4. Three incidents

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Recibió un mensaje de Valentino de una nueva filmación y era estar en ese momento o le castigaría de una u otra manera. No sabía por qué no le había dicho nada con respecto al hotel, pero sabía que se lo estaba guardando para alguna ocasión especial, realmente no quería saberlo, solo obedeció sin tanta vacilación.

La suerte le cayó cuando uno de los pacientes empezó un comportamiento salvaje de la nada, tuvieron que intervenir Charlie, Vaggie y hasta Husk de mala gana. Lo que sea, pudo salir por la puerta sin ser visto y tomar un taxi hasta el Porn Studios. Al bajar del auto, antes de poner un pie en el recinto, juró que sintió un jalón en su tobillo, fue como si alguien estuviese tomándolo desde abajo evitando que avanzara, pero en cuanto volteó preparado para insultar y enfrentar al estúpido no se encontró con nadie. Miro sus pies y el suelo, nada.

Trató de concentrarse solo en la filmación y no en la posibilidad de encontrar a Valentino en algún punto de la grabación, mas unos cuchicheos de miembros del staff le hicieron avisar que su jefe no estaba en el edificio. 

—Tuvo algo urgente que hacer, si no te dijo nada ¿por qué mierda preguntas? Haz tu jodido trabajo y ya, perra —le contestó el director con una actitud de perro rabioso.

Angel levantó una ceja observando con detenimiento al demonio canino. El actor porno vestía tan solo con un hilo sin vergüenza a mostrar el resto de su cuerpo. Pudo notar como el sujeto hacía una seña con la cabeza a una chica atrás y en seguida la misma demonio paso por detrás de Angel para dejarle su bata, este arqueo una ceja y observó nuevamente al demonio.

—Sera mejor que tengas cuidado con esa boca, perrito —avisó Angel con una media sonrisa entre que arreglaba su bata. Extendió una de sus manos hasta tomar la barbilla del director y así obligarle a mirarle—. No te creas mucho porque estas a cargo de la grabación hoy, solo eres un lindo can siguiendo las órdenes de su amo —el demonio atendió con desprecio a las palabras de Angel, le gruño entre dientes y eso al actor le dio mucha gracia—. Oh, no me mires así, no querrás que mal interprete  ¿O no creerás que no sé cómo me has observado durante la grabación? Si me dices lo que ha pasado por aquí prometo hacerte sentir lo mismo que a ese sujeto —dijo señalando al actor que estuvo en la misma escena que él hace apenas un rato.

—Yo... —sentía su garganta seca al tragar, los ojos de Angel parecían un eterno laberinto, hipnóticos, brillantes. No tenía a donde ir, no se imaginaba que aquel chico podría lucir  tan amenazante— no tengo idea —contestó en un tono tembloroso—. Nadie aquí la tiene, solo se marchó sin dar explicaciones y nos dijo que termináramos la filmación hoy sin importar cuantas veces repitiéramos la escena o cuanto nos tardáramos.

Angel chasqueó la lengua al tiempo que se apartó del director. Se cruzó de brazos y ladeó la cabeza. No era información que le sirviese, pero si conocía bien a su jefe, sabe que no suele contar sus planes a nadie que no sea a esos dos. Sin embargo, no le agradaba aquella petición, que la filmación tardase lo suficiente hasta que él llegase para así encontrarse; esa para él era la verdadera traducción a sus palabras.

Si Valentino le pedía que se quedara en el estudio, que no volviera al hotel, era capaz de obedecerlo. Seguiría trabajando, haciendo lo que él quisiese, pero no deseaba quedarse en el estudio, odiaba estar mucho tiempo encerrado, al menos ahí, donde estaba amarrado.

—De acuerdo, dejémoslo así perrito. Supongo que lo descubriré después —musitó mirando hacia la salida—. Y con respecto a lo otro, no estará de más que me visites en mi camerino.

—E-estoy ocupado —su voz salió con un jadeo. Debía mantener distancia, era un sujeto peligroso. 

—Lastima, de todas maneras no lo haría gratis, babe —tras decir eso, dio la vuelta para caminar a la salida.

~White Noise~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora