|08|Me estoy enamorando de ti, mi querido Jimin|

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Capítulo 08

"Me estoy enamorando de ti, mi querido Jimin"

Lara

Siempre me pregunto ¿que habría pasado si yo fuera distinta?, ¿si fuera otra persona?, esas dudas siempre me rondan por la cabeza, si en lugar de ser la chica débil, solitaria y algo distinta a las demás, fuera la chica linda, hermosa y amada por todos, aquella que todos admiran.

En fin, supongo que no puedo huir de mi destino, y lo que soy, la esencia que sólo me pertenece a mí, que cada uno contiene.

Mire de un lado a otro pensando en que hacer, mire de reojo a Jimin, este se encontraba sentado en el sillón en frente mio. Se encontraba del mismo modo, pensativo, lo mire con atención. Este chico se encontraba inflando y desinflado sus mejillas, no podía evitar que con sus labios se forma un pequeño puchero, se veía de lo más tierno. Eso provoco en mi, una pequeña sonrisa discreta.

—Amm, ya haz ¿pensado en algo? —dije sin mirarle, algo nerviosa.

—N-no, aún no, y... ¿tu? —dijo del mismo modo, sin mirarme.

—N-no, aún no —dije sin mirarle, solté un gran suspiro.

El silencio incómodo no lo podíamos frenar, simplemente se hacía presente cuando se le antojaba, pero fue entonces cuando se me ocurrió una gran idea.

—Jimin, creo que ya se que podría hacer, se me ocurre que... podría explicar lo que significa para mí la pintura —dije parando me del sillón con la mirada en alto.

—Buena idea, aun que... ¿que significa para ti el dibujo? —sonrió levemente.

—¿Ah? —baje mi mirada algo decepcionada. Suspiré —No tengo ni la más mínima idea, supongo que... —me interrumpió.

—Sabes Lara aun no me lo haz enseñado, si lo hicieras podría ayudarte, recuerda que no tenemos tiempo, son las 9:30 pm —dijo poniéndose de pie.

—Cierto, te lo mostraré, sígueme —dije para tomar su brazo, jalar de él y dirigirnos a mi habitación.

...

Al entrar, me dirigí en específico a uno de mis cajones, ahí lo había guardado con mucho cuidado, lo saque y me acerque nuevamente a Jimin.

—Aquí esta, cuídalo, me esforcé demasiado —sonreí como una tonta mientras se lo entregue.

—De acuerdo, te aseguro que lo cuidare como mi propia vida —dijo mientras lo sostenía en sus manos.

Lo miraba con atención, en su rostro tenía una pequeña sonrisa, fue entonces cuando admiro el dibujo, que más bien era una pequeña pintura, en cuanto lo vio, sus ojos se abrieron de par en par, me miró inmediatamente.

—Lara... ¿tu lo hiciste? —dijo mirándome atento.

—Amm si, ¿por qué?, ¿sucede algo? —lo mire algo preocupada.

—No, no es eso, sino que... —lo interrumpí.

—¡Ya se!, lo odias, no te gustó... lo sabia, sabia que ni era tan bueno, no debí enseñar... —me interrumpió.

—Tranquila Lara, no es eso —me tomo por los hombros y sonrió, sus ojos desaparecieron, más bien, se convirtieron en una línea recta.

—Sino es eso entonces, ¿que es? —desvié la mirada.

Mi única misión eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora