Come with me

Doce

La vida de los Black había cambiado por completo, esa noche los había vuelto distantes, llegaron a ese barrio porque Alessia había buscado algo de privacidad, la forma de no estar en constante contacto con la gente, su vida era increíble, se complementaban a la perfección, se amaban y ninguno de los dos sabía bien lo que estaba sucediendo en esos momentos pero una cosa si era segura, la pelinegra no volvería a confiar en nada que saliera de la boca de Scott.

Salía de madrugada, cuando pensaba que ella estaba dormida y a ella le aterraba que solo fuera a ver a Ava, porque sabía que eso era exactamente lo que hacía.

Uno de esos días escucho la puerta cerrarse, dirigió sus pasos a su estudio, todavía le quedaba eso, puso uno de sus lienzos en blanco, se sentó enfrente apoyando su cabeza en las rodillas.

"¿Todo bien?" Escucho con la voz de su vecino "no te ves tan animada desde hace días".

Le regalo una sonrisa por la ventana, se encogió de hombros y volvió a ver el lienzo blanco.

"Tengo que salir por algo pero en cuanto vuelva podemos dar un paseo, como la otra noche"

Ella solo asintió, Adam entendió que estaba haciendo mal, que no decirle a Alessia lo que pasaba entre su hermana y Scott la iba a terminar lastimando más de lo que se imaginaba.

— Ava, ahora vuelvo, no quiero ninguna sorpresa cuando esté de regreso — amenazo

— cálmate Adam, necesitas un poco de ese líquido rojo para bajar esos humos — le sonrió hasta dejar ver sus colmillos

— Ava, estoy hablando en serio

— y yo también — se acercó para darle un beso fugas en la mejilla — cuídate

Adam vio como su hermana se fue a su habitación dando pequeños saltos, no confiaba mucho en dejarla sola por un tiempo pero necesitaba salir y no era una especie de niñero.

Mientras Alessia tomó su paleta, un pincel, pintura negra y comenzó a trazar líneas, primero eran suaves, delicadas pero como pasaban los minutos sólo daba pinceladas sin sentido, con la furia que sentía, la impotencia que le causaba no poder hacer nada, su esposo se estaba viendo con alguien más pero ella también lo estaba haciendo, eso era lo que más conflicto le causaba.

Después de terminar con el lienzo y las manos totalmente negras decidió que era un buen momento para ver a Adam y pedirle algún consejo, sabía cuál era la respuesta, que estuviera con él pero eso era lo que realmente la confundía.

Camino hasta la puerta de Adam, curiosamente estaba ligeramente abierta, la empujó, escuchó ruidos en la parte de arriba, "seguro Adam está tocando algún instrumento" pensó, subió con cuidado y dirigió sus pasos hasta la sala donde había estado un par de veces.

Se quedó quieta, casi no quería respirar porque sentía que iba a ser descubierta, Ava pasaba su nariz por el cuello de su esposo, abrió lentamente la boca y Alessia pudo ver los colmillos, parecía una especie de escena sexual pero sin necesidad de estar desnudos o que en verdad estuviera pasando algo, entonces Ava enterró los colmillos en la piel de Scott.

— ¡Scott! — soltó su garganta

El hombre aventó a la vampiresa, los colmillos rasgaron un poco más de la piel para hacer una herida más grande.

— Sia, ¿qué haces... qué haces aquí? — le cuestionó su marido

— no se, venía a hablar con Adam, pero veo que tú estás bien con ella ... — se le terminó la voz y los ojos se le llenaron de lágrimas

— ¿por qué con Adam? — quería intentar voltear la jugada — ¿tú que tienes que hablar con él?

— nada ... nada ... — se limpió una lágrima que está resbalándose por su mejilla pálida — que disfrutes de mi esposo, de Scott

Ava veía todo con una expresión burlona, asintió cuando la pelinegra le regaló una mirada, Alessia salió de la casa lo más rápido posible.

Escucho a Scott gritarle pero no paro, siguió hasta poder estar en su lugar seguro, en su estudio, el lienzo que había hecho unas horas atrás fue destruído gracias a que lo arrojó hacia la pared.

— ábreme Alessia, tenemos que hablar — golpeó más fuerte la puerta — también tengo que hablar contigo respecto a lo qué pasa con Adam

— ¿para que? — gritó desde dentro — ya se que te ves con Ava, ya ni siquiera hablamos, vete con ella y déjame en paz

— Alessia por favor, abre

— no, no ... vete

El pelinegro continuaba gritando, diciendo cualquier cosa para llamar la atención o enfurecerla, cosa que no sucedió, la chica vio a Adam entrar a su casa, se quedó un tiempo considerable viendo hacia esa dirección hasta que vio como Adam echaba a Ava de su casa.

Busco con desesperación la mirada de Alessia, la logró encontrar.

"¿Estás bien?" ... ella negó, "me contó lo que hizo, ¿Scott está en tu casa?" ... asintió, "necesitas que te saque de ahí?"... volvió a asentir.

Lo vio alejarse de nuevo a su casa, trajo consigo una especie de escalera, la posicionó en la ventana del estudio para que ella pudiera bajar, abrió la ventana sin hacer ruido o el menos posible, bajo con cuidado hasta llegar a los brazos de Adam.

— vas a estar bien, lo prometo

— yo lo sabía... lo escuchaba — soltó un pequeño quejido proveniente del llanto que acababa de comenzar — yo tenía idea de que se estaban viendo y no dije nada porque supuse que era algo pasajero

— vamos a mi casa ¿si? Ahí nadie te vera

— Scott puede ir a buscarte o a Ava

— bueno lo tendré que atender en la puerta, vamos

Ella seguía aferrada al cuerpo del vampiro y él la guiaba un poco hasta poder llegar al interior de su hogar, la dejó en la parte de arriba mientras se aseguraba de devolver la escalera a su lugar, por si Scott salía.

Cuando regreso vio a Alessia dormida en el sofá, abrazada a uno de los cojines que tenía en el mismo.

— descansa, se vienen días complicados — le acaricio el cabello, que era tan negro como la noche — te voy a cuidar así sea lo último que haga