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—¡Listo! —exclamo feliz Juleka.

—Bien, aún no me respondiste. ¿Qué harás con el dibujo?

La cara de la chica se pintó con un leve rojo, a la par que miraba apenada a su amigo. Este simplemente le miro con intriga, sus mejillas se comenzaban a calentar. ¿Sera qué se lo daría a él?

—¿Puedes guardar un secreto?

—Claro, dímelo.

—Quiero dárselo al chico que me gusta.

La cara del rubio se tiño aún más roja.

—Wow, esa no me la esperaba. ¿Y-Y quien es el afortunado?

—N-Nathaniel, me gusta desde hace un tiempo.

—Oh, en ser-

Las palabras del rubio se cortaron, proceso un segundo las palabras que le dieron, realmente esperaba que estuviera hablando de el mismo, pero no fue así. El rojo de sus mejillas se apagó y con una sonrisa amarga la miro.

—Q-Que afortunado, v-vamos, e-estoy seguro de que te dirá que sí.

—¿En serio lo crees?

—S-Sí, duh, eres Juleka Couffaine, no hay posibilidad de que te rechace.

—Jajaja, estoy un poco nerviosa. ¿Crees que debería ir a buscarlo ahora?

—Sí, ve rápido, antes de que-

La campana empezó a sonar, el receso había terminado. Una clase más y después todos tendrían que irse a sus casas.

—Bueno, supongo que tendrás que abordarlo en la salida.

—P-Parece que sí.

Levantándose se encaminaron al salón, solo debían aguantar una clase. Juleka estaba totalmente nerviosa, hoy era el día, el día en que por fin revelaría su amor por el pelirrojo. Fue a sentarse al lado de su amiga para darle la gran noticia, esta simplemente se emocionó y le felicito dándole su apoyo.

Al contrario Adrien estaba con una sonrisa amarga, de la cual nadie se percató a excepción de dos personas, Nino y Plagg.

—¿Amigo, estas bien?

—Sí.

—¿Estás seguro? Si te ocurre algo podemos hablarlo.

—Yo...

Dejando sus palabras en el aire la profesora entro al salón. Todos sacaron sus libros listos para comenzar la clase, todos incluyendo al moreno que observaba preocupado a su amigo. Adrien no dio señales para reanudar la conversación en toda la clase. Así fue como el timbre volvió a sonar, todos empezaron a guardar sus cosas, y uno a uno empezaron a salir.

—En serio amigo, ¿qué te pasa?

—Ya te dije que no es nada, no te preocupes, Nino.

Logro ver como el chico pelirrojo salía por la puerta, Nino se percató de que Adrien lo estaba mirando. Poco después se le acerco Juleka.

—Deséame suerte.

—Suerte.

Sin más que decir la chica se alejó con el rostro rojo. No podía dejar de pensarlo «Otra vez, otra vez me pasa esto» pensó triste mirando como la chica salía del salón en busca del pelirrojo, era una situación completamente amarga para él.

Su amigo se dio cuenta de la mirada depresiva que tenía el chico, una vez volteo para ver qué era lo que miraba con tanta tristeza se dio cuenta. Primero el pelirrojo y luego la gótica, no le costo nada atar los hilos.

—Oh... ¿Así que... Juleka?

Sin respuesta.

—No está mal si te gusta, parece que se llevan muy bien a decir verdad.

—Ya le gusta alguien más.

—Oh, lo siento, amigo.

—No hay problema... ¿Por qué me siento tan mal? Digo, ni siquiera sabía que me gustaba, me entere hace menos de una semana.

—Ja, bueno, así es el amor creo.

El rubio simplemente escondía sus ojos con ambas manos. Primero Ladybug y ahora Juleka, no podía evitar sentirse... miserable. Y no solo porque le pasara la misma cosa dos veces, sino por lo que estaba deseando.

—¿Te digo que es lo que más me molesta de todo esto?

—¿Qué?

—Que espero que Nathaniel salga con ella.

Suspiro con cierta rabia. Sabía lo doloroso que es que te rechacen, ya había experimentado ese dolor y era algo que no quería que Juleka conociera. Nino simplemente comenzó a darle algunas palmadas en la espalda como si tratara de confortarlo.

Adrien apretó los dientes, no sabía si era por recordar su rechazo o por saber que la chica que ahora le gustaba estaba por salir con otro chico. De igual manera, no importaba, el dolor era grande, así que apretaba los dientes para evitar llorar.

—Tranquilo, amigo, tranquilo.

Escuchando la voz de su amigo, respiro bruscamente, aspirando y exhalando tratando de calmarse, después de unos minutos finalmente lo logro. Se refregó levemente los ojos y se levantó de su asiento.

—Gracias, Nino.

—No es nada.

Despidiéndose salió del salón, si estaba en lo correcto Nathalie y su guardaespaldas no tardarían en llegar, y a decir verdad no se sentía con mucha energía después de tan agotador día. Simplemente quería ir a su casa, terminar sus deberes y dormir, afortunadamente mañana era sábado así que tendría todo el fin de semana para recomponerse.

—¿Quieres dormir todo el sábado y domingo? Estoy seguro de que te dejara descansar si le dices que te sientes mal. O mejor aún, nos la pasaremos viendo películas y comiendo queso.

—No puedo hacer eso, Plagg —rio el chico—. Aunque seguramente tendremos tiempo para una o dos películas, no te preocupes.

Interrumpiendo su risa una chica paso corriendo a la distancia, al instante reconoció aquellos mechones purpura.


Esta vez creo que no tengo nada que decir. 

Así que simplemente. ¡Gracias por leer!

Ah, la imagen que esta al principio del capitulo es el "dibujo que hizo Juleka" digamos. Obviamente yo no la dibuje, no sé dibujar. Bueno, igual en la descripción de la historia ya avise que las imágenes que se muestren no me pertenecen.



Eres Perfecta Para Mí (Adrileka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora