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Pequeña nota: hoy llegué temprano a esto :) ¿Qué tal te va pareciendo la historia? ¡Gracias por votar!

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Drew daba miedo cuando se molestaba. Su mandíbula estaba tensa y daba la impresión de que rechinaba los dientes. Sus ojos, grandes y verdes, sólo ayudaban a exagerar más su expresión.

Pasó lentamente su intensa mirada de mí hasta clavarla en Travis. Frunció aún más las cejas.

—Espero no tener que preguntar, Paige. —me dijo, mirándolo.

Travis pareció bastante impasible, observándolo con una media sonrisa simpática.

—Pues hacíamos cosas de clase —mencioné, extrañada por la repentina mala bienvenida contra Travis—. Es mi compañero en algunos trab...

—¿Asaf sabe que está aquí? —me interrumpió, señalándolo de mala maneras.

—A ver, Drew, no lo trates así —me ardieron las mejillas, avergonzada. Traté de calmar la situación—. No te hemos molestado. Sólo vino para estudiar.

Drew me miró un segundo, como si me preguntara si de verdad acababa de decir eso, y volvió a ver a Travis de mala gana, casi despectivo.

—Sí, seguro que sólo para estudiar. —murmuró, nada convencido.

—Paige, no te preocupes —Travis puso una mano en mi hombro para tranquilizarme—. De todas formas ya tenía que irme.

Cuando Travis se metió de nuevo en mi habitación para buscar sus apuntes, Drew y yo tuvimos una corta guerra de miradas. En todas traté de mandarle el claro mensaje de que tenía que relajarse, pero él las ignoraba.

Al cabo de unos segundos, Travis estuvo de vuelta y Drew y yo hicimos como si nada.

—Si hay mucho problema, siempre puedes ir a mi casa. —agregó Travis antes de salir del cuarto.

—Cómo no —Drew se apartó del pasillo para que Travis se fuera. Lissie dejó su escondite tras Drew y se miraron—. Acompáñalo hasta la puerta, no vaya a ser que se lleve un recuerdo de su visita.

Lissie le indicó el camino a Travis y él, amablemente, se apresuró en seguirla. Casi parecía que todo aquello no le había afectado en nada.

Una vez desaparecieron, me giré en seco hacia Drew, tomé un puño de su camiseta y lo arrastré hasta mi habitación. Pasé el pestillo a la puerta y me crucé de brazos.

—No te vas de aquí hasta que me digas qué demonios fue todo eso.

—Todo eso fue porque él no puede estar aquí, en esta casa —también se cruzó de brazos—. Tienes suerte que haya sido yo a quien le avisó Lissie.

—¡Ja, suerte! —solté una risita irónica—. Suerte tendré yo si Travis quiere volver a trabajar conmigo después de tu escenita, idiota.

—¡¿Me dices idiota a mí?! —se señaló a sí mismo, indignado—. Se nota que no tienes idea de quién es Travis Parisi.

Solté un gruñido y empecé a caminar por la habitación, frustrada. Drew relajó la expresión, respirando hondo, y me siguió con la mirada, sabiendo que preguntaría.

—¿Qué es lo que les molesta tanto?

Estaba harta del rumor de lo mucho que los chicos lo odiaban a él y a los suyos. Estaba casi segura de que sería más fácil de entender de lo que pensaban. Y también me parecía que, muy en el fondo, sería una tontería.

Algo como una competencia estúpida de fraternidades, ya sabes.

Travis no había demostrado ser una mala persona y ni siquiera había hablado de los chicos en ningún momento aunque sabía que vivía con ellos.

Asaf y la alerta auxilioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora