Asesino En Série/kookmin

Capítulo 25

Su  cabeza chocó contra el piso dejándole aturdido,  estaba en una posición de  desventaja,  Tae ejercía  presión en su garganta cortando la entrada de aire a sus pulmones, su rostro se  deformó en una mueca de ahogamiento, Tae sonreía, sus manos eran grandes y se aferraban con poder en el cuello del pelinegro.

Las cuencas en sus ojos se veían llorosas, arrastró su mano al piso intentando encontrar algo con lo que defenderse hasta que halló restos de la copa en la que había estado bebiendo, la tomó en sus manos y la llevó con fuerza hacia la pierna del  pelinegro ondulado.

Soltandolo de inmediato en un alarido de dolor dirigiendo sus manos hacia la herida, Jeon tosió intentando recuperar el aire, él desgraciado casi lo había matado, subestimó la fuerza de su oponente hasta pareció fácil asesinarlo, cuando apenas estaba levantándose un puño se estrelló contra su mejilla debía estar atento o lo noqueara, no llevo mucho tiempo cuando un nuevo golpe explotó doloroso al costado de sus labios izquierdo sintió el sabor metálico en su boca mientras un hilillo de sangre recorría su barbilla, la silla en la que estuvo sentado se estrelló  quebrándose, con el contacto doloroso en su costado derecho cayó al piso sin aire retorciéndose en la alfombra beige.

Tae retorció su cuello haciendo que este emitirá un sonido de despereza, levantando su largo cabello ondulado arrastrándolo hacia atrás con sus dedos,  miró con una mueca de superioridad  a Jeon quien yacía en el piso retorciéndose como un gusano ensangrentado, miró hacia la cocina  reparando en el cuchillo  que había dejado descuidadamente en el mesón camino tranquilo por el, incluso se sirvió un poco de agua y bebió con parsimonia, sonrió de lado, nunca había pensado que Jeon sería tan débil, incluso imagino en el pasado que quizá le diera una buena pelea,   camino con su puño cerrado sobre el mango del cuchillo de acero, convencido en que se divertiría un poco con Jeon, antes de matarlo. Disfrutaría la venganza, quería que Jeon sufriera tanto como lo hizo Jin.

El pelinegro parecía un lobo viejo derrotado, el ego de Tae escaló hasta las nubes, parecía que el líder de la manada no tenía poder en sus brazos, solo escuchaba de él los gemidos de dolor, sí, quizá nadie nunca le dió un poco de su propia medicina, Vante se encargaría de mostrarle el otro lado donde el criminal se vuelve víctima.

Se agachó con el cuchillo en mano tomó las manos de Jeon colocándolas por encima de su cabeza las a preso con una de sus grandes manos mientras lo hacía, el pelinegro apenas y parecía consciente.

- No sabes cuánto tiempo espere este momento - dijo Tae con diversión mientras el cuchillo se hundía en su mejilla izquierda haciendo que sangrara, Jungkook grito de dolor puesto que el cuchillo había llegado hasta el hueso de sus pómulos, sintió vergüenza de sí mismo, pero nunca se rendía, a pesar de que se sentía cansado y adolorido como el infierno.

Con el filo del cuchillo fue rompiendo botón por botón de la camisa de marca que poseía el pelinegro.

- Luces como las chicas y chicos que violamos, ¿Recuerdas a aquella campesina en Corea del Norte?;  la que violamos por toda una semana, recuerdo que al segundo día parecía que conocía su destino, así como tú ahora, resignado, un pobre hijo de puta ¿Qué pensaría el Jk del pasado al verte tan vulnerable?, siendo nada ¡ah!, no crees que esto es lo que mereces - el último botón fue desprendido con el cuchillo hizo a un lado la tela Armani - debería apuñalarte  o quizá abrirte el pecho y apretar con mis manos tu corazón, hasta destrozarlo - Jeon abrió sus ojos todo este tiempo los había mantenido cerrados e intentó salirse de la prisión de sus manos pero un dolor al costado lo hizo detenerse, quizá una costilla estuviera rota, ¡pero maldita sea cómo dolía está hija de puta!.

Vante carcajeo con diversión ruidosamente, el cuchillo empezó a recorrer el cuello del pelinegro hasta ubicarse en medio del pecho, los pezones oscuros y fruncido fueron víctimas de un corte que hizo rugir de dolor al pelinegro, lo miró con ira a los ojos apretando los dientes.