EL CASO DEL PERFUME DE LYCORIS [Mo Dao Zu Shi] [Alternative Universe]

Sombras y Arena Tercera Parte

La Duquesa de Albión, o como usualmente prefería que le llamaran en su lugar trabajo como Doctora Otfrid, Lydia llega aun con su pijama y sin la oportunidad de colocarse unos zapatos mucho más "útiles", que tampoco es que le moleste simplemente con los resquicios de nieve en el estacionamiento del Hospital de la Universidad de Carleon.

Camina con el mayor cuidado posible, hasta llegar en la entrada donde el grupo de enfermeras designados al par de Condes la aborda con toda la situación hasta el momento, mientras que otra llega con su uniforme y zapatos igual de cómodos pero manejables para moverse con mayor libertad por los pasillos.

Para cuando consigue llegar a la sección de maternidad (con su uniforme ya puesto), se mentaliza a que no debe verse preocupada por lo que sabe gracias a su esposo, lo último que vio antes de dejarlo muy a su pesar fue su rostro alterado y desfigurado por la preocupación, pero espera pronto estar a su lado y ser su consuelo como él ha sido para ella, la ensoñación de tomarse unas vacaciones que los despeje y también sirva para convivir más con sus hijos es lo que la motiva a dar lo mejor de sí, a quienes no solo eran sus pacientes, también familia.

A las afueras de la habitación se encontraban Lan WangJi y Wei Wuxian, el primero hablaba por teléfono con su tío, mientras que el segundo intentaba contactar con su hermana y padre, lo que le causo una mueca que hizo lo posible por disimular, después de todo, pensar el motivo es deprimente y por ahora no quiere arruinar un momento que debe ser de dicha y alevosía por el recibimiento de un nuevo miembro en la familia, un bebé, que cambia tu vida o en este caso bebés.

Se dirige a Wei Wuxian, quien está desocupado y este de inmediato se levanta preparado para saludarle con el protocolo, pero le detiene con una suave sonrisa – No es necesario A-Ying – dice sin quitar su semblante tranquilo – Cuéntame, ¿Qué sucedió?

-No conozco los detalles principales, pero el hermano Xichen dijo que Cheng-Cheng no había tenido molestias, pero en la madrugada parece ser que sintió la necesidad de ir al baño y bueno las contracciones se hicieron más evidentes

-Comprendo, no es que sea inusual, pero no esperábamos que se adelantara, los gemelos habían estado muy tranquilos durante el último ultrasonido – Lydia revisa su celular donde tiene sus anotaciones y el acceso a los expedientes de sus pacientes – Bien necesitare que los dos estén aquí apoyando a sus hermanos y no tienen nada de qué preocuparse, pronto tendremos a los gemelos aquí – De pronto el grito de Jiang Cheng resonó en todo el pasillo y Lydia podia suponer que inclusive en todo el hospital, Wei Wuxian le dio una sonrisa apenada, pero ella no estaba alterada, no era la primera vez – Esa es mi señal

Deja a la pareja e ingresa a la habitación en donde Jiang Cheng, que como ya es conocida con su poca paciencia gritando y casi amenazando de muerte a Lan Xichen, Lydia se acercó al nervioso padre dándole un poco de confianza – Ten paciencia Xichen, apoya a tu esposo

-Gracias doctora Otfrid

Lydia asiente y entonces se dirige a un afligido Jiang Cheng, quien ve en ella a una salvadora, lo que la hace sentirse bendecida y presionada al mismo tiempo.

Revisa el estado de la próxima madre y luego de asegurarse que las enfermeras han colocado el catéter, toma el pulso de Jiang Cheng y llama a las enfermeras para que traigan consigo la anestesia solicitada por el propio Jiang, puesto que, al ser un parto gemelar, lo mejor era una cesárea para disminuir el riesgo lo mayor posible.

Giran a Jiang Cheng y lo sujetan para evitar que se mueva, Xichen tratando de tranquilizarse y siendo el apoyo incondicional de su esposo.

-Colocare la epidural que adormecerá el área del abdomen a debajo de la cintura, por lo que durante el procedimiento no sentirás nada, así que mantente lo más rígido posible, ¿de acuerdo? – Jiang Cheng aun entre el dolor acepta, Lydia se encarga de tomar la medida exacta e inyecta el líquido y solo puede imaginarse el dolor que intenta controlar – Es un instante, lo estás haciendo muy bien Jiang Cheng