Capítulo 6

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Era un capricho, era solo eso.

Esa frase la repetía en su cabeza como un mantra, era su nueva forma de obtener diversión, no lo tocaría, no le haría daño, iba a poner a prueba sus límites, quería saber qué tan lejos llegaría, antes de saltar encima de él. 

¡Ah!, ¡pero era una maldita tortura!.

Era como  estar  atado, ver a su presa pasearse con libertad a su alrededor, sin miedo, sonriéndole, hablándole,  con solo tenerlo cerca, entre sus brazos, acariciándolo sobre la tela, a veces sus dedos rozaban su piel y lo febril de esta lo hacía temblar.

Lo volvía loco y su frenesí, lo desataba en todas aquellas personas que pasaban al Cuarto Rojo.
Su patio de juegos macabros.

Quizá si no estuviera tan obsesionado, podría ser realmente consiente del alboroto que ha causado, el cual no estaba  tratando de contener, sabía que todo era muy arriesgado, pero no importaba, ese riesgo lo tomo como un juego de alto nivel. 

Sus preocupaciones eran arrojadas a alguien más.

Habían tantos favores que cobrar, que podía permitirse aquellos lujos.

Instaló cámaras en la habitación del pequeño, solía espiar y observar con ojos lujuriosos, como Jimin se desnudaba,  las prendas caían al piso, su piel suave y blanca parecía llamarlo, invitándolo a pasear sus manos por su cuerpo  ¡era un maldito enfermo!, no podía evitar imaginarse con él, sobre él, dentro de él.  Masturbarse era un ritual  cada movimiento parecía calculado para provocarlo, se corría en una embriagante lujuria,  mientras lo veía caminar hacia el baño.

Lo deseaba como el infierno.

La policía estaba tras la pista del paradero de Jimin, pero ese asunto ya estaba arreglado unas cuantas llamadas y todo estaba quedando atrás, la atención se centraría en otros eventos políticos.

Tuvo que matar a un cenador y desatar un escándalo postmortem,  todo ello había acaparado la atención de la prensa y la población en general poco a poco se estaba olvidando de la desaparición del pequeño rubio.

Una de sus preocupaciones era que Jimin mencionaba su deseo de volver a la escuela, lo cual a Jungkook no le convenía, le harían demasiadas preguntas, era mejor que se quedará dónde está, restringió páginas web, llamadas telefónicas, sabía que no tenía a quien llamar pero se aseguró de que no  contactara con nadie, tampoco pensaba que viviría tanto. Sólo hasta que su capricho pase y todo estaría solucionado.

Pero quizá capricho no era lo que sentía.

Su teléfono sonó estaba a la espera  de  aquella llamada, dejó pasar dos timbrados y contestó no quería parecer ansioso.

- Espero buenas noticias - dijo con voz ronca y autoritaria, al otro lado de la línea una risa cansada sonó.

- He logrado que el caso de Jimin fuera archivado, junte evidencia les convencí de que el joven era maltratado por sus padres y qué huyó por su propia cuenta. - no sabía que había estado tenso, hasta que sintió que sus hombros se relajaron.

- ¿Cubriste el rastro?- preguntó con cautela.

- ¡¡Demonios sí!! - se escuchó una voz exasperada y un suspiro - aunque él caso este archivado, aún tengo un problema que resolver, Jung Hoseok. - dijo aquella voz con un corte de desprecio.

No pudo evitar sonreír al escuchar mencionar ese nombre, era una minúscula piedra en su zapato, pero como estorbaba, ¿Porque no se dió cuenta de que aún estaba vivo?; ¡¡Demonios!!! Debió  matarlo cuando hubo un intercambio de armas en Busan, este agente se había colado, jamás tuvo oportunidad de atraparlo nadie lo tenía, pero admiro el coraje que mostró al enfrentarlo,  fue el único agente que quedó con vida, pero Jeon aún está lejos de su alcancé, no tenía suficientes pruebas para atraparlo, pero si algun dia lo hace quizá esa sería la última vez que admire al gran Jeon Jungkook.

- Manténlo ocupado.

- Trato de hacer que lo reasignen, pero está tras de ti no pretende renunciar. - gruño

- Déjalo venir a mi, que encuentre el camino, yo me desharé de él personalmente. - esto iba más allá de un juego, el cazador se convertía en presa, ¿Qué tan lejos podía llegar Jung Hoseok?.

No debía  dejar cabos sueltos, tenía  que darle fin a su jueguito,  ser razonable y práctico, no debería dejar al azar su futuro.- cambio de planes con respecto a Jimin, confirma su cuerpo cuando sea encontrado, estará cerca de una fábrica abandonada al sur del río Mapo, encárgate de divulgar su muerte y confirmar su ADN. - y luego colgó, la decisión estaba tomada.

Finalizar era su objetivo, ya era tiempo de terminar no podía extender por mucho tiempo su compañía, su pequeño huésped, debía desocupar su vida...

Asesino En Série/kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora