Golden (Harry Styles)

25.

Capítulo 25.

Después de la interrupción Harry desaparece con Mitch para hacer unos margaritas, aunque en seguida vuelve a aparecer a mi lado para seguir hablando.

-Tendría que haber traído a Hector, le encantaría tu jardín.- inicio otra vez la conversación.
-¿Hector?- pregunta Mitch un poco confuso, además le cuesta pronunciar bien el nombre.
-Es el perro de Rosa y Lola, su amiga.- le informa Harry.- es el perro con más personalidad que he visto en mi vida.- niega con la cabeza mientras sonríe.
-Es un golden retriever, mira.- no tardo en sacar el teléfono para enseñarles fotos de mi hijo, como una madre orgullosa.

-¡Dios mío es monismo!-grita Sarah al ver la foto.

Todos sonreímos ante el comentario de Sarah, incluso Mitch lo hace, lo cual hace que Harry sonría más. Tienen una amistad bastante compleja la verdad, son los dos totalmente diferentes y tienen una química increíble.
-Pensaba que a Harry le gustaban mas los gatos- murmura Sarah mientras me pasa el móvil.
-Oh dios...- ruedo los ojos mientras me río, aunque veo a Harry ponerse serio y mirarme indignado.
-¡Lo he intentado!- grita enfadado, aunque se le escapa una risa que le deja totalmente en evidencia.-no cede nunca, en esta relación es ella la única que toma las decisiones.
-¿Relación?- se une Jeff a la conversación, al igual que Glenne y Kid.

Miro a todos los lados intentando cambiar de tema, ya que no hay nada más que me incomode que hablar sobre estos temas con gente que no conozco, y más con los amigos de Harry.

-¡Bueno!- suspiro demasiado alto, dando a entender que el tema me incomoda.-¿Habéis pedido algo para cenar?
-Habíamos pensado en pedir comida china.- me informa Kid.-¿Te gusta?

Harry y yo asentimos a la pregunta de Kid y Jeff se levanta para pedir la comida. De mientras, empezamos a hablar del disco de Harry, o más bien, Kid empieza a contar anécdotas de la grabación del disco.
-¿Os acordáis cuando después de comer setas Harry pensaba que había visto un hada y se tiró por la ventana intentando cogerla?
-¿Estas en serio?- pregunto riéndome, aunque a la vez preocupada.
-Es verdad.- continúa Harry con la historia.- me mordí un trozo de lengua, empecé a sangrar muchísimo. Creo que ha sido lo más doloroso que he hecho en mi vida.
-Madre mía... ¡Estáis locos!- comento mientras le intento abrir la boca a Harry para ver el trozo que le falta.
-Pero no fue del todo malo.- intenta hablar como puede con la boca abierta.- ahora ya no ceceo cuando estoy muy cansado.

Escucho a Mitch y Sarah reírse ante mi preocupación, lo cual hace que el resto también se ría y yo me sonroje como nunca lo había hecho. Miro a mi alrededor para ver si hay alguien que no se esté riendo pero no encuentro a nadie, así que me limito a hacer un puchero, el cual Harry no tarda en besar.
-No, tienes que tener más cuidado con las drogas.- me cruzo de brazos como una niña pequeña y sigo haciendo el puchero.
Todos vuelven a reírse ante mi reacción tan infantil y Harry me rodea con los brazos para abrazarme y me susurra al oído mientras me da pequeños besitos que ya había pasado y que no se había hecho daño.

Un poco más tarde llega la comida y nos limitamos a comer y seguir bebiendo los margaritas que Mitch y Harry habían preparado anteriormente. Al final de la noche, nos quedamos Harry y yo recogiendo junto a Sarah y Mitch.

-Gracias por haber venido, Rosa.- me coge Sarah de la mano en forma de despedida.- tenemos que quedar algún día para comprar o ir de paseo con Hector.
-En cuanto se me ocurra algún plan divertido te aviso.- me acerco a darle dos besos.
También me despido de Mitch, diciendo que ha sido un placer conocerme y que espera que Harry y yo duremos.

A la mañana siguiente, los preciosos ladridos de mi perro y sus arañazos en mi puerta nos despiertan.
-Rosa por favor, apaga a tu perro.- me pide Harry mientras se pone una almohada en la cabeza.
-Claro que si, corazón.- me levanto para ir al baño.-ahora le mando un WhatsApp para que se calle.

Después de salir del baño, me encuentro con Harry en la misma posición, así que abro la puerta y Hector no tarda ni un segundo en subirse a la cama y empezar a darle lametazos a Harry en la cara.
-Hector tio, te huele fatal el aliento.- lo intenta apartar con el brazo como puede, pero es demasiado efusivo mi perro.
-Hector bonito, vamos a desayunar.- le hablo mientras espero a que salga de la puerta y deje tranquilo a mi novio.

Ambos bajamos las escaleras para desayunar, también le sirvo a Héctor y más tarde,  nos tumbamos en el sofá para no hacer nada. No estamos con resaca pero definitivamente, se nota la edad.

Estamos en el sofá tranquilamente un rato hasta que me empiezo a aburrirme y me empiezo a mover incómoda.
-¿Puedes parar de ser un culo inquieto?- me pregunta Harry con los ojos cerrados.
-O podríamos jugar a un juego.- le propongo yo.

No dejo que me responda, simplemente me siento a horcajadas de el y tiro de los pelos de su pierna.
-¿Par o impar?- le pregunto con una sonrisa pícara.
-Me has hecho daño, pequeña z...- no le dejo terminar porque le vuelvo a preguntar a ver si he cogido un numero de pelos par o impar.
Harry niega con la cabeza mientras sonríe, desde luego no quiere jugar a este juego. Por eso, me da la vuelta y es él el que está ahora a horcajadas de mi.
-A veces no entiendo como te puedo aguantar tanto tiempo.- me susurra cerca de la boca.
-Porque me aprecias muchísimo.- digo riéndome.
-Mas de lo que piensas.- dice mientras me da un beso.- me encantas.

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¡Hola! I'm back

¿Qué tal estáis? Espero que hayáis podido ver ya a vuestras familias y amigos. Yo estoy intentado pasar el mayor tiempo posible con ellos.

¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Os gusta Hector tanto como me gusta a mi? Os leo.