Golden (Harry Styles)

26.

Capítulo 26.

Es increíble como aunque nos encontremos a mediados de septiembre las temperaturas en Londres son tan bajas. Es probable que si estuviese en España, estaría tomándome una cerveza con limón junto a unas pipas con mis amigas de toda la vida, probablemente pensando en la siguiente fiesta a la que iríamos y hablando de nuestros ligues. Pero no me encuentro en España, y las circunstancias han cambiado más de lo que pensaba; en vez de estar en un bar, me encuentro en una cafetería y en vez de estar con mis amigas, estoy con mi novio y lo más sorprendente es que es Harry Styles, uno de los cantantes más famosos del momento y sobre todo, una de las mejores personas que he conocido en mi vida.

-Rosita amor.- me despierta de mi ensueño.- el vuelo a Copenhague es bastante barato.- dice mientras señala a mi ordenador.
-¿Has estado alguna vez?
-He actuado ahí en más de una ocasión pero con todo lo de la banda nunca he podido estar de turista.-asiente repetidas veces mientras me lo explica.
-Podemos ir la semana del 31 de Octubre, yo tengo vacaciones en el colegio.-le propongo después de mirar las diferentes fechas de disponibilidad.
-me parece bien, creo que Jeff quería poner unas entrevistas en la radio esa semana pero puedo pedir que se hagan por videollamada.- me explica mientras mira fijamente al ordenador.
-Podemos mirar más fechas si quieres cariño.- le cojo de la mano que tiene encima de la mesa para darle a entender que no me importa seguir buscando.
Harry me responde con una sonrisa y se acerca a darme un beso mientras murmura que le da igual. No dura mucho el beso pero desde luego a mi se me olvida hasta lo que estábamos haciendo, me sorprende como este hombre puede ser tan increíblemente bueno en todo.
-Se me está acabando la bebida, vete a pedir que nos lo rellenen mientras yo cojo los asientos.- me pide mientras me tiende la taza donde estaba tomando un café.
Asiento y me levanto para dirigirme al mostrador donde un sonriente camarero me está esperando.
-¿le sirvo otra, señorita?
-Si, muchas gracias.- le tiendo las tazas.- un chai latte y un café solo largo, por favor.
-En seguida lo tienes, guapa.- me coge las tazas y se retira.

Unos minutos más tarde, el mismo camarero se acerca con los tazas nuevas humeantes.
-Gracias.
-Que aproveche.- Me sonríe ampliamente.
-Gracias.- le vuelvo a repetir mientras le devuelvo la sonrisa.

Pago lo necesario y le vuelvo a agradecer su servicio. Cuando me siento al lado de Harry y le tiendo la taza, me pongo a reír histéricamente.
-¿Qué ha pasado?- me pregunta confuso mientras frunce el ceño.
-Creo que le he agradecido al camarero hasta por respirar.- paro de reír y me seco las lagrimas con una servilleta.
-¿Tantas veces le has agradecido?- sonríe.
-Soy una mamarracha.- niego con la cabeza y ambos rompemos a reír.

Después, Harry me informa de que ya ha cogido los vuelos y me comenta que Jeff nos puede ayudar a buscar un apartamento discreto para pasar nuestras pequeñas vacaciones. Cuando terminamos de concretar todos los detalles, nos dirigimos a mi casa donde Hector nos saluda efusivamente. Dejamos nuestras cosas en mi habitación y nos sentamos en el sofá, como no, mi perro se pone en el medio de los dos.

Harry está demasiado entretenido con el móvil, probablemente hablando con Jeff con lo cual yo me dedico a acariciar a Hector mientras le susurro lo buen chico que es. Más tarde, es Harry el que rompe el silencio.
-El 6 de noviembre voy a estar en Saturday Night Live.- me dice totalmente ilusionado y con la sonrisa más grande del mundo.
-¡Eso es una pasada!.- me tiro a abrazarle sin pensar que tengo a Hector en el medio.
-No sólo voy a actuar, sino que encima voy a tener que presentar el programa.
-Y lo vas a hacer increíblemente bien, como todo lo que haces.- le doy un beso.- estoy muy orgullosa de ti.
-Podrías venir conmigo.- propone dudoso.
-Harry cariño es un poco difícil, yo también trabajo.- le intento explicar de la forma más calmada que puedo.
-Ya, es que siempre es lo mismo.- se separa de mi para levantarse del sofá.
-¿A qué te refieres?- le pregunto frunciendo el ceño.
-Siempre que intento que estes en algo importante para mi es la misma excusa.- murmura frustrado.
-Harry entiendo tu frustración pero soy profesora, y mi trabajo es mi vida.- intento razonar con el.- no puedo simplemente cogerme unos días libres para ir a ver a mi novio a Estados Unidos. Priorizo mi trabajo al igual que tu priorizas el tuyo, porque son nuestras vidas.
-Yo si dejaría de hacer ciertas cosas para ir a verte, a donde sea.- se que se está enfadando por sus movimientos corporales, los cuales son cada vez más bruscos.
-Harry amor, estamos muy alterados ahora.- le intento calmar.- te voy a hacer un chocolate caliente y te voy a dejar tranquilo un rato. Cuando te lo tomes hablamos más calmadamente con las ideas más claras.
Harry asiente ante mi propuesta y de vuelve a sentar en el sofá. Una vez que se ha sentado en el sofá toma una respiración muy grande y Hector, en seguida se acerca para calmarlo.

Yo me dirijo a la cocina donde caliento dos tazas de leche, también saco el cola cao que había traído de España, y le echo dos cucharadas a cada taza.

-Toma, bébetelo con cuidado.- le ofrezco una de las tazas.
-No entiendo como puedes mantener la calma en este tipo de situaciones y estar tan racional.- murmura con cierta culpabilidad en su voz.
-Ya te he dicho que entiendo tu frustración y es totalmente normal.- le acaricio la espalda.- no habré podido estar en la grabación de Adore you, ni voy a poder estar en SNL, pero te prometo que si tienes cualquier cosa y tengo esos días libres, haré todo lo que pueda para ir contigo.
-Tampoco quiero que centres tu vida en torno a mi, eso es muy tóxico.- por fin se digna a mirarme a los ojos, para decirme esas palabras tan duras.
-No estoy centrando mi vida en torno a ti, chico narcisista.- intento bromear.- estoy apoyando a mi pareja en fechas que el considera importantes, y créeme lo hago con mucho gusto.

Ambos nos pedimos perdón por alterarnos tanto y por no hablar desde el principio como personas adultas. Pasan unas horas y Harry se dedica a darme todos los mimos y atención que quiero pero más tarde, se va a su casa ya que al día siguiente tengo que trabajar. Aún así, antes de irse, me recuerda lo importante que soy para el y todo lo que me aprecia.

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¡Hola! Se que estoy muy desaparecida pero es que es verano y me paso el día en la playa y tomando cervezas en terrazas con mis amigas (con distancia de seguridad, claro).

¿Qué tal estáis vosotras? Espero que ya estéis de vacaciones aunque se que en España acaba de empezar la selectividad...

¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Quien creéis que tenía razón?

Como siempre, os leo.