Golden (Harry Styles)

8.

Capítulo 8.

Mientras dejo la tarta en la nevera de su casa, me permito echar un vistazo a lo que ha cocinado Harry para mi esta noche.
-que rico puré de patata.- alabo su plato.
-que cotilla eres.-sonríe.- he decidido hacer Bangers and mash pero vegetariano, con lo cual las salchichas no son de carne.
-que ganas de probarlo.- digo mientras le miro a los ojos; veo como se sorprende.
-¿lo habías probado ya?
-hay una cosa que no te he dicho.-intento hacerme la misteriosa.- mi Erasmus lo hice en inglaterra.
-¿se puede saber donde?-pregunta curioso mientras llena 2 copas de vino blanco y nos dirige a la mesa.
-en la universidad de Bedfordshire.-lo intento decir con el mejor acento que puedo.
-eso esta muy cerca de Cambridge.- afirma Harry y yo asiento.

Mientras Harry sirve la cena bebo un sorbo del vino.
-¿si no hubieses sido músico que crees que hubieses hecho?
-me gustaría pensar que hubiese estudiado derecho.-ríe con ironía.- pero no he sido nunca muy buen estudiante.
- no hace falta estudiar una carrera para buscar un trabajo.- le recuerdo.
-en ese caso me gustaría haber sido florista.- asiente con ganas.- ¿ a ti que te gustaría haber sido a parte de profesora?
-no tengo ni la menor idea la verdad.- me encojo de hombros.- igual hubiese sido secretaria o algo parecido.
-eso es sexy.-me intenta animar como puede.

Seguimos con la cena hablando de temas triviales, Harry descubre mi obsesión por la salsa gravy de cebolla y no duda en bañar mi plato en ella. Cuando llega el momento del postre me pongo nerviosa, Harry saca la tarta y corta dos cachos, uno para el y otro para mi.
-normalmente en España le suelo poner mermelada de arándanos casera.- le miro con cara de pena.- pero está es del Tesco.
-Rosa no te apures, seguro que está delicioso.- dice mientras me coge de la mano a través de la mesa y se mete un trozo de la tarta en la boca.-quiero que me hagas esta tarta todos los días de mi vida.
-no seas exagerado.-digo mientras me sonrojo.

Cuando terminamos de cenar cogemos la copa de vino y nos dirigimos a la terraza que tiene su casa y veo como Harry trae unos cascos junto a su móvil.
-hace unos días me pediste que te enseñase alguna canción de mi nuevo disco.-asiento entendiendo a lo que se refiere.- te enseñaré más, pero siento que necesito enseñarte esto ahora.
Se sienta no sin antes darme un pico en los labios y me ofrece un casco.
La canción empieza con un "cu-cú" de una mujer que me hace sonreír. Escucho la canción atentamente y hay partes de la letra que me llaman mucho la atención.

"I notice that there's a piece of you in how I dress"
"I just miss your accent and your friends"
"Don't you call him what you used to call me"

La letra va claramente dirigida a su ex Camille y percibo cierto dolor al escuchar la cancion, aunque el ritmo sea más alegre que triste.

-en primer lugar.- tomo aire.- me encanta la canción.
-¿en serio?- le brillan los ojos.-eres a la primera persona que se la enseño.
-no te mentiría.- niego con la cabeza.- ¿que os pasó?
-estuvimos muy bien desde el principio ¿sabes?.-dice mientras se acurruca para que estemos abrazados.- desde el principio conectamos, y es una persona muy agradable; con lo cual no se me hizo difícil enamorarme de ella.
-hablas como mucho cariño de ella ¿Quién lo dejó?- le pregunto cuidadosamente.
-lo dejó ella, conoció a otro chico y decidió que era lo mejor dejarlo antes de hacerme más daño.
-¿la sigues queriendo?
-claro que si, ha sido una persona importante en una etapa de mi vida me guste o no.- percibo cierta nostalgia en su voz.- pero ya no estoy enamorado de ella.
-Es una buena reflexión.
-cuéntame de ti, Rosita.- sabía que en algún momento me iba a tocar hablar de mi así que decido confiar en el.
-a lo largo de mi vida no he tenido muchas parejas pero los últimos años he estado con una persona.- comienzo a contar.- nunca me he fijado en la edad así que cuando conocí a Aimar  no me llamó la atención que tuviese 5 años más que yo. Al principio no estaba interesada en nada más que una amistad pero al final terminamos en una relación que terminó cuando yo estaba en Segundo de carrera.
-asi que fue algo serio.- intenta adivinar.
-no lo definiría así.-niego.- al final nos dimos cuenta de que lo nuestro no era más que algo sexual. Nos gustaba más la idea de tener sexo sin comprosimo que la idea de hacer más seria nuestra relación.
-¿entonces lo dejasteis?.-pregunta sorprendido.- ¿después de tantos años?
-nos seguíamos viendo pero como amigos.- intento explicar.
-¿y pudisteis dejar de lado todo lo anterior?
-quedabamos para acostarnos, si es a lo que te refieres.

Dejamos ahí la conversación, y nos quedamos en un silencio bastante incómodo, así que decido romperlo de la mejor forma que se.
-cu-cú.- le digo al oído mientras me pongo encima de su cintura.

Harry no duda en acercarse y besarme. Es un beso diferente a los que nos hemos dado; nos besamos con fuerza y pasión. Me permito balancear mi cadera para intentar darnos más placer y enseguida noto como Harry se empieza a poner duro debajo mio.
-Rosa.-susurra Harry después de separarnos de ese beso.- no creo que sea el momento.
-¿Qué?-estoy muy confundida.
-creo que nos estamos precipitando.-añade.- no quiero que tomemos una decisión equivocada antes de empezar con lo nuestro.
-te entiendo.
-me gustas mucho, Rosa.- que respiro.- y por eso creo que quiero ir más lento contigo, no quiero hacer las cosas incómodas.

Ambos asentimos de acuerdo y nos quedamos un rato más hablando y conociéndonos mejor, cuando llega el momento de irme y estoy apunto de llamar a un taxi, Harry se niega diciendo que es muy peligroso y se ofrece a llevarme en coche.