suficiente, me pareció que la voz también era similar—. Pero, ¿Qué demonios te pasa?

—¿Qué? No intentaba ligar con nuestra visita. Por ahora.

—Boston no habla de eso. —agregó Dallas—. ¿Dónde está Clara? Sabes que es la novia de Drew. ¡Él se fue a su jodidamente aburrido club de lectura y tú no aguantas y te tiras a su novia! ¿Ves cómo eres? Incontrolable. Debería darte vergüenza. Capullo.

Asaf y la alerta auxilioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora