Capítulo 27.
Los momentos de tranquilidad son mis favoritos, sobre todo cuando esa calma nos la transmite la gente que la apreciamos. Este tipo de momentos, los aprecio y os guardo siempre en un lugar muy especial en mi corazón, donde se que siempre van a estar a buen recaudo. Estoy tumbada en el sofá de mi casa, Harry me está acariciando las mejillas y yo le acaricio la cabeza a Hector, el cual está medio adormecido. Todos estamos en silencio, y de fondo, de una forma muy sutil tenemos puesto el disco de Rubber Soul de los Beatles. Es como si estuviésemos en una cadeneta de amor, donde las caricias valen más que cualquier palabra.
Nos quedamos en la misma posición durante un poco más de tiempo, hasta que Harry para sus caricias y de forma simultánea, yo paro de acariciar a Hector para poder ver que pasa.
-¿Me llevarás al aeropuerto?-me susurra cuando me acerco más a su cara.
-Claro, te vamos a echar muchísimo de menos.- acorto la distancia que nos queda para darle un abrazo, y me quedo en esa posición durante un rato más.
-Hace poco Sarah y Mitch fueron a un lago, donde se puede llevar a animales, podríamos llevar a Hector.
-Podemos ir hoy.- me encojo de hombros.- no tenemos nada mejor que hacer.Ambos asentimos y nos levantamos para cambiarnos de ropa, me visto con un bikini azul oscuro y un vestido largo un poco más claro del color del bikini. Además, me pongo unas playeras ya que tenemos que andar un poco para llegar a ese lago. Mientras Harry prepara la mochila, yo me encargo de llevar a Hector a la calle para que no haga sus necesidades en el trayecto del coche, ya que a Harry no le haría mucha gracia encontrarse con un trozo de cagada en su Land Rover recién limpiado.
Una vez que todos estamos listos, nos montamos en el coche para unos 20 minutos de viaje donde Harry se encarga de poner música ya que "su coche, sus reglas". Algún día alguien le tendrá que decir a este hombre de que no es gracioso, o se lo terminaré diciendo yo. Por eso mismo, nos lleva a Hector y a mi, toda la trayectoria escuchando The Zombies y sobre todo, la canción de Sledgehammer de Peter Gabriel, aparentemente su nueva canción favorita. La verdad es que es increíble lo mucho que disfruta este hombre con la música, está constantemente buscando nuevas canciones, las pone una y otra vez hasta apreciar todas y cada una de las notas. Y no hablemos de cuando habla de su propia música, le brillan los ojos como si estuviese hablando de uno de sus mayores logros, y en cierto modo lo es.
Aparcamos rápidamente en el aparcamiento del lago, donde observamos que no hay muchos coches aparcados, lo cual es un respiro para Harry, de esta manera se asegura de que es un sitio medianamente privado. Cogemos la mochila del maletero del coche, junto a la correa de Héctor por si acaso, y comenzamos a andar dados de la mano, en un cómodo silencio. Héctor va dirigiendo la marcha, mientras olisquea los rastros de otros perros.
Unos kilómetros más tarde, llegamos al lago, parece un lugar muy tranquilo y hay muy poco gente, como ya preveíamos. Mi perro en seguida se vuelve un poco impaciente y empieza a mover la cola de una forma exagerada mientras emite pequeños lloriqueos.
-Ahora vamos, cariño.- le intento calmar.- deja que me quite el vestido y nos vamos a bañar.Mis palabras parecen calmarle porque en seguida se sienta al lado de donde hemos dejado la toalla y espera pacientemente a que me quite el vestido.
-No me apetece meterme.- me coge Harry de la cintura.- metete tu con Héctor.
Asiento y le doy un beso antes de empezar a correr junto a mi perro. Cuando llegamos a la orilla, le animo para que se tire pero no se atreve, con las ganas que tenía... Definitivamente es un broken retriever, como ya lo ha llamado Harry más veces.
-¡Venga Hector, tu puedes!Esas palabras parece que tienen efecto en el ya que se vuelve más impaciente. Yo también me preparo para tirarme y a la de tres , ambos saltamos.
-¡Muy bien Hector!- le aplaudo mientras se acerca a abrazarme.
Después de estar un rato más jugando con él en el agua, nos acercamos a la toalla donde se tumba exageradamente.
-¿Qué le has hecho al pobre perro?- me pregunta Harry asustado.- está reventado.
-No aguanta nada, solo hemos estado jugando un rato.- me acerco a sus brazos ya que tengo frío, y el me abraza para que entre en calor.
-Ya te he dicho que te han dado un perro defectuoso.- sonríe pícaramente mientras niega con la cabeza.
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Golden (Harry Styles)
FanfictionNinguno de los dos pensaba enamorarse. Harry Styles, después de escribir un disco sobre la ruptura con su exnovia, esperaba disfrutar de su trabajo, y hacer lo que más amaba: cantar por todo el mundo. Por otro lado, Rosa decide mudarse a Inglaterra...