Capítulo 02
"Siempre te protegeré"
Lara
—¿Q-que acabas de decir? —dije burlando me por la tontería que dijo.
—Oyeee, no es nada gracioso, te estoy diciendo la verdad —desvío la mirada haciendo un leve puchero.
—Bien, como sea, supongamos que es cierto, dime... te llamas ¿Jimin?, ¿no? —fruncí el ceño.
—Si, y soy tu ángel —me sonrió lindo.
—No te creo —alce la ceja —. Es imposible, además ¿en donde están tus alas? —me cruce de brazos.
—Tienes que creerme te estoy diciendo la verdad, yo... debo esconder mis alas, no tengo permitido mostrárselas a ningún humano —dijo mirándome serio.
—¿Por qué? —pregunté curiosa.
—Ese es otro tema, además, ¿como explicarías que ya no tienes cicatrices? —dijo el chico sonriendo seguro.
—Buen punto, así que, tal vez debería darte una oportunidad —desvíe la mirada y sonreí levemente —. Bien, niño Ji... —frunció el ceño al ver que no estaba.
Mire a mi alrededor por toda la habitación, ni un rastro del chico rubio, suspiré.
—¿Y ahora a donde carajos se fue?, ¿acaso lo imagine? —mire mis brazos sin ninguna herida —. No, no pude a verlo imaginado.
Me tire a la cama mirando el techo, no sabía si lo que acababa de pasar era cierto o no, si era un producto de mi imaginación o no, ¿que rayos sucede conmigo?
—Solo prométeme, que estarás a salvo —dije mirándolo con temor.
—Lo haré, mientras se trate de verte sonreír —dijo para darme un cálido beso en los labios.
"Siempre te protegeré"
...
Desperté con dolor de cabeza, una vez más es estúpido sueño, como era mi rutina diaria, me levante y me di una ducha corta, me vestí casual, ropa negra, me mire en el espejo y trate sonreír, blaaa, son tonterías.
No entiendo como las chicas de mi edad se la pasan frente al espejo horas y horas maquillándose y sonriéndose a su misma sin ninguna razón, se me hace absurdo.
Baje y gracias a Dios, mi tía ya se había ido al trabajo, eso es bueno, desayune algo de cereal, pues no me da nada de hambre, en realidad casi nunca como, ni en el instituto, tal vez sea la razón por la que estoy ta delgada.
Tome mi mochila y me decidí por salir de casa, ir en mi patineta camino a la escuela, era lo mejor.
...
Al entrar al instituto, tuve la suerte de que no me encontré a los idiotas de Melisa y sus amigos, estando en mi salón, comenzaron las clases normales, aun que como ya deben de saber, acostumbro sentarme hasta el fondo del aula, justo en la ventana, así evitó la comunicación, razón por la que no tengo amigos, y no le habló a nadie.
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Mi única misión eres tú
Acak¿Crees en criaturas sobrenaturales?, si no es así, con esta historia lo harás, pues tanto ángeles, demonios y diosas tienen un lugar importante aquí. Att: Park Jimin