Nie Huaisang agradeció internamente cuando termino la llamada que religiosamente hacia a su madre cada semana, si quería evitar que ella le llamara hasta en la oficina acosándolo y dramatizando sobre si había tenido otra recaída, llego a un acuerdo donde se comunicaría con ella por lo menos una vez a la semana dándole detalles de su día a día, no era una práctica que disfrutara, pero si quería evitar el acoso y el posterior disgusto, tendría que hacerlo, aunque lo considerase innecesario.
Como el hijo menor del fallecido juez Nie y muy querido amigo del padre de los hermanos jade de Lan y el Ministro Jin, así como del embajador Jiang siempre se esperó mucho de él, aunque corrió con cierta suerte al ser su hermano mayor quien se hiciera de logros, por lo que pudo disfrutar de cierta libertad, eso también se lo debía a su madre quien al ser más joven le dio un nuevo aire a la familia Nie, porque aunque su hermano llamara madre a la viuda de su padre, no era la misma que trajo a la vida a MingJue, la madre de este murió pocos años después del nacimiento de su hermano y por ende la figura materna fue la segunda esposa.
Esa libertad se intensifico cuando conoció a Jin XuanYu, el hijo menor del ministro Jin y por él es que ahora se sentía intranquilo, a pesar de haber hablado con su madre, consideraba una tarea imposible el calmar sus nervios, mientras daba vueltas en su habitación.
De pronto escucho el sonido de un automóvil, se acercó a la ventana abriendo levemente la persiana, su hermano mayor acaba de regresar de la oficina y parecía hablar por teléfono; aún tenía un par de minutos mientras MingJue tomaba el elevador que lo conduciría al piso donde se encontraba el departamento en el que habitaban desde hace casi una década.
Hizo una serie de respiraciones profundas, hasta que el temblor en su mano disminuyo considerablemente, su vista viajo hasta el escritorio que decoraba su recamara, sobre la mesa se encontraba un frasco con la etiqueta "Desviación", frasco que le entrego Jin GuangYao con instrucciones específicas para su uso, el cual debía ser administrado a su hermano.
¿Por qué?
Simple, Nie Huaisang quería respuestas sobre el incidente que envolvía al asesinato de XuanYu, sabia del resultado final de la investigación, inclusive fue espectador del juicio que el alto consejo le realizo a Wei Wuxian, pero aun cuando se encontraron las respuestas que quería no estaba conforme.
Había caído en depresión, la perdida le hizo odiar al hermano de uno de sus mejores amigos causando un distanciamiento y con ello el rompimiento de amistades y...compromisos, fue entonces que Jin GuangYao le ofreció su ayuda, tomando una decisión que si lo condenaría lo aceptaría sin dudar, el solo quería justicia para quien fue el amor de su vida.
Guardo el frasco en el bolsillo de su pantalón y tomo camino a la cocina para terminar de preparar la cena que había dejado a medias.
Para cuando terminaba de preparar la ensalada que serviría de acompañamiento y agregar el aderezo (que contenía la dosis indicada por GuangYao), MingJue ingreso en la residencia, le saludo rápidamente mientras seguía conversando por teléfono por quien gracias a la voz reconoció como una mujer.
-Entonces ¿Qué te pareció?
-Si tanto le inquieta conocer mi veredicto, puedo enviarle un extenso análisis sobre mis impresiones – le respondió la mujer que se encontraba al otro lado de la línea – Creo que sería más conveniente
-No es lo mismo, prefiero escucharlo de viva voz – respondió MingJue dejando su maletín sobre uno de los sillones de la sala y tomando asiento en otro – Todos los europeos son así o solo tu
-No podría darle una respuesta objetiva, además quiero recordarle que Avalon, aunque está dentro del continente aun no pertenece de forma oficial a la unión europea, aun manejamos nuestra propia moneda
ESTÁS LEYENDO
EL CASO DEL PERFUME DE LYCORIS [Mo Dao Zu Shi] [Alternative Universe]
FanfictionESTE TRABAJO SE ENCUENTRA GRATUITO EN WATTPAD, AO3 y MANGA TOON SI LO ESTÁS LEYENDO EN OTRO LUGAR ES PLAGIO. Wei Wuxian estaba acostumbrado a huir de sus pecados cual habilidoso bandido, habiéndose acostumbrado a las tragedias que lo acompañaban des...