Capítulo 31
"Un amor que por nada del mundo puede romperse"
Lara
—Bien, ya nos vamos chicos, hasta mañana —dijo Jimin parándose del sofá, suspire y me levante del mismo modo, tme su mano y nos dirigimos a la puerta.
Salimos y comenzamos a caminar de la mano, tal vez mi físico estuviera con el, pero mis pensamientos estaban en otro mundo ¿en verdad se irán?, ¿por qué la reina se llama igual como mi mamá?, ¿y por qué tengo sueños tan raros?, ¿que significa?, ¿me estaré volviendo loca?, aquellos pensamientos comenzaban a desesperarme, más sin embargo Jimin interrumpió mis pensamientos.
—¿Sucede algo Lara? —me miró Jimin, palpadie un par de veces regresando a la realidad.
—Amm no, está todo bien —fingi una leve sonrisa.
Continuamos caminando, ni siquiera sabía lo que tenía, tal vez no sólo eran mis preguntas estúpidas, sino que estaba preocupada por que Jimin se iría mañana.
—Lara, ¿en serio no te sucede nada? —paro de caminar y se posicionó enfrente mio.
—No, todo está bien —volví a fingir una sonrisa, más el negó con la cabeza.
—Sabes, tu no puedes mentirme, si tienes algo que decirme, debes hacerlo, puedes confiar en mi —me regaló una sonrisa reconfortante.
—Jimin —baje la mirada —. ¿En verdad te iras mañana? —no quería mirarlo no quería saber su respuesta, tenía miedo.
Sentí como nuevamente tomó mi mano con fuerza, jalo de ella y nuevamente comenzamos a caminar, solo que esta vez no en dirección a casa.
—Jimin ¿a dónde vamos? —pregunté algo confundida, a lo que él respondió.
—Te mostraré un lugar —me preocupaba, pero si era con el, seguro estaría a salvo.
...
Llegamos algo agitados al lugar tan misterioso que había mencionado, mire con atención cada espacio nos encontrábamos en la sima de una pequeña montaña, desde este lugar se podía ver con certeza toda la ciudad, parecía como si nadie viniera por el estado, pero me preguntó ¿a quién no le gustaría venir?, sin duda la vista es más que mágica. Sentí como unos brazos rodearon mi cintura por detrás, baje mi mirada levemente, aquellos brazos fuertes con calidez eran los de Jimin, su mentón se había posicionado en mi hombro derecho, este era un momento mágico, que sin duda no me gustaría olvidar.
—¿Te gusta la vista? —pregunto casi en un susurro, más sin embargo lo escuché con claridad, asentí.
—Es muy bella, ¿como lo descubriste? —pregunté sin despegar la vista del frente.
—Es una larga historia, pero sin duda, quería traerte antes de irme —palpadie un par de veces regresando a la realidad.
Me gire de inmediato, parecía que estaba sorprendido debido a mi acción lo mire fija, estaba preparada para su repuesta a lo que le preguntaría.
—Jimin, ¿en verdad te iras mañana? —tenía un cierto cosquilleo en el estómago mientras esperaba su respuesta, el suspiro.
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Mi única misión eres tú
De Todo¿Crees en criaturas sobrenaturales?, si no es así, con esta historia lo harás, pues tanto ángeles, demonios y diosas tienen un lugar importante aquí. Att: Park Jimin