Asaf y la alerta auxilio

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Nota: hey, disculpen la tardanza. Con los problemas de Wattpad y otros personales, me tardé en actualizar. Oh, y gracias por votar y las mil lecturas, es muy importante para mí💜. Me divierto escribiendo.

Pregunta rápida: ¿Tienes preferencia por alguno de los chicos? Yo puede que sí muajajja.

Ahora sí, ¡a leer! :)

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En resúmen, lo del programa de Susan no salió bien. En todas las entrevistas trató de hacernos quedar mal ante las cámaras, pero por suerte lo supimos llevar.

No me parecía mal que todos supieran que los chicos —más que chicos con dinero—, eran personas normales. Iban a la universidad, muchas veces eran un desastre y tenían sentimientos, aventuras y cosas características. Pero el problema era que, para Susan y su audiencia, no era del todo así.

Daba mucha más fama exponer chicos normales que sólo se divertían, de eso no había duda.

Lo bueno es que se marcharon tan pronto como forcé a su equipo a terminar con el episodio de hoy más temprano de lo previsto. Cerré la puerta principal, aliviada. Ya venía siendo hora. Su presencia durante la tarde fue suficiente como para no querer verles en mucho tiempo.

Vamos, porque los chicos prestaron la casa, su tiempo y se arreglaron para una entrevista decente —sí, ellos, que iban a clases en pijama y vestían suéteres para eventos importantes—.

Volví al salón un momento después y los ví a todos de pie, uno junto a otro. Me miraban tan extraño que me detuve, frunciendo el ceño.

—¿Es buen momento para decir que me están asustando?

Todos se acercaron con rapidez y me rodearon en un abrazo asfixiante cuando Asaf les hizo una seña. No dejaron de agradecerme e insistir en que —ahora, mucho más que antes— era parte de su familia.

Y eso me ponía muy feliz, a decir verdad. Era realmente importante para mí que lo dijeran.

Asaf trajo cervezas de la cocina y nos sentamos en el suelo del salón, recostados de las paredes durante el resto de la noche, mientras hablábamos de la cara de sorpresa de Susan al final del programa.

—Le costará retomar su reputación —aclaró Boston con una mueca—. Después de todo lo de hoy, su rating bajará.

—Lo tiene merecido —insinuó Braeden.

—Hollywood es cruel, pero justa —agregó Dallas, con la sombra de una sonrisa.

—Ahora tendré que hacer campañas activistas en verano —se quejó Asaf—. ¿Ustedes sabían que sigue existiendo la pobreza en...?

—Ni lo digas —lo cortó Benedetto, alzando una mano.

Asaf bufó y se enderezó, pegándose más a mí. Grayson, del otro lado del salón, nos miró con el ceño fruncido, en silencio. Parecía extrañado.

—Como sea —habló Asaf, de nuevo—. ¿Alguno me acompañará? Ni siquiera sabía qué era activismo hace algunas horas.

—Suena interesante —mencioné, compartiendo una sonrisa con él.

—Conmigo no cuentes —Benedetto se negó—. No tengo tiempo para actividades sociales.

—Tienes dieciséis años —inquirió Drew, como si fuera razón suficiente para tener tiempo de sobra.

—En mi trabajo no existe el verano.

—Yo puedo ir —Dallas se ofreció, captando nuestra atención—. Necesito buena imagen.