Eres Perfecta Para Mí (Adrileka)

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—¡Vamos, Kitty Section!

Con ese grito todos juntaron sus manos y las llevaron al cielo, pero el festejo se detuvo cuando la puerta se abrió, detrás de ella estaban Juleka y Adrien.

—Por fin llegan, los estábamos esperan... ¿Está todo bien?

Ninguno parecía estar bien. Ambos sonrieron incomodos y asintieron. Juleka se abrió paso entre el grupo e hizo que Adrien se sentara en uno de los asientos, poco después abandono el cuarto sin decir nada.

—¿Paso algo? —pregunto Luka preocupado.

—No.

—Amigo, ¿qué te paso en la cara? —cuestiono Nino.

Adrien tapo su mejilla enrojecida, pero eso sólo hizo que la preocupación de Nino se activase. Nino pudo notar no sólo el rojo de su mejilla, sino también la sangre que emanaba de sus lastimados nudillos.

—Bro, ¿qué sucedió?

—Nada, sólo me altere un poco.

Adrien no quiso indagar mucho en el tema, es más, trataba de evitar hablar sobre lo ocurrido. La puerta principal fue golpeada, eso hizo que la atención de todos fuera hacia la entrada. Luka fue el único en reaccionar, caminando hacia la puerta y abriéndola.

—H-H-Hola, soy M-M-Marinette, vengo por lo del ensayo.

—Hola, "M-M-Marinette" —bromeo—. Bienvenida, puedes pasar.

La azabache acepto y entro, la mirada de la mayoría estaba sobre ella, invitándola a unirse al grupo, pero lo primero que Marinette vio fue al rubio lastimado.

—¿Adrien?

—Hola, Marinette. Que bueno que hayas podido venir.

—¿Qué te sucedió? —pregunto con notable preocupación.

—Sí, amigo. Di que ocurrió —pidió Nino.

—Ya dije que no fue nada, no se preocupen.

La puerta de la que se suponía era la recamara de Juleka se abrió, desde dentro salió la gótica con un botiquín entre sus manos, se abrió paso entre el grupo que interrogaba a Adrien y sostuvo su mano lastimada.

¿Qué diría Adrien en una situación así? Era la primera vez que le ocurría, sin duda quería decirle a su novia "¿Entonces serás mi enfermera personal?" para calmarla, o al menos para hacerla reír, pero eso no sería algo que Adrien Agreste diría frente a tantas personas, sino más bien algo que Chat Noir diría. Así que lo único que él pudo hacer fue sonreírle gentilmente a la gótica, la cual tenía una expresión de consternación.

Acto seguido la chica le aplico un poco de desinfectante, lo cual hizo que aquella sonrisa gentil se volviera un poco forzosa, comparado con los golpes que había recibido siendo un héroe, esto no era nada.

—Perdona por causarte problemas.

—¿Te duele? —pregunto mientras le vendaba la mano.

El sentir como su mano era vendada por la chica que le gustaba era suficiente para que dejara de pensar en el dolor, como si lo que tuviera sólo fuera una espinilla cualquiera.

—Ya no —respondió sonriendo bobamente.

Juleka sólo sonrió levemente, le gustaba el lado tonto que tenía el chico, o al menos estaba más acostumbrada a ver ese lado. Algo que claramente le había sorprendido eran los gritos que escuchaba a través de la puerta, escuchar a Gabriel criticándola no era algo agradable, pero el escuchar que prácticamente le estaba ordenando a Adrien que la echara y cortara su relación con ella, logro asustarla, se asustó por pensar que el chico cedería ante la orden del mayor.