23

4K 382 82
                                    

—Lo siento, Rose y yo tenemos cosas que hacer.

—Oh... está bien, nos vemos...

Sin dejar al chico terminar de despedirse, se marcho con Rose siguiéndola. Adrien simplemente miraba forzoso como la chica se iba, conteniéndose para no detenerla. Ambos sabían que lo que dijo era una excusa para evitarle.

Así fue como la rutina se rompió, no importaba como, la pelinegra siempre encontraba una excusa para librarse de la compañía del rubio. El blondo noto aquello, por lo que ahora un malestar se estaba formando dentro de él.

—Ok, ¿qué pasa? —pregunto Rose con el ceño algo fruncido.

—¿De qué hablas?

—Llevas dos semanas evitándolo, esto no es normal.

—No estoy evitándolo.

—Lo estas haciendo, no te hagas la tonta. Ahora dime ¿por qué lo evitas?

La actitud de Rose no era normal, era como si la estuviera regañando de alguna forma. Juleka suspiro levemente y miro en todas direcciones, cerciorándose de que estuvieran solas, una vez estuvo segura de aquello decidió hablar.

—Alya me pidió un favor.

—¿Qué te pidió?

—Que dejara de hablar con Adrien.

—¡¿Qué?!

—Sí, pero tranquila, solo será por este mes.

«O al menos eso espero»

—Eso es jugar sucio, muy sucio —susurro Rose para ella misma.

—¿Qué dijiste?

—Nada. No puedes dejar de hablarle.

—Sólo será por este mes.

—¿Cómo crees que se siente Adrien?

—Él lo entenderá...

Adrien no lo entendía, su mente solo se esforzaba tratando de comprender porque su amiga lo evitaba. Dos semanas, dos semanas en las que prácticamente sus conversaciones constaban de excusas fabricadas por la chica.

—¿Por qué me ignora? —pregunto triste apoyando su cara contra la mesa.

—No te está ignorando, te está evitando, es diferente.

—Gracias por la aclaración —dijo sarcástico mirando sin ganas a su amigo.

—¿Sarcasmo? Eso es nuevo.

Simplemente respondió con un aire de desgano, parece que estaba frustrado por alguna razón. Apoyo una vez mas su cara contra la mesa, evitando así ver a Nino.

—Wow, amigo, en serio estas molesto.

—No estoy molesto.

—Seguro... Si tanto te molesta ve a hablar con ella.

—¿Cómo? Cada vez que me acerco encuentra la forma de alejarme.

—Bueno, tú...

El chico detuvo sus palabras, pudo sentir una mano en su hombro, al voltear se encontró con la mirada acusatoria de su novia. Adrien no podía ver aquello, ya que su cabeza se negaba a abandonar la fría madera de la mesa.

Aunque sus oídos funcionaban, así que pudo escuchar el suspiro del moreno.

—Plántate frente a ella y no te muevas hasta que te explique lo que le pasa —dijo Nino, mirando con seriedad a su novia. Ella solo abrió la boca preparada para decir algo, pero se mantuvo callada y miro con rabia a su novio.

Eres Perfecta Para Mí (Adrileka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora