Asesino En Série/kookmin

Capítulo 4

- Me importa una mierda, tu gobierno.- afirmó con la mandíbula apretada - ese maldito ha estado asesinando mujeres de este país.

- No tienes pruebas contra él - dijo mientras cortaba cuidadosamente su filete y llevaba un trozo a su boca.

El agente especial Jung  Hoseok estaba más que cabreado, llevaba  casi un año y medio en la investigación, y podía jurar que el maldito asesino era desertor de Corea del Norte, tenía su nombre grabado a fuego en su memoria y la puta cicatriz en su abdomen después de que le disparará; todavía recuerda su cara; su cínica y diabólica sonrisa, para él era más que obvio, solo tenía dos problemas que resolver,  el muy maldito sabía cómo borrar sus huellas, y no tenía pruebas  para involucrarle  y el Gobierno Americano estaba tras él, queriendo llevarlo a Estados Unidos ofreciéndole inmunidad y protección como testigo protegido.

- Es un bastardo asesinó, crees que te ayudaré a atraparlo, estás loco; tú y tu gobierno están locos, será atrapado y juzgado aquí.- manifestó con desprecio.

- Mira Jung, se que es un bastardo pero tiene información importante de Corea del Norte, puede que sea un sádico hijo de puta, pero ese sádico hijo de puta, tiene en su poder códigos de lanzamiento nuclear, tener esa información nos pondría en ventaja, piénsalo me ayudas a atraparlo lo llevó a América, y asunto resuelto. - desde su punto de vista todo era tan fácil si lo tenían bajo el poder de EEUU.

- Es un asesino, crees que lo dejaré ir, sin que pague lo que ha hecho, eres del FBI, ¿Que clase de justicia tiene tu país?. - Preguntó con una mueca sarcástica.

- ¡Hey!... Trato de evitar una guerra, hay prioridades,  unas cuantas coreanas muertas no hará la diferencia cuando a tu vecino del Norte se le ocurra lanzarles una bomba, allí morirá todo el mundo. Trato de poner tu nombre en el libro de los héroes, pero no colaboras Jung.

Sonrió sin poder creer lo que escuchaba.
Tomó la copa de vino y lo derramó sobre el  filete, ante la atenta y sorprendida mirada del agente Kaulitz.

- Me vale una mierda tu libro de héroes Kaulitz, mientras ese bastardo esté en mi país y yo siga siendo agente de policía, no se va a librar de la justicia.- intimidante golpeó la palma de su mano sobre la mesa.

- ¡Hey! Este filete es caro.- refunfuño.

- Cómprate otro puto filete -  se levantó sin regresar a ver mientras escuchaba al viejo Tom gritarle que él tenía la razón. El agente Jung era uno de los mejores y mas justos  policías de Seúl, con un alto grado de responsabilidad con la sociedad, un nacionalista hasta la médula y necesitaba a ese bastardo. 

Hoseok subió a su auto condujo hasta una tienda necesitaba un cigarrillo con urgencia,  fue a comprarlo, al volver encendió el auto pero se detuvo cuando sintió el seguro de un arma ser desactivado, miró sobre su asiento y no estaba la suya observó el espejo retrovisor y vio una figura desconocida apuntarle con su arma.

- No disparere a menos de que me provoques - su voz era bastante masculina, gruesa e intimidante - ¿Eres el agente Jung Hoseok?.

- Si; soy yo, sabes que esto es un delito no sabes con quién te estás metiendo muchacho.- dijo aún con las manos en alto pero atento a cualquier movimiento del joven.

- No me importa, solo quiero algo, es lo mismo que quiero yo, atrapa a Jeon Jungkook; te  ayudare. - dijo en un tono frío y calmado. Aquella propuesta lo desconcertó un atisbo de desconfianza y a la vez una increíble oportunidad de resultar beneficiado por ese sujeto desconocido.

- ¿Por qué piensas ayudarme?.- preguntó; al tiempo que  giraba con sigilo para verlo, era joven quizá de su edad; cabello largo y de color negro, con un brillo de venganza tatuado en sus ojos.

- Porque es el maldito bastardo que asesinó a mi hermano Kim Namjoon y a menos de que aceptes la propuestas o te volaré la cabeza aquí  y ahora, no estoy jugando agente. Estoy seguro que hay más personas que quisieran su cabeza como trofeo. - el arma estaba haciendo presión en su cráneo parecía decidido a no aceptar un no por respuesta.

- Está bien, ¿conoces a Jeon?. - su pregunta era tonta, pero un poco relajado empezó a conducir, la tensión aún estaba en el aire, pero no podía perder tiempo, debía ejercer presión a sus jefes para tener una orden de allanamiento a la residencia Jeon, esperaba que está vez no le fuera negada.

- Lo conozco perfectamente, sé que es peligroso, pero mi ventaja está en que tengo pruebas de sus crímenes y no pienso volver a mi país sin mi venganza. - el tono de su voz era arrogante y segura.

Sin dar mayor información en la siguiente parada se bajó, diciendo que lo contactará,  que se  esperará, el lo buscaría.

Y como una sombra desapareció en la oscuridad.
....

Camino; hasta saltar la valla y llegar al camino de piedra hacia su residencia compartida.

Se adentro, todos estaban especialmente callados, por lo general la mierda en la que vivían siempre estaba llena de diversión, aquel silencio solo le dió una mala espina.

- ¿Murió alguien o que?- dijo sarcásticamente.
- Aquí siempre muere alguien, el jefe no ha estado de buen humor - mencionó Kai.

Después se escucharon arcadas de Sehun  mientras corría al baño vomitando. Aquella escena fue desagradable. Una mueca de asco apareció en su rostro.

- Creo que fue traumático, Sehun es el más joven, pero especialmente hoy me siento asqueroso, tuvimos que limpiar toda esa mierda. - mencionó Junhyung haciendo una mueca desagradable en su rostro.

- ¿Donde estabas Tae?- preguntó Mark intentando cambiar el tema.

- Salí a cazar solo - dijo mientras reposaba su brazo sobre su cabeza viendo directamente hacia Mark - no necesito forzar a nadie, las mujeres me abren sus piernas voluntariamente. - sostuvo en un tono  presumido. 

- Ten cuidado Tae, Jeon está bastante molesto, no querrá saber que andas por tu cuenta - mencionó Sehun - no después de.... - el resto quedó en el aire y el silencio contó a medias la versión sangrienta de la historia, la tensión originó un debate de miradas incómodas, hablar de Namjoon todavía provocaba sentimientos encontrados, muchos creían que Tae nunca hizo nada porque le tenía envidia a su hermano.

Otros decían que Kim era igual de desalmado que Jeon y por eso nada le afectaba. Pero si existía una diferencia él era un asesino hedonista, el placer de matar era una droga eufórica, y Jeon era un asesino dominante y emocional, ambos eran tan peligrosos y al mismo tiempo opuestos.

 Algunos creían que Tae jamás se revelaría en contra del jefe, era el segundo más fuerte y dominante del grupo, nadie se oponía a eso, son poderosos individualmente y la rivalidad aun no revelada, era latente, era un choque de poder, ambos estaban al tanto de su control sobre los demás, Jeon no podía esperar lealtad es por ello que pregonaba el miedo, le dispararia a cualquiera que lo desobedeciera, y el otro se movía astuto bajo las sombras a la espera de una oportunidad, era un buen observador y a la menor grieta....  una parte  de aquel grupo consideraban que si él les pedía ir contra Jeon muchos peones se movería en la tabla, porque silenciosamente Kim Taehyung, era el segundo al mando. No era cuestión de lealtades, era un juego al azar, nadie podía predecir un ganador, pero debían decidir a quién le tenían mas miedo. 

Él sabía cómo manejar sus emociones  aunque estuviera cagado de miedo jamás se los haría saber, aunque el miedo no lo definia.

Tan cerca demasiado cerca, para obtener su venganza.

El tiempo puede pasar, pero este jamás olvida y de entre sombras alguien más está dispuesto a degollar a la bestia.

¿Podrá lograrlo?