EL CASO DEL PERFUME DE LYCORIS [Mo Dao Zu Shi] [Alternative Universe]

Pirámide de Cristal Quinta Parte

Maraton (3/?)

Shi Wu Du sale de la ducha con los nervios relajados, seca su cabello con la toalla que tenía colgada del cuello, cuando su mirada repara en el sensual cuerpo que descansa en su cama, esa espalda suave que recorrió con sus labios con dulzura lo vuelve loco y tiene que contenerse para no volver a la cama y hacer que limpiarse anteriormente sea en vano.

Se sienta con delicadeza en la cama y deja un beso en la nuca descubierta de Ling Wen, nunca lo diría, pero era palpable y obvio que sus sentimientos por ella iban más allá de una relación de cama, el añoraba su presencia, compartían cosas en común y solo con ella se sentía en la libertad de contar cada una de sus frustraciones, no se podía imaginar su vida sin ella.

Tal vez debería comenzar a cambiar su relación, no en cuentagotas, no con recelo, si dar todo, por primera vez en su vida quería dar en abundancia sin esperar nada a cambio.

Vuelve a besar a Ling Wen, jugando con el lóbulo de su oreja y esta se despierta demostrándolo con un quejido, una sonrisa se dibuja en Shi Wu Du y aprovecha para susurrar – Prepare la cena, ¿Algo en especial?

-Carne...necesito carne – murmura Ling Wen aun sin abrir los ojos, Shi Wu Du sonríe y Ling Wen también, ambos tienen esa extraña conexión que inicio a sus veinte años cuando coincidieron en una clase de la facultad de leyes, quien diría que algo tan simple sellaría su destino, enamorándose de quien menos esperaba.

-Como ordene mi señora

Shi Wu Du se colocó unos pantalones deportivos y una camiseta floja para mayor comodidad, para cuando coloco la mesa Ling Wen apareció con somnolencia, su única prenda era una camisa suya, que solo le provocaba aún más, tuvo que ignorar su deseo, por ahora debían comer, ya que también necesitaba estamina, no era tan joven como hace casi veinte años.

Comieron entre conversaciones sobre una galería que deseaban visitar, inclusive planear un pequeño paseo para el fin de semana, fue entonces que su tranquilidad se vio mermada cuando el teléfono de Shi Wu Du sonaba insistentemente, que tuvo que disculparse con Ling Wen y responder a la imprudente persona al otro lado de la línea.

-Diga

- ¡Shi Wu Du! – exclamo con alteración, al fondo se escuchaba ruido, posiblemente se encontraba en el casino – Necesito que me alcances de inmediato en la AEES

- ¿La AEES?

-Sí, acaban de enviar a A-Ying ahí, le culpan de asesinato

- ¡Que! ¡Debes estar bromeando!

-Es una maldita mentira, por eso te necesito ahí te explicare todo en el camino

-De acuerdo, nos vemos allá – responde con prisa, una mirada apenada le dedica a Ling Wen, quien no le recrimina, por el contrario, le mira con preocupación y Shi Wu Du, siente la necesidad de explicar que está sucediendo – Al parecer aprensaron al sobrino de Hua Cheng, tengo que ir y...

Ling Wen lo toma de los brazos, frotando sus manos, un gesto que desde que se conocen sabe que relaja al abogado cuando entra en una especie de catarsis – Ve con cuidado, analízalo, eres el mejor abogado que conozco y sé que no dejaras que se salgan con la suya

-Gracias – dice, luego le da un rápido beso a Ling Wen, antes de dirigirse de nuevo a su habitación y colocarse un traje.

Ling Wen suspira y se dirige a la cocina a prepararse un café, mira la hora en la máquina y sospecha que posiblemente también sea llamada sobre aquella situación desafortunada, donde era claro que todo seguía siendo una sucia trampa bien orquestada por los Jin, conocía bien su actuar y esto llevaba su firma, ese zorro astuto hijo de una prostituta había heredado más de su madre que de su padre, que gran diferencia no había, moralidad cuestionable, falta de honorabilidad, los escrúpulos eran una broma para ellos, los Jin son un nido de víboras bañadas en oro robado.