EL CASO DEL PERFUME DE LYCORIS [Mo Dao Zu Shi] [Alternative Universe]

Entre Flores y Sangre Novena Parte

Un campo de flores de un color carmesí recubría el suelo simulando un mar de sangre rodeaba a Wei Wuxian, quien tenía la cabeza agachada, su largo cabello caía igual que un par de pesadas y oscuras cortinas que cubrían la mayor parte de su rostro.

Las muñecas adornadas con sangre seca por todos los intentos de liberarse de las sogas que lo mantenían atado, pero era lo de menos, las puntas de sus dedos también estaban en las mismas o peores condiciones. Su camisa sucia y rota no tenía ni un solo botón que le cubriera todas las heridas recientes y otras secas al paso de convertirse en cardenales, cortesía de Wen Chao y Xue Yang.

Algunas veces alternadamente, otras juntos, su objetivo siempre era llevarlo al punto de la locura, destruirlo no solo físicamente sino en espíritu, pero no les daría el gusto, no era débil y si hasta ese punto donde las torturas ya habrían acabado con él, simplemente se mantuvo cuerdo durante sus momentos de tranquila lucidez, no se quebraría. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí?, ni el mismo lo sabía, pero confiaba en que lo encontrarían, Lan Zhan vendría y lo salvaría, solo tenía que esperar un poco más.

Mareado por ese dulzor que ya encontraba nauseabundo, recita en silencio una y otra vez el nombre de Lan WangJi como un mantra que le mantiene anclado fuera del alcance de la locura, es su único sustento que evita que Wen Chao y Xue Yang lo destruyan con sus inhumanas torturas.

Tararea la canción, esa canción que simboliza su amor por él, su alma gemela, pero entonces alguien rompe su tempo, la armonía se distorsiona a causa de un silbido que extrañamente le parece familiar, los pasos cobran sonido tras el crujido de las flores ser pisoteadas por la persona misteriosa, pero no solo eso las que están más alejadas se marchitan por donde ese misterioso ser pasa.

Wei Wuxian solo puede ver la parte baja de una túnica negra, los motivos de una flor que conoce bastante bien llaman su atención, lo suficientemente para que alce la mirada poco a poco, llegando hasta un par de ojos color carmesí que contrasta con el diseño de sus lujosas túnicas, pero no es su mirada lo que le altera sino el terrorífico parecido que comparte con esa figura que sabe es idéntico a él, pero sabe que no se trata de el mismo ¿oh si? ¿acaso lo que dijo tiene sentido?, lleno de dudas solo quedo preguntar – ¿Quién eres?

Un espectro de lo que es su sonrisa, solo que retorcida y sombría se dibuja sobre el pálido rostro de su igual, las flores de Lycoris radiata parecen brillar junto con su respuesta – Eso es obvio...soy tu

-No – se apresura e negar, sabe que se trata de una alucinación, tal vez las drogas que le inyectan a la fuerza comienzan a hacer afecto muy a su pesar – Debes estar equivocado

-Soy la parte que siempre luchas por bloquear, en cada ocasión siempre es así, te niegas a aceptarme, tomas lo que necesitas para luego dejarme botado en esta oscura prisión

- ¿Acaso eres...un demonio?

La risa lacerada en oscuridad y sarcasmo reverbera a través de aquel lugar y golpea con fuerza en sus oídos, pero aun así aquella persona le responde con la propiedad de un mayor...de un líder de secta – Si es lo que deseas creer adelante, quien soy yo para oponerme a las creencias de un joven indomable y noble como tú, puedo tomar la forma que más te plazca si así te sientes cómodo. Simplemente soy un remante de tu linaje, siempre he estado ahí, Wei Wuxian puedo ser hombre, mujer, niño, joven, anciano, tomar la forma de quien deseo es simple capricho de mi estatus, pero de todos los que he tomado esta ha sido mi favorita

-Eso significa que tú eres...el fundador

-Bingo...pero ese no es el nombre, tú sabes bien cual es

-El patriarca Yiling

-Bravo al fin das en el clavo – el inusual hombre aplaude complacido ante las palabras de Wei Wuxian y entonces se coloca sobre una piedra que aparentemente apareció para servir de asiento a su aparente copia exacta y que responde como el Patriarca Yiling.