11. Not Magic

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El culpable de aquella jabonosa situación no fue más que Baxter al tratar de inventar una bomba de espuma que resultó ser más una granada. Una fabulosa idea que se le había ocurrido con la finalidad de ayudar a Niffty a limpiar, en un intento de mostrar simpatía, la idea que solo la espuma limpiara la superficie sucia y luego al momento se deshiciera. El lado positivo es que dejó todo limpio, el otro lado es que la espuma seguía en la superficie.

—No me miren así, me pidieron ayuda —habló el acuático demonio mientras pasaba el trapeador cerca del gran sofá de la habitación. Vaggie fue quien le ordeno que los ayudara a limpiar su desastre.

—Solo te pedimos que nos ayudaras a limpiar ¡No que cubrieras el hotel con espuma! —bramó la dama de parche en un ojo.

—Lo que sea —rodó los ojos al oír a la de cabellos platinados hablarle desde el otro extremo de la sala—. Solo fue un error de cálculo en la carga de jabón. Aunque me sorprende que no haya derretido nada, eso lo llamo un rotundo éxito —murmuro lo ultimo para sí con una sonrisa que llegaba hasta sus ojos.

—¿Qué dijiste? —Vaggie toma el trapeador con ambas manos como bate de baseball con la idea de usar a Baxter como pelota para batear un home run.

—Hey, no fue tan mala la idea, al menos el hotel no huele a muertos ahora —señaló Angel tomando una copa en el bar junto a Husk quien limpiaba unas jarras.

—Vaggie, hay que verle el lado bueno, al menos tuvo la intensión de ayudar —calmó la rubia viendo a Baxter  limpiando el piso sin prestarle atención a los demás. Aunque había mirado a Angel con incógnita.

—Sí ¡Fue una idea original! —Baxter se estremeció. La voz de Alastor lo alertó a tal punto que su neurosis se disparo como bala perdida, ahí estaba el demonio radio frente a él, envuelto en una oscura aura, destellaban los símbolos de vudú a su alrededor y el acuático demonio pensó lo peor—. Sin embargo, me parece que a partir de ahora debes moderar mejor tus imprudencias, colega.

Las aletas bajaron junto con su rama/linterna, quería salir corriendo, estaba aterrado y sabía que de alguna forma le cortaría en rebanadas, si no estuviera Charlie ahí era lo más sensato esperar lo peor, estar tan nervioso que sus piernas temblaban como la gelatina de sesos que una vez Niffty preparo.

—Yo digo que fue divertido —intervino Angel sin la necesidad de ver al par. Veía desde el reflejo de su copa como Baxter se paralizaba a la presencia del demonio de rojo—. Una fiesta de burbuja es lo que le hacía falta a este lugar ¿No lo crees? ¿Tú qué opinas, Niffty?

—Jijijiji sí, el olor que escogiste es divino, gracias, Baxter. Sí sirvió uno de tus experimentos —alagó Niffty y el demonio acuático sonrió avergonzado ante el elogio, hasta que se percato bien de las palabras de la más pequeña.

—Esa cosa limpio bien el bar al menos —señalo Husk a su espalda—, pero no quiero que actives esa mierda de nuevo en mi presencia —advirtió señalando al pequeño demonio y sacudiendo un poco de espuma de su cola.

—¿Qué? Oh, cierto que a los gatos no les gusta tomar un baño, ahora si tienes un olor pasable —se burló Angel inclinándose en la mesa del bar—. Aunque no me molestaba antes ¿Qué me dices gatito?

—Sera mejor que cierres la puta boca —amenazó al más alto con su mal genio. Angel apoyaba su codo en el bar y su barbilla en una de sus manos , se entretenía viendo a Husk. Claro, estaba molesto porque fue visto por Angel cuando lo encontró sacudiéndose con la melena esponjosa y suave.

Lo que nadie notaba era que Alastor seguía mirando con esa sonrisa tan perturbadora suya hasta que al girar sus ojos en torno a Husk y Angel se distrajo lo suficiente para que Baxter saliera huyendo hasta llegar a donde la pequeña Niffty seguía limpiando.

~White Noise~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora