Capítulo 38
"Lara, rompe nuestro contrato"
Lara
—¿Eh?, ¿Elara? —frunci el ceño despegando me un poco del abrazo de Suga.
—Si tu... —lo interrumpió Melisa con una gran risa malvada claro acompañada de unos fuertes aplausos.
—Pero que encantadora reunión familiar, pero me doy cuenta de que no eres tan tonta como aparentas mi querida Lara, haz roto mi hechizo hacia YoonGi que estuve controlado durante años, pero te prometo una cosa —con un movimiento en sus manos tomó un cetro negro —. Prometo que destruir todo lo que te hace feliz empezando con tu querido hermanito
Con un movimiento lanzó un tipo de hechizo que obviamente fue lanzado a Suga, lo mire sorprendida sin poder creerlo.
—Mi querido YoonGi, tu habías dicho que lo que más amabas era dormir, pues te consedo tu mayor anhelo, dormir por la eternidad —Suga habia caido al piso completamente inmóvil.
—¡¿Que le haz hecho?! —pregunté mientras colocaba su cabeza en mis piernas.
—Ya lo he dicho, el dormira por toda la eternidad y no hay nada que pueda interrumpir su descanso eterno —soltó una risa malvada.
—¡Eres un bruja! —interrumpí su alegría.
—¿Una bruja yo?, querida pero si nisiquiera haz visto nada, ahora siéntate y compra algo de palomitas mientras observas como hago trizas a tu amorcito —dijo para tele transportarse a un lado de Jimin.
—¡No! —dije dispuesta a ponerme de pie e ir tras ella, pero esta vez me encerró en lo que parecía un cubo de cristal.
—Calladita querida, así disfrutaré más del sufrimiento —sonrió mientras se colocaba arriba de Jimin quien aún seguía mal herido por Suga.
—¡No te atrevas a tocarlo! —advertí de lo más seria y desesperada.
—¿Y quien eres tú para darme órdenes he? Por si no lo sabes, yo haré lo que me plazca —anunció con una sonrisa —. Ahora mi querido Jimin, prepárate por qué perderás tus queridas alas.
¿Sus alas?, acaso estaba hablando en serio, el odio que s eneocntraba en su interior eran tan fuerte como para cortar las alas de alguien que nunca le había hecho daño.
—¡No! ¡Melisa te lo ruego! no le hagas nada —mis ojos comenzaron a cristalizar se.
—Demasiado tarde, ahora ve cómo sufre tu querido Jimin —anunció con una risa malvada.
—¡No! —grite con todas mis fuerzas.
Mis gritos parecían en vano, pero no podía dejar de intentarlo, no ahora ni nunca. De un movimiento Melisa transformó su setro en una espada, con la cual corot de un tiro el par de alas de Jimin. Mis gritos y lágrimas eran incontrolables, los gritos de Jimin para mi eran como el mismo infierno, su dolor era como si me empuñar an un cuchillo en el estómago, un dolor que no le desearía a nadie.
—JAJAJA pero que mal por ustedes, sin sus alas, me temo que el tiempo de Jimin con vida esta contado —dio Melisa acercándose a mi.
—Y en cuanto a ti, solo me das lastima, eres una niña tonta, que no puede hacer nada mientras las personas que quieres sufren por ti —me señaló afuera del cubo de cristal.
—¡Callate! —dije parando me pues me encontraba arrodillada.
—No querida, no ahora, tus amigos han muerto por ti.
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Mi única misión eres tú
Aléatoire¿Crees en criaturas sobrenaturales?, si no es así, con esta historia lo harás, pues tanto ángeles, demonios y diosas tienen un lugar importante aquí. Att: Park Jimin