Asesino En Série/kookmin

Capítulo Final

Sus brazos eran sujetados por correas a los costados de su cuerpo, para evitar que se arrancará las uñas de los dedos, su rostro se veía pálidamente enfermizo, su cabello rubio apenas crecía en la cabeza tenía parches de calvicie  llena de cicatrices y cortes, inmóvil, sin la atención suficiente a su alrededor, ni la conciencia de que existe, es un muñeco que ha simple vista parece muerto, lo único que delata que aún vive es el moviendo de su caja toráxica, sus ojos dilatados miran hacia una sola dirección jamás se cierran suelen vendarlos, ver sus ojos es aterrador.

La bata blanca que cubre su cuerpo lleno de heridas que aún no han cauterizado, cicatrices que nunca desaparecerán. Recordándoles a todos, que la maldad existe.

Parecía demasiado pequeño, su delgadez era tan extrema, sus huesos eran visibles en aquella piel transparente; ¿Quién podría salvarlo?; No había nadie quien pudiera hacerlo, él ya estaba condenado.

Recuerdos aparecían en su mente fugaces, destruyendo la tranquilidad, el temblor en su cuerpo muy pronto se convierte en una convulsión clónica, su cuerpo se sacude con violencia por ciertos periodos, algunos gritos desgarradores penetran en los oídos de quienes lo presencian, era la única vez que podía escuchar su voz....
...

Recorría los pasillos del Instituto Psiquiátrico del Estados de New York en Riverside Dive, en Manhattan.

Destrozado por dentro, ver a su hermano en ese estado lo  hacía preguntarse si era verdad las creencias que sus abuelos cristianos le enseñaron, ¿Dios existe?; Apretaba sus dientes y sus puños al mismo tiempo, dejando caer las lágrimas de sus ojos, tan inútil, se dijo, llorar no cambiará nada, subió a su auto y condujo desde New York hasta el estado de Colorado a la prisión de máxima seguridad ADX Florence, dónde están los prisioneros que se consideran de alta peligrosidad y que requieren de un control estricto, la mayoría de estos prisioneros pasan 23 horas diarias en confinamientos solitario, hay terroristas, condenados por espionaje, líderes de organizaciones criminales relacionadas con el narcotráfico, además de otros prisioneros traslados de otras cárceles por asesinar funcionarios y también algunos asesinos en serie.

Entre ellos, al cual iba a enfrentar Jeon, el bastardo Jeon Jungkook quien hacía unos cinco meses que se encontraba dentro de esta prisión, luego de su captura en Tailandia por secuestro, tortura, de un joven estadounidense, esos eran sus cargos en Estados Unidos, sin embargo también se le quería juzgar por secuestro, tortura, violación y asesinato de Park Jimin, y de una centena de cadáveres encontrados en los patios de su residencia en Tailandia, que aún no han sido identificados, pero aquellos crímenes al no ser juzgados en el país en el que sucedió le será imposible lograr una condena mayor, por ahora lo único que lo mantenía en aquella prisión era por todo lo que le había hecho a su hermano, quizá se había logrado calmar los ánimos entre Corea del Norte y Norteamérica, una paz apenas consciente de sí mismo, ya que se pedía la extradición de Jeon pero hicieron un intercambio, entregando a su padre Tom Kaulitz en poder del régimen Norcoreano, se había firmado una garantía de no pena de muerte entre ambos prisioneros, pero sabía que su padre debía estar pasándola mal allá pero poco le importaba, él mismo había pactado con el demonio y ahora estaba pagando las consecuencias.

Todos cometen errores hasta al más prudente y sádico criminal deja rastros y si no los hace él alguien de su alrededor, luego de haber encontrado el video en la dark web de la tortura y asesinato de Jimin, tomó meses rastrear la dirección el NC de Estados Unidos el FBI y la CIA había desplegado a sus mejores policías informáticos, hallar al distribuidor,  luego al contacto que era Ruby, el seguimiento tomó días hasta dar con Jeon que fue puesto en custodia por la CIA, todo esto se hizo en un silencio absoluto querían que la menor cantidad de gente lo supiera hasta tenerlo en territorio estadounidense y así lo hicieron, cuando Norcorea se enteró hizo rabietas y amenazas hasta llegar a su pacto de paz temporal.