Marina tomó su mochila y salió corriendo hasta la escuela, la euforia hizo que sus piernas recorrieran las calles en menos de dos minutos, su corazón latía fuertemente y algo en su estómago la impulsaba a continuar. Al llegar, la señorita Macarena le abrió la reja, al verla tan feliz y apresurada no se atrevió a pedirle la agenda para marcarle la tardanza y tan solo la dejó subir corriendo hasta su salón en el tercer piso; claro que la condición física de la joven le pasó factura más temprano que tarde y al llegar a la última escalinata estaba al borde del colapso, pero los pasos acercándose a ella le hicieron levantarse y entrar al salón, donde la esperaban sus amigas, completamente indignadas.
—¿Y esta hija de perra? Nos tenías preocupadas, creímos que te habían secuestrado. —Le recriminó Agustina.
—Me distraje en el camino y no pude llegar antes, ¿hicieron algo en las primeras horas? —Mientras trataba de recuperar el aliento, su cara de preocupación fue perfecta para hacerles creer que realmente le importaba, y pronto se evidenció en el gesto confuso de todas, que se disipó cuando Marina soltó una carcajada—. ¿Qué importa? ¡Dentro de poco seremos libres!
—Y la semana entrante es la graduación, y esa misma tarde... ¡La fiesta de promoción! —Celebró Camila—. ¿Ya tienen los vestidos listos? El mío llegó ayer, es un celeste precioso y tiene un escote en la espalda que está para morirse, la pedrería está cosida a mano. ¡Un ojo de la cara, pero vale cada puto sol!
—Pues a mí me tienen que hacer la última prueba esta tarde, será dorado y con muchas transparencias, los zapatos están hermosos, los trajo mi prima desde Brasil. —Añadió Agustina.
—Oigan, ¿al final quién va a dar el discurso de cierre? —Preguntó Lilian, muy interesada en el tema—. Porque, que yo sepa, siempre lo da la mejor alumna de la generación.
—Creo que va a estar a cargo de Estefanía o Micaela, no sabía decirte, están quitándose el puesto constantemente. —Musitó Marina, viendo cómo la maestra de EPT asentaba su enorme humanidad en el escritorio.
—Que cólera, ellas no se lo merecen, les apuesto que va a estar súper aburrido y mediocre. —Bufó Lilian.
—Que te caigan mal no significa que no se lo hayan ganado, alguna retribución deben recibir después de tantos años chupándole los pies a las maestras. —Finalizó Daniela.
Lilian odiaba a Estefanía por haberle quitado a un tipo con el que salía cuando tenía quince años, y a Micaela por apoyar a la primera en sus planes; aunque genuinamente creía que ellas no merecían dar ese discurso, pues independientemente de todos sus logros académicos, eran bastante tontas y algo crueles también. La mañana de la graduación se sentó junto a sus amigas mientras esperaban el inicio de la ceremonia, le incomodaba la toga y el birrete le apretaba la cabeza, pero se sentía feliz de compartir ese momento tan especial con el resto de su grupo.
Todo transcurrió con aparente tranquilidad, las formaron en una fila tras las palabras de la directora y empezaron a llamarlas alfabéticamente para recibir un diploma y estrechar las manos de las docentes que se habían encargado de ellas durante sus años de secundaria.
—¡Altamirano Castro, Marina! —Leyó la directora, la chica subió con cuidado de no tropezarse con la falda del vestido y la innecesaria alfombra roja del estrado, que además estaba pésimamente colocada.
Marina posó para una foto con la mujer y estrechó su mano con solemnidad, al igual que hizo con sus otras maestras, excepto con Elizabeth, quien la abrazó con fuerza, y Otilia, quien además de casi asfixiarla, tiró de su brazo para que se doblara y pudiera susurrarle al oído.
—He leído el discurso de Estefanía y te puedo asegurar que es la mierda más aburrida que jamás vas a escuchar en tu vida, ojalá hubieras sido tú. —Marina se separó lentamente de Otilia, alucinando por sus palabras, y esta solo le guiñó un ojo.

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Imperio. [#2]
RandomTras la Revolución y nuestro ascenso al trono las cosas en México mejoraron mucho, y es que la presencia de los oligarcas y la burocracia excesiva entorpecía enormemente las labores del Estado. La economía se potenció notablemente y la seguridad au...