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Hemos llegado a la casa y no hay señales de Yoongi, no tengo porque preocuparme, se que está bien, los niños y yo no las pasamos muy bien, nos divertimos, fuimos a un parque a disfrutar de la tarde, ya era necesario.

Empiezo a preparar algo de comer, las tripas nos gruñen a todos. Los niños y yo comimos platicando animadamente sobre su día en la escuela, después los vi desaparecer por las escaleras, empecé a recoger la mesa y dejar los trastes en el fregadero. Escuché como la puerta se abría y está vez no quise ver, sabía perfectamente que era Yoongi, esta vez no lo recibiria como todos los días, se escucharon sus pasos acercándose y yo simplemente me fijé en mi trabajo de lavar trastes.

-Hola- dijo secamente desde la puerta, sentí mi pecho arder.

-Hola Yoongi- dije en un susurró, mi garganta me quemaba por alguna razón.

-Iré a dormir, tengo mucho sueño- dijo más bien para si mismo, asenti de todas formas- Hasta mañana- susurró y sentí su ausencia, me retranque en el fregadero y las lágrimas no tardaron en bajar, me sentía fatal de alguna forma, esté no era mi Yoongi, no lo era, ¿Qué hice?

Dejé que las lágrimas bajarán y calle mis sollozos, me sentía sólo y perdido de alguna forma, escuché un ruido y limpie mis lágrimas, vi entrar a Jimin, me di la vuelta para que no me viera pero sabía que no era tonto, sentí sus brazos abrazar mi cintura y yo acaricio su cabellera negra, los sollozo volvieron a sonar, me sentía destrozado, me deje caer en el suelo y Jimin me abrazó como si dependiera de ello.

-Te amo papá- susurró dándome un beso en la frente, más lágrimas bajaron por mis mejillas, tengo al mejor hijo.

-Yo igual te amo, mi Jiminnie- le depósito un beso en su mejilla y lo vuelvo a abrazar pegándolo a mi.

-Puedes dormirte conmigo, hay mucho espacio en mi cama para los dos- me sonrió y yo solté una sonrisita.

-Gracias bebé- sonrió y él limpia mis lágrimas con la manga de su pijama, sonrió a lo grande, el niño más noble y tierno.

Ambos subimos las escaleras tomados de las manos, me acuesto a lado de Jimin y nos abrazamos con tanto cariño, lo amo tanto, amo a mi familia, que perderla sería mi fin.

-Hasta mañana papi- Jimin se pega a mi y yo acaricio su cabello.

-Hasta mañana mi Jiminnie- depositó un beso en su cabecita, cierro los ojos tratando de dormir un poco.

...

Me muevo en la pequeña cama, abro mis ojos lentamente, Jimin ya no está a mi lado, me levanto y estiró mi cuerpo, sacó mi teléfono del bolsillo y veo la hora, 7:30 a.m. los niños ya están en la escuela, alzó la mirada y ahí está Yoongi, con los brazos cruzados mirándome penetrante que siento que también puede ver mis huesos.

-Buenos días Yoongi- sonrió de lado, acomodó un poco mis cabellos y no se que hacer, así que opto por irme de aquí y así lo hago, camino a la puerta y la abro para salir, camino hasta llegar a mi habitación, necesito cambiarme lo más rápido e ir al trabajo. Empiezo a buscar mi ropa para ir al trabajo, hoy quiero llevar algo cómodo, sacó lo necesario y empiezo a levantar mi playera de pijama, Yoongi entra y yo no se que hacer, los nervios me invaden así que le doy la espalda y sigo con lo mío.

-Jungkook- Siento sus voz tan serca que se me eriza la piel.

-¿Mm?- pregunto mientras aún le doy la espalda y me sigo vistiendo.

-Jungkook- vuelve a decir y de verdad el sudor recorre por mi frente.

-¿Qué sucede?- me acomodó mi camisa.

-¿Puedes verme?- su voz es tan suave que me da miedo, mucho miedo, me doy la vuelta lentamente, lo miro y él también lo hace, se acerca a mí y me abraza acariciando mi cintura, haciendo que corrientes eléctricas recorran mi cuerpo.

¿Volvemos?/ Yoonkook [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora