Golden (Harry Styles)

20.

Capítulo 20.

-¡Hector me estás mojando!- le grito a mi perro como puedo.

Hoy me toca bañar a Hector ya que aunque es una tarea que siempre le toca a Lola, está muy ocupada con su banda.
-¡Hector suelta la toalla!- le vuelvo a gritar.

Mientras le ducho lo mejor que puedo, escucho detrás mío una risa, así que me doy la vuelta sabiendo perfectamente quien es.
-Pensaba que le tenías entrenado.- se ríe Harry, y espero que no sea de mi.
-Haz algo y tráeme una toalla.- le sonrío juguetonamente mientras le saco la lengua. 

Hace lo que le pido mientras niega con la cabeza sonriendo, probablemente ante mi tono de desesperación que he utilizado para dirigirme a el.
Una vez que me da la toalla, me seco las manos y seco un poco a Hector para luego secarle con el secador de pelo. Después, le dejamos que se vaya mientras recogemos todo el desastre que he hecho.
Cuando nos sentamos en el sofá del salón, Hector también nos sigue para sentarse en su sitio favorito, entre Harry y yo.
-He pensado en ir un tiempo a vivir a casa de Mitch o de Jeff mientras se arregla lo de la denuncia.- me comenta mientras acaricia a Hector con una mano.
-A mi me parece bien cualquier cosa que hagas.- me encojo de hombros.- ya sabes que estás invitado a esta casa cuando quieras.
-Lola y tú habéis sido muy agradables.- me abraza como puede, ya que Hector sigue en el medio.
- Estancia y sexo gratis, un chollo.- me mofo de su situación.
El también se ríe conmigo aunque un segundo después, borra su sonrisa para mirarme con seriedad.
-¿Quieres que te pague mi parte del alquiler?
-¿Tu eres tonto?- le respondo con otra pregunta.-¿Me harías pagar el alquiler a mi?
-No, pero no es lo mismo.- murmura pensativo.
-¿Por que yo soy pobre?- le contesto con mi tosca ironía.
-Rosa, escúchame.- me impone.
-No, me vas a escuchar tú.- se que sueno enfadada, y quizás lo estoy.-¿Por que no te limitas a disfrutar de mi hospitalidad? Si me molestas en algo no te preocupes, te lo comunicaré.
-Solo quería ayudar...
- Y yo solo quiero que entiendas que no necesito, ni quiero nada a cambio de algo que cualquier persona con un mínimo de empatía haría.

Después de eso, nos quedamos unos minutos en silencio, pensativos. Quizás me he pasado un poco a la hora de dirigirme a él, y se que se siente culpable por haber propuesto eso. Finalmente, suspiro y decido hablar.
- Lo siento.- le miro a los ojos mientras lo digo.- me he dirigió a ti de una forma muy agresiva, tendría que haberte dejado hablar.
-No Rosa, tienes toda la razón y me alegra que me lo hayas dicho.
-Aun así te lo podría haber dicho de otra manera.-suspiramos a la vez.- solo quiero que entiendas que aunque haya que tratar a la gente con amabilidad, hay una gran diferencia entre eso y ser tan bueno que pecas de tonto.
-¿Me has llamado tonto?- le brillan los ojos mientras se gira hacia mi para hacerme la pregunta.
-Si, y no me arrepiento.- me rio mientras me alejo.

Harry no pierde el tiempo y se abalanza hacia a mi para hacerme cosquillas. Hector se levanta sobresaltado y empieza a ladrar.
-¡Para, para!.- le suplico entre risas.-¡No puedo respirar!
Al final, Harry para y se pone al lado mío para abrazarme mientras me recupero.
-Al menos he conseguido apartar a Héctor del medio.- se ríe mientras le doy un codazo.- no he conocido a un perro tan celoso en mi vida.
-está bien entrenando.- le acaricio la cabeza a Héctor, que está ahora subido al sofá a mi lado, mirando a la ventana.
-La semana que viene empiezas a trabajar.- me recuerda Harry.
-Si, algunas tenemos trabajos de verdad, a diferencia de otros.
-¿Sabes ya en que curso vas a estar?
-No, tampoco me importa, ya me lo dirán cuando llegue.- me encojo de hombros.- he tenido clases muy difíciles en mis años de prácticas, si he podido con esas puedo con todas.
-Creo que estás preocupada por algo, dímelo.
-Harry...
-No, Rosa.- niega con la cabeza.- tienes que ser más abierta conmigo.
-¡Vale!-realmente siento que no es algo importante, pero de todas formas se lo digo.- tengo miedo de que no me entiendan por mi acento.
-Apenas tienes acento, amor.- murmura mientras me da un beso en la frente.
-Nose...
-Rosa, sabes que no te mentiría.- asiento.

Después de eso, nos quedamos acurrucados y medio dormidos. Hasta que me impaciento, necesito hacer algo.
-Vamos a pasear a Hector.- propongo.
-Yo me quiero quedar en casa.- dice mientras hace un puchero.
-No, venga.- me levanto.- vamos a hacer algo, por favor.
-No puedes mantener tu culo quieto.- niega repetidamente con la cabeza.
-Pues no, y estoy orgullosa de ello.- le tiro del brazo para que se levante.-¡Hector, la correa!

En unos momentos, un muy contento Hector aparece con su correa en la boca.

-Harry ¿Cómo te puedes resistir a esto?- me agacho para quedarme a la par de Héctor y hago un puchero.
-Venga, vamos.- suspira antes de decir las palabras mágicas.
-¡Bien, vamos de paseo!- digo mientras bailo al lado de mi perro, el cual me contesta con un ladrido.

Abrimos la puerta y Héctor sale como un rallo, antes de cerrar la puerta, le doy un beso a Harry.
-Gracias.- le susurro al oído después de darle un beso.

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¡Hola!

¡No me puedo creer que hayamos llegado a 10k de leídos! He pensado en que si queréis, podéis hacerme preguntas, de cualquier cosa. Si veo que os gusta la idea, iré respondiendo una a una las preguntas en cada capítulo que suba.

Muchas gracias por todo y espero que estéis bien.

Un abrazo muy fuerte.

Os leo.