Come with me

Veintitres

Alessia comenzó a escabullirse antes de que anocheciera, algunos días más temprano para que Adam no se diera cuenta de nada hasta que un día la atrapó intentando escapar de la calidez de su cama.

— ¿donde vas? — preguntó aún somnoliento

— iré a buscar más pintura — dijo acomodándose el pantalón — duerme aún faltan unas horas para que se oculte el sol 

— Sia ... vuelve a la cama, duermes muy poco — se giró para verla — ven

— no, duerme, ahora vuelvo ... no tardo

Logró salir de la casa sin problemas, había pintado un cuadro de aquella casita para regalárselo a Fela, días antes le había comentado que le gustaba pintar y ella quería ver su trabajo, así que lo más sensato que encontró pintarle fue su casa.

Avanzaba rápidamente entre las calles, compró en una panadería local unos cuantos bizcochos y un poco de café de grano que sabía que le gustaría a la mujer, de nuevo dio saltitos entre la gente que aún quedaba en las calles, llegó al lugar, no había nadie otra vez, suspiro y espero en su roca favorita.

Las horas pasaban y Fela no aparecía, se empezó a preocupar pero tendría que volver ya, Adam empezaría a sospechar, decidió entrar y buscar algo para escribir, un pedazo de carbón que le ayudó.

"Esto es para ti, espero que te guste, se lo que significa y representa esta casa.

Con cariño, Alessia"

Dejó el cuadro en la mesa junto al café y un bizcocho.

Cuando regresó entró con cuidado, dejó algunas cosas en la mesa, sintió las frías manos recorrer su cintura hasta entrelazarse enfrente de ella, la nariz de Adam de corrió cada centímetro de su cuello hasta llegar a su quijada donde dio ligeros besos.

— estás triste — le dijo cerca del odio

— ¿que? No, para nada

— Alessia, estás triste ¿qué pasa? — la giro para poder clavarle la mirada — ¿que haces cada que te vas?

— no te estoy engañando si eso es lo que crees — le dijo soltando una pequeña risa

— yo no dije eso pero bueno ahora que lo mencionas tendré que ponerlo en mis posibilidades

— estoy ... estoy yendo a la casa de mis sueños — rodó los ojos

— ¿vamos a comprar una casa?

Alessia sintió un pequeño hormigueo por el estómago cuando Adam se cuestionó aquello, sabía a qué se refería, lo podía notar en su mirada pero le pareció bastante tierno que pensara en mudarse hasta acá y vivir juntos.

— no tonto, me refiero a la que se aparece en mis sueños, vive una señora, Fela se llama — comenzó a explicar — es muy amable y siempre es muy linda conmigo, tengo unos días de estar yendo a platicar con ella y a tomar café

— No puedes ir confiando en la gente así como así Sia — la soltó — ¿qué tal que no es tan buena como crees? ¿Que pasaría si resulta ser un engaño y terminas mal?

— ¿por qué terminaría mal? — bufo cansada — ¿no has visto por aquí mi ...?

— no trates de cambiar de tema — la tomó de las manos

— no trató de hacerlo

— Alessia

— está bien, quizás un poco pero te digo la verdad, ella es buena ... es muy dulce conmigo y no se, me siento bien estando cerca de ella ¿sabes? Es como una sensación extraña de familiaridad — se dejó rodear de nuevo por los brazos de Adam y ella llevó los suyos al cuello del mismo — ¿nunca te paso?