Come with me

Treinta y cuatro

Epílogo.

— te puedo apostar lo que quieras por que ese no es el camino, Adam, se hacia donde está la casa de mi madre — se quedo quieta y cruzo los brazos

— hace tanto que no vienes probablemente estás confundida— se acercó a ella — no te enojes... no me gusta que lo hagas

— si lo dices por aquel sujeto no es mi culpa, el se quiso propasar y no me iba a dejar — los brazos de Adam la rodearon — aparte solo lo levanté un poquito y sufrió una fractura de brazo

— si, pero yo no quiero que me fractures el brazo — ahogo una risita — ahora vamos por ahí

— no, no voy a ir por ahí porque claramente es por este lado

Al final Alessia tenía razón, la casa de Fela estaba en dirección contraria a donde señalaba su ahora esposo, pasar más de 85 años lejos de Polonia no iba a permitir que la buena memoria de la chica se olvidara en donde estaba la casa.

La mayoría del mundo fue recorrido durante todo ese tiempo, tomaron unas vacaciones en Tailandia, pasearon por Rumania, recorrieron Argentina en una especie de tour nocturno hecho por ellos mismos, disfrutaron del clima frío de Canadá, en Francia Alessia pudo exponer sus pinturas por un largo tiempo y en la ciudad del amor decidieron casarse ya hace 50 años.

Asaltos silenciosos a bancos de sangre de todo el mundo se convirtió en una actividad recreativa para la pareja.

Un pequeño loft con vista a la torre Eiffel fue uno de sus puntos de regreso, a ambos les sentaba bien aquella ciudad y estaba bastante cerca de Polonia si su plan era regresar al punto inicial.

Alessia también descubrió nuevas cosas que podía hacer con sus "poderes", Fela solía aparecer en sus sueños para ayudarla a descubrir nuevas formas de ocupar todo ese poder que había en ella.

Por su parte Adam notó que la compañía de la pelinegra empezaba a cambiarlo de formas inimaginables, ahora solía sonreír más, hacia bromas, era un vampiro distinto y le agradaba ser así, de alguna manera se había liberado u estaba olvidando el odio hacia los zombies que los rodeaban día a día.

Al llegar descubrieron que Kaspar en efecto había cumplido con su promesa, lo hizo poco a poco pero la casa quedó como nueva.

— ¿de verdad esa es la casa? — Adam se acercó sorprendido

— así que nuestro amigo cumplió su palabra — Alessia aplaudió demostrando emoción— si mamá viera su casa así estaría muy feliz

— creo que sabemos de sobra que ella logra ver todo a través de ti — le guiño — te escucho cuando hablas con ella por las noches

Ella solo se encogió de hombros para proseguir a abrir la puerta "nueva" de la casita.

Kaspar había hecho un trabajo realmente increíble, ninguna pared tenía huecos, había una pequeña alacena, la mesa donde solían charlar había sido mejorada, sillas nuevas, el dormitorio ya contaba con una cama decente, el cuadro que Alessia había pintado para Fela colgaba en la pared.

— esto es impresionante — la chica no dejaba de maravillarse — debemos considerar venir a vivir aquí al menos un tiempo

— tú dime cuando y estaremos aquí el tiempo que necesites

— sabes que siempre he querido volver pero estos largos años han sido tan increíbles que me niego a perder todo eso que tenemos — se acercó a él para rodear su cuello con sus manos

— Alessia, solo has pasado unos cuantos años, te ves exactamente igual que cuando te conocí — detalló su cara con su pulgar — nos quedan tantos para hacer y volver a cualquier lugar del mundo que nos quedemos en Polonia unos cuantos no nos hará daño

— ¡quedémonos en Polonia! — dio un pequeño salto para enrollar sus piernas en la cintura de su esposo — vamos a quedarnos unos 20 años y luego vemos qué pasa ... se de alguien que va a extrañar Paris y su bella vida nocturna

— no es mi culpa, tú fuiste quien me enseñó todo eso — la beso — podemos ir y volver cuantas veces lo desees ... los zombies hicieron un gran trabajo en el tema del transporte

— tiene toda la boca llena de razón señor vampiro

Alessia bajo las piernas para hacer una de sus actividades favoritas, bailar, les encantaba sentirse cerca uno del otro, a joven aprendió a disfrutar de la fragancia que desprendía Adam, aunque llevaba mucho tiempo sin ser un "zombie" aún lograba cautivar con ese aroma que la volvía loca.

Los movimientos rítmicos los llevaron hasta la habitación, donde procederían a hacer otra de su actividades recreativas favoritas, nunca se cansarían de estar piel con piel, tan unidos por sus cuerpos como les fuera posible, los besos fríos de Adam recorriendo la piel pálida de Alessia seguían provocando una especie de escalofrío y el hecho de poder dormir abrazados al terminar les regresaba la paz que tanto anhelaban.

— ¿alguna vez te arrepentiste de convertirte? — entrelazó sus manos — no disfrutas más del sol, ni de las actividades del día

— cambiaría todos mis años como zombie siempre que pudiera — beso sus nudillos — todos esos años que pase con Scott podría fácilmente dárselos a alguien que solo me generara recuerdos contigo, bailando y cantando en Ámsterdam

— esa es mi chica — beso su frente — Alessia, te amo ... te amare por 10,000 vidas más

Alessia hundió su cara sobre el pecho del vampiro y ahogó un grito de felicidad, volteó a ver esos ojos que la hacían temblar y alcanzó a darle un beso en su barbilla.

— Adam, yo te amare 10,000 vidas más una — arrugo su nariz — gracias por hacerme como tú, ahora soy mucho mejor gracias a ti

Volvieron a abrazarse para poder dormir tranquilos, en su nueva casa, con todos los años por delante, una vida que recién empezaba y ellos solo sabían disfrutarla.

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Y ahí está! Capaz no es el epílogo que esperaban jaja de vuelta a Polonia pero espero que al menos les agradara poquito. 🙈

De nuevo Gracias a los que sigan por aquí, por esperarme tanto tiempo a tenerles estos capítulos.