(3)

716 47 3
                                    

Pase a dejar a la escuela a los niños, Yoongi se fue al trabajo y yo también me dirijo al mío, el fin de semana fue increíble porque pude pasar tiempo con mi hermosa familia, fue dos días increíbles aunque Yoongi no estuvo mucho tiempo con nosotros, pero no importa.

Aparcó mi auto en el enorme estacionamiento, bajo todo lo necesario para mi trabajo y me encaminó al edificio. Yoongi pasará por los niños al salir de la escuela, eso es bueno para mi ya que tendré trabajo pesado. Yoongi por fin pudo comprarse un auto decente, ya le hacía falta pues decía que no le gustaba ir en taxi y menos en autobús.

Entró al cubículo de metal y presionó el botón que me lleva al último piso, espero que suba pero se escucha el pitido de que alguien más ha presionado el botón y tiene que hacer una parada, bufo pues no me gusta que alguien más detenga mi recorrido, tengo trabajo importante que terminar, las puertas se abren mostrando...¡Ella!¡¿Qué hace ella aquí?!

-Hola Jungkook- sonríe mostrando sus blancos y alineados dientes.

-Hola Sun he- sonrió forzosamente.

-Tanto tiempo sin verte, ¿Cómo has estado?, ¿Cómo va todo?- sonríe acariciando mi brazo con cariño, me pongo nervioso y tieso.

-Muy bien, todo va de maravilla, gracias- sonrió- ¿Cómo has estado tú?, ¿Cuántos años tiene tú bebé?- acomodó mi traje negro de tercio pelo.

-Todo va genial, ya tiene dos años, un bebé muy tierno por cierto, me alegro que estés bien- sonríe mostrando sus blancos y alineados dientes, no sabía cómo seguir la conversación, me sentía muy extraño, no sabía como seguir, esto era realmente incómodo para mí.

-Me alegro mucho por ti- sonrió torcidamente que pienso que lo noto, ella mira al frente y yo igual, veo la pequeña pantalla, faltan tres pisos más y ya llegamos, pero esto se esta haciendo tormentoso, y demasiado largo.

-Vine a verte- Sun he rompe el silencio incómodo y yo asiento aunque por dentro me este muriendo de nervios- Pensé que no te encontraría pero aquí estás- sonríe y yo le devuelvo el gesto.

Las puertas del elevador se abren y yo salgo como pollo en fuga, esto es mucha presión para mi, no quiero estar con ella, ¿De qué quiere hablar?, ¿A que vino?. Caminamos en silencio hasta mi oficina, la hago pasar primero y luego entró yo, cierro y me siento en mi silla giratoria.

-¿Para qué me buscabas?- me retranco en mi silla giratoria, tratando de relajarme un poco.

-Mira... esta es la situación...

...

Mi mente sigue en otro lado, trató de pensar con claridad y poner de una vez los pies sobre la tierra pero es difícil, desde que Sun he se fue mis pensamientos se estallaron en ella, solo pensar en ella y sus palabras. Me atormenta de alguna forma y quisiera saber cómo hacer que no sea así, mi existencia es un caos ahora mismo, no puedo pensar con claridad.

Froto mi cien como octava vez y trató de relajarme un poco, no tengo porque estresarme por esto, respiro pesadamente, necesito un baño relajante de una hora, me recuesto en mi silla, me retiro los lentes y aprieto el puente de mi nariz, me va a dar migraña y apenas empieza el día. Tocan la puerta y grito que pasen, me vuelvo a colocar los lentes, entra Lee con esa peculiar sonrisa que a mi parecer es muy tierna y sincera.

-Hola precioso- deja un café de mi cafetería preferida en la mesa, lo tomo y bebo del contenido, relajante.

-Hola Lee- sonrió- Gracias- alzó el vaso y vuelvo a tomar un sorbo del delicioso café con leche.

-No tienes que agradecer precioso- sonríe y se sienta enfrente de mi, lo miro detalladamente y lo noto más radiante, ¿A esté que le dio?

-Te noto extraño, ¿Pasó algo?- Vuelvo a tomar otro sorbo de mi café y levantó una ceja, Lee se levanta de su lugar y da vueltas haciendo que me ponga un tanto nervioso.

¿Volvemos?/ Yoonkook [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora