Golden (Harry Styles)

2.

Capítulo 2.

Hoy es domingo 8 de julio, por fin me despierto sin la alarma, pero eso no significa que no tenga cosas que hacer. Desayuno como siempre, rápido. Necesito deshacer las maletas e ir a comprar algo para subsistir, tengo muy claro que voy a echar de menos la comida de mi madre.

Dedico la mañana a deshacer mi maleta hasta que encuentro un sobre lleno de dinero, lo abro.
"Hija probablemente no me he podido despedir de ti, ya sabes que siempre estoy hasta arriba de trabajo. Buena suerte en Londres. Estoy orgulloso de ti. Te quiero"

No me enfado con el, entiendo que cada uno tiene sus problemas, y el de mi padre es el trabajo. Desde que mi hermana y yo éramos prequeñas mi padre se ha dedicado a trabajar para que ambas tengamos todos nuestro caprichos, así que no puedo estar más agradecida por los sacrificios que ha hecho.

Una vez que he guardado el dinero en un sitio seguro, me visto con unos vaqueros y una camiseta de tirantes básica y salgo de casa en busca de un supermercado. No tardo mucho en encontrarlo y cuando entro aspiro fuerte. Antes he hablado de que cada uno tenía sus problemas; este es el mío, tengo una extraña adiccion a los supermercados, me pasaría el día mirando los artículos, comparando precios, leyendo los ingredientes...
En fin, intento ir a por lo básico: gel, champú, pasta, fruta, algo de verdura... hasta que paso por al lado de las patatas en bolsa. Como no, cojo hasta las que no he probado. Intento cerrar los ojos hasta llegar al carro para meter todas las bolsas que he cogido en el, pero algo no me lo permite.
-ay ay! Lo siento mucho de verdad no iba mirando.-digo mientras intento limpiar el desastre que he creado. Le he tirado un bote de zumo de naranja natural a este chico.
-tranquila, a todos nos puede pasar. Además yo tampoco iba muy atento.-mientras el chico habla yo intento limpiar con un pañuelo, creo que usado su camiseta. Lleva una gorra bastante vieja vaquera, una camiseta vintage y unos pantalones de tiro alto muy anchos, a quien le voy a engañar, me recuerdan a mi abuelo. Aún así me parece muy bohemio, me gusta.
-Bueno ha sido mi culpa así que te voy a volver a comprar ese zumo natural.- cuando le miro a la cara le reconozco, es Harry Styles, que suerte la mía.
-no voy a permitir que me compres un zumo, tengo dinero para comprarme otro.- niega con la cabeza mientras me lo dice, vaya, que chico más testarudo.
-No, te lo voy a comprar yo. Venga, dime donde lo has comprado que también quiero uno para mi.- le intento convencer. Parece que funciona porque mueve la cabeza a modo de asentimiento y empieza a andar.
No hablamos, es un silencio muy incómodo. Hasta que abro mi gran boca.
-te he reconocido.-afirmo mientras le cojo del brazo.
-Entonces ¿por qué no me has pedido un autógrafo?
-prefiero primero comprarte el zumo que te debo y luego te pido un autógrafo, seguro que me saco un dinero de Amazon.-intento hacer la broma, parece le que hace gracia porque veo una pequeña sonrisa atravesar sus labios.
-no eres de aquí.-intenta cambiar de tema.
-observador. Soy de España, me he mudado para aprender inglés.
-¿Para aprender inglés?-se extraña.
-Me gradué en magisterio con mención en inglés y siento que tengo que mejorar en mi y en mi inglés antes de dedicar mi vida entera a eso.-intento aclarar.
-vaya, es interesante. Nunca lo había escuchado. Es muy valiente por tu parte.-me sonrojo cuando dice eso.
-¿tu que haces por aquí?-intento cambiar de tema.
-comprar.- intento bromear. Entiendo que quiere escurrir el bulto así que no insisto. Además, estamos al lado de la máquina de zumos.
Cojo una botella para mi y otra para el y las relleno. Le pago a la dependienta por ambas y le ofrezco la suya.
-ha sido un placer conocerte, espero que te vaya todo bien.- me despido.
-si, adios.-dice pensativo.
Nos damos la mano, cojo el carro y me voy, tengo que contárselo a mis amigas inmediatamente. Mientras voy pensando en mis cosas me dirijo a pagar pero no me doy cuenta de que una señora estaba delante mío y choco el carro contra ella.
-lo siento muchísimo señora.-digo mientras le cojo de los hombros y me miro a los ojos.
-no te preocupes niña, se nota que no lo has hecho apropósito. -vaya, que agradable señora.
Después de pagar, me dirijo con mis 5 bolsas a la salida. Hasta que escucho una voz hablarme.
-no he sido el único suertudo que se ha chocado contigo hoy.- ay no, otra vez que hago el ridiculo.