Dieciséis

323 50 10
                                    

La chica se despertó de golpe, ya no estaban juntos, la luz de la luna entraba por la ventana, había dormido todo el día, su horario se estaba recuperando.

Salió y encontró a Adam con la cabeza hacia atrás, el líquido rojo salía por la comisura de sus labios que formaban una perfecta sonrisa, de esas que solo le había visto unas cuantas veces.

— ¿interrumpo? — cuestionó ella sacando de su trance al vampiro

Este volvió en si y limpio los restos de sangre.

— no, solo que necesitaba un poco de esto para recobrar las fuerzas que el viaje me había quitado

— lo siento — se sentó junto a él — ¿quieres comer otra cosa? ... me refiero comida

— no, yo no hago eso

— disculpe usted — se encogió de hombros — ¿te molesta si yo ...?

Este negó y vio como la chica iba rápidamente a la cocina, antes de llegar a la casita habían pasado por el pueblo a comprar un par de cosas, Alessia no sobrevivía solo con agua, sangre y no planeaba probar sangre de otras personas.

Con una especie de emparedado volvió a su sitio.

— tengo un plan — dijo la chica después de pasar un bocado — me refiero a que creo que se como llegar a casa

— sorpréndeme ... ¿cómo?

— reconozco las calles pero necesito que me acompañes, podemos ir en la noche, bueno, ahora si quieres pero no quiero ir durante el día, aún no me atrevo a verla

— ¿quieres ir ya? — preguntó el vampiro

Alessia asintió repetidas veces, Adam estaba ahí por ella, le había devuelto las ganas de estar y pertenecer a alguien más, así que solo suspiró y también asintió.






Se movían con agilidad, a pesar de estar tan cansados del viaje eterno por el cual habían tenido que pasar, la chica parecía tener 5 años de nuevo, el pueblo no era tan grande pero tenía sus encantos, esas calles llenas de puestos, de gente, recordaba un poco de niños que jugaban con una pelota de aquí para allá pero jamás pensó que regresaría a su hogar, lo que había sido su primer hogar.

Adam estaba con el semblante serio pero veía a Sia con ternura, parecía una niña chiquita que intentaba volver a casa sola, riendo y sin peligro pero completamente sola.

Llegaron a una calle después de girar varias veces a la derecha, se quedó quieta como intentando que nada ni nadie la viera.

— ¿qué sucede? — cuestionó Adam llegando junto a ella en un ágil movimiento — ¿es esta?

— creo que si — tomó la mano del pelinegro tan fuerte que parecía que le haría daño — ya no estoy segura de esto

— Alessia — recriminó — no estás sola, estoy aquí contigo

— me da miedo ver la casa que compartí con mis padres ... no espero que esté desocupada pero también no quiero que alguien más viva ahí, no sé si me explico

Adam asintió.

— pero está bien, si estás conmigo y te traje hasta el otro lado del mundo lo menos que puedo hacer es acercarme

Caminaron tomados de las manos, si alguien salía o cruzaba por ahí parecerían una pareja de turistas, en un lugar como ese la mayoría de las personas se conocían y cuando veían a alguien extraño deducían que era algún turista perdido.

Unas cuantas casas adelante a Alessia le palpito el corazón tan fuerte que pensó que se le iba a salir del pecho, Adam también lo noto, en su mano se podía sentir sus latidos tan vívidamente que acercó más a la chica y la abrazó.

— es ahí, esa es la casa — le dijo Alessia señalando el lugar — hay personas, otras personas

— si, Alessia en cuanto te mudaste de aquí era evidente que la casa sería de alguien más, quizás hasta tus padres la vendieron para poderse ir a Estados Unidos — mientras aún la abrazaba

— me encantaría entrar y ver todo de nuevo... como antes

— no creo que eso se pueda hacer

Se soltó del abrazo, camino unos pasos más cerca de dicha casa, las luces de la cocina se reflejaban en el resto de la casa, no era enorme pero suficiente para que una familia de cuatro personas superan acomodarse bien, una mujer batía algo con bastante ánimo, un hombre sentado en lo que parecía ser la sala con el televisor prendido aunque él tenía la cabeza hacia abajo, al parecer dormido.

Las lágrimas que ya habían amenazado con salir desde que llegaron a esa calle por fin salieron, las manos de Adam se posaron en sus hombros para reconfortarla, sentía que era un momento bastante duro, sus padres ya no estaban con ella y no había nadie que le explicara que era lo que estaba sucediendo.

— vámonos, ya vi suficiente — rogó la chica

— cuando quieras y estés más fuerte volvemos si es lo que quieres

— no, ahora solo quiero saber quién es la mujer que parece en mis sueños — comenzó a caminar decidida — no se cómo pero tengo que saber porque insiste tanto, porque quiere que esté acá, porque "por fin estoy cerca" — dijo recordando las palabras de sus sueño — no voy a moverme de este pueblo hasta encontrar la verdad

Adam solo se dedicó a seguirla, después de verla tan frágil se había convertido en una mujer distinta, la impotencia le estaba matando y con justa razón, si ni el que era distinto al resto sabía bien que era lo que estaba pasando ahora que ella había vivido parte de su vida como alguien normal, alguien a quien estas cosas no le pasaban y ahora podía escuchar lo que las personas pensaban sin explicación alguna.











Regresaron a la pequeña casa, pero Alessia no dirigió sus pasos hacia dentro, rodeó la casa y se tiró en el pasto, estaban rodeados de un tapete enorme verde.

— ¿Scott no vino nunca contigo? — cuestionó Adam acostándose a lado de ella

— no, no quería que te regresara al lugar donde nací

— ¿por qué?

— no se, tal vez él sabía que no era bueno volver, de igual forma no era de insistir mucho — se giró para poder ver el perfil del pelinegro

— ¿que fue diferente conmigo? — hizo el mismo acto que la chica — aparte de que estabas asustada, ¿por qué no le dijiste a Scott que viniera y descubrieran todo?

— tú eres distinto, tú entiendes — explicó — aunque no supiera que eres un vampiro te tendría la confianza suficiente, confianza que antes tenia con mi esposo y ahora esta con alguien más o no sé qué sea de él

— aún te duele ¿no?

Ella asintió.

— pero no creas que me siento tan mal, es difícil de entender pero gracias a él y a Ava podemos estar aquí, juntos

— viendo las estrellas, la luna que tanto te atrae — Adam fue interrumpido por ella

— y a ti ... que también me atraes bastante

Ambos sonrieron, Adam se acercó a ella lentamente sin despegar la mirada de esos grandes ojos, cuando estuvieron lo suficientemente cerca la chica llevó sus manos hasta la barbilla de él, se besaron lentamente, por fin estaban solos, hasta el otro lado del planeta, sin nadie que supieran quién eran, su pasado, aunque irónicamente Alessia quería saberlo.

No se había hablado sobre una posible relación entre los dos pero la atracción era tanta que se suponía que tendrían que estar juntos de alguna manera.

———————————————-

Holi! 🤭 ¿cómo están?
Espero que muy bien, se que esté no fue el mejor capítulo pero espero que al menos se hayan entretenido leyéndolo 😅 espero que el de la siguiente semana sea más interesante para ustedes.

Come with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora