26

4.6K 375 130
                                    

Ambos adolescentes caminaban tranquilos por la acera, la gótica estaba casi hipnotizada por la bella noche que estaba viviendo fuera, en cambio Adrien estaba más deslumbrado por la chica en cuestión.

A pesar de su felicidad ella no pudo evitar fruncir el ceño un poco, había algo que la estaba preocupando.

—Hubiera sido mejor si acompañabas a Marinette.

—¿Qué? Ya te lo dije, me sentiría mal si algo te pasara.

—Estás haciendo las cosas muy difíciles.

—¿Te molesta que te acompañe?

—No es eso.

—¿Querías ir sola?

—No.

—¿Entonces cuál es el problema? —pregunto confundido, la misma chica se contradecía a sí misma.

La chica detuvo su paso, no se sentía para nada bien. Él sólo la miro aún más extrañado, desde que habían salido de la escuela ella estaba actuando extraño.

—Princesa, yo...

—¿Podrías parar?

—¿Qué?

—¿Podrías parar de ser tan amable conmigo?

—¿Eh? ¿Por qué me estas pidiendo eso? —pregunto preocupado.

—Porque... Porque no debería sentirme así, estás haciendo todo más complicado para mí.

—¿Soy una molestia para ti?

—¡No! No es eso.

—¿Es mi culpa que no te estés sintiendo bien?

—Si ¡digo, no! Es mi culpa, yo soy la que...

La miro aún más extrañado, sus palabras no tenían sentido para nada. Sin dudarlo se acercó a ella y la tomo de los hombros, era la primera vez que la veía actuar así. No sabía lo que le pasaba, pero obviamente la estaba afectando.

—¿Qué es lo que sucede, Princesa?

—Yo... Suéltame.

—No hasta que me digas que te pasa.

—Suéltame, Adrien

—No.

—¡Que me sueltes!

La chica lo empujo logrando que le quitara las manos de encima, pero gracias a eso el blondo ahora fue más insistente. Se acercó y la abrazo, Juleka forcejeaba tratando de zafarse de su agarre pero no tenía resultado. Hasta que de pronto todo ceso.

—Por favor... basta —sollozo.

—¿Princesa?

Se apartó unos centímetros y logro verle la cara, su corazón se detuvo por un momento ante lo que vio, ella estaba llorando. Finas líneas de agua bajaban por su cara hasta caer por su barbilla, eso lo alarmo.

—Deja de ser tan amable conmigo, si sigues siendo así voy a sentirme aún más confundida.

—¿Qué?

—No quiero arruinar mi amistad contigo también, no quiero repetir eso otra vez.

La verdad salió a la luz, ahora mismo no le importaba la azabache, ahora mismo estaba pensando en sí misma y en su miedo de lo que ocurriría si revelaba sus sentimientos. Pudo evitar pensar en ello durante un tiempo, pero gracias a todo lo que había pasado hoy había llegado a su límite.

—Juleka...

—Así que por favor, deja de...

Sus palabras fueron interrumpidas, miro sorprendida al rubio delante de ella, él la estaba besando. Sus preocupaciones desaparecieron, pero rápidamente fueron remplazadas por dos emociones, culpa y felicidad, ambas emociones tan distintas como ellos dos.

Cerro los ojos y se aferró un poco a la camisa del muchacho, decidió dejar de pensar, si lo iba a besar al menos trataría de disfrutarlo. Después de unos minutos se separaron, el modelo la miraba inseguro y expectante a lo que diría la joven después de besarla.

—¿Ahora qué? —pregunto Juleka sonriendo culpable.

—Bueno, tú me gustas —respondió limpiándole las lágrimas.

La gótica soltó unas risitas divertida ante esa respuesta y recargo su mejilla en la mano de Adrien.

—¿En serio? No me di cuenta.

—¿Quieres que te lo demuestre otra vez? —pregunto divertido Adrien.

—No es necesario, pero ¿ahora qué haremos? —volvió a preguntar.

Mientras miraba a la sonrojada pelinegra entendió el significado de esa pregunta, ¿cómo serían las cosas para ambos de ahora en adelante? ¿Podrían actuar como si nada de esto hubiera pasado y seguir normalmente con su amistad? Tal vez podrían, pero ninguno quería eso.

Ambos sabían lo que querían que pasara.

—¿Princesa, quieres ser mi novia? —pregunto avergonzado.

—Sí, sí quiero.

Ante esa respuesta el rubio la abrazo con tal fuerza que provoco que los pies de la chica dejaran de tocar el suelo, acto seguido empezó a girar con ella en brazos, estaba realmente feliz. La chica parecía tan feliz como él, ambos empezaron a reír mientras daban vueltas.

Poco a poco él empezó a detenerse y miro alegre a su nueva novia, esta sólo le sonrío y se le acerco, dando comienzo a otro beso aunque este fue más cortó que el anterior.

—¿Jul?

Esa voz hizo que ambos voltearan, un chico de cabellos negros con puntas color turquesa los estaba mirando a unos metros de distancia. Antes de que pudieran reaccionar él empezó a caminar hacia ellos.

—¿Luka? ¿Qué haces aquí?

—Mamá me pidió que fuera a buscarte, se preocupó al ver que no contestabas tu teléfono.

La gótica abrió un poco los ojos y saco su celular de su bolsillo, al tratar de desbloquearlo no pasaba nada, la pantalla permanecía en negro.

—Lo siento, parece que me quede sin batería.

—No importa, bueno... ¿Van a explicarme lo que acaba de pasar?

—No, vamos, rápido, ahora —balbuceo rápidamente Juleka.

—¿Eh? Pero quiero hablar un poco con tu novio, hace rato que no nos veíamos.

—Que lastima, hay que irnos, mamá nos espera.

Sin más que decir Juleka se fue con Luka, prácticamente jalándolo del brazo, no parecía que quisiera que ellos dos hablasen.

—¡Nos vemos, Princesa!

Ante ese grito la cara de la chica se fundió en rojo, «¿Y lo dice así sin más?» se preguntó apenada mientras arrastraba a Luka.

—¿Así que un novio? —pregunto Luka mirándola.

—Cállate —ordeno Juleka con el sonrojo cubriendo su cara, no pensaba que alguien descubriría tan rápido su relación y mucho menos esperaba que ese alguien fuera miembro de su familia.

—Bien por ti. Él me agrada.

Adrien por su parte sólo veía como ellos dos se alejaban más y más hasta desaparecer de su vista. Sonrió para sí mismo, no podía esperar hasta que llegase mañana para volver a verla, aunque no había intercambiado muchas palabras con Luka aun así estaba feliz de volver a ver al hermano de su novia.

Mientras él se daba la vuelta para caminar a su casa, una chica enmascarada y con la cara cubierta en lágrimas lo observaba encima de un tejado. Sin nada que hacer ahí uso su yoyo y se largó de allí.



¡Por fin! ¡26 capítulos y por fin se dieron un beso! Pero bueno, no quería que su relación fuera demasiado rápido.

¡Sin más que decir! ¡Gracias por leer!

Eres Perfecta Para Mí (Adrileka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora