Capítulo 14

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- Prométeme, que siempre permanecerás a mi lado- dijo mientras rozaba sus labios en aquellos rellenos a los que se había vuelto adicto.
- Lo prometo.

Un suspiro arrogante escapó de su boca, el cigarrillo estaba por terminarse, empezaba a cansarse de oír los gritos y las boberías de las personas allí, en qué clase de infierno se había metido.

Y luego pensó, todo por la seguridad de mi país.... él solo es un puto idiota.

Tom Kaulitz, aún seguía detrás de Jeon, claro que se había tomado su tiempo, habían cosas que definitivamente llamaban su atención y como perro viejo, bien entrenado, supo mantenerse al margen, callado, pero vigilante, sonrió y su sonrisa se volvió una carcajada.

- ¿Qué diablos, Jeon? - se preguntó así mismo alguien como él, no daba crédito, como el imperio había caído y como el mundo hizo leña del árbol caído, claro el siempre supo que Jeon no era un Santo, que era el mismísimo demonio, pero he allí la ironía, incluso el diablo, puede ser derrotado y todo porque en sus ojos en vez de fuego habían corazones llameantes de amor.

Si el mismo no creía en el amor, tenía dos divorcios dos hijos que lo odiaban y un hermano gemelo drogadicto, él era el orgullo de su padre, era un maldito vanidoso y arrogante el mejor en todo pero su ambición era tan grande que a veces no se sentía satisfecho, quería la paz mundial y para obtenerla tenía que ensuciarse las manos,  ansiaba el tan escurridizo premio Nobel de la Paz.

Estaba cegado, tanto que no controlaba el verdadero final de sus acciones y hacer tratos con el diablo para obtener lo que quiere, era solo un papeleo más en su lista de mierda.

La sangre Nazi, corría por sus venas, no quería eliminar al mundo como sus ancestros, pero a veces no tenía contemplaciones a la hora de recibir honor y títulos. La falsa moral era muy común en personas como él.

Jeon era su As bajo la manga, algo dentro de él le decía que este era el momento de actuar, tenía un plan esperaba que funcionará, claro le tomó tiempo encontrase con las evidencias y los recursos necesarios, tenía verdades colgando de sus ambiciones, revelaría todas, no, no todas, hay muertos que deben seguir muertos. Había pagado muy bien para callar bocas.

Era lo mejor, si no su plan no funcionaria. Se mantendría callado, sabía que Jeon era un sádico vengativo y qué mejor que la motivación de estar seguro de que ese rubiecito estaba muerto.

A punto de encender su séptimo cigarrillo, el sonido de unas suelas en la grava sonaron, un enfermero traía el cuerpo delgado de Jeon, suspiro frustrado, maldiciendo a sus adentros, es que malditamente este tipo parecía un maldito zombie.

Por un segundo se sintió un perdedor, luego de un suspiro se calmó.

Jeon era muy astuto y dudaba de su condición.

Él era un poderoso falso, engañar era su habilidad y si para librarse de la cárcel tuvo que fingir, claro Jeon era más astuto que nadie. Toda esta farsa era la fachada para mantenerlo lejos de la cárcel, Jeon es un Dios, un Dios del engaño.

Estaba seguro de ello.

Luego de despedir al enfermero, prometiendo que no haría nada que pudiera alterar a Jeon.

Tomó asiento en la silla de verano que había allí, frente a Jeon quien tenía la mirada fija en la ciudad desde esta pequeña colina.

- Creo que tú sabes quién soy; digamos que tengo un trato contigo - dijo en una sonrisa arrogante, pero el semblante de Jeon seguía intacto, como si no le escuchara pero continuo tenia un puto monólogo que decir.

- Okey voy al grano, ¿Qué me dirías tú, si te dijera que tengo la solución a tus problemas de encierro?, tengo un plan, uno muy bueno, pero tú me preguntarás ¿Cómo?, El mundo sabe que soy un asesino si escapó, el mundo se irá tras de mi, ja y yo te diría que tal, la conmovedora y a la vez aterradora historia de un asesino mundial, lo que tú le hacías a esas personas solo serán cosquillas, con lo que él a hecho y no no es que menosprecie tu talento de matar y descuartizar, pero hay que darle crédito, este bastardo a sido, una sombra y bueno digamos que es tan bueno que hasta la interpol o el FBI no pueden obtener su identidad ni un boceto de él, pero bueno esos son unos incompetentes, creerme Jeon cuando te digo, los alumnos superan a los maestros, deberías estar orgulloso de tu muchacho. - expulsó el humo del cigarrillo sobre el rostro inmóvil de Jeon quien no se inmutó, Kaulitz estaba perdiendo la paciencia, como es que su discurso no impactó al pelinegro - ¡Vamos Jeon! no tienes idea de lo que te pierdes aquí sentado con la mirada estúpida se que dentro de ti, aún está ese maldito monstruo, acaso no sientes que ese bastardo, fue el culpable de la muerte de Jimin - sonrió al ver el cuerpo de Jeon tensarse - acaso nunca te diste cuenta, Jeon amigo, te doy en bandeja de oro la vida de tu enemigo, la libertad y la redención. Jeon Jimin, tu esposo, necesita algo para que su alma descanse en paz... solo haz un maldito movimiento para yo saber si me estás escuchando, ¡¡¡ahh maldita sea es como hablar con la pared!!!. - dijo frustrado agachó la cabeza en busca de algunas piedras que empezó a tirar al aire, intentando sacar esa frustración dentro de él, no está funcionando se decía, no está funcionando.

Regreso a verlo si tenía que suplicar, lo haría, se arrodilló sobre las incómodas piedrecillas. Su orgullo le valía una mierda todo por hacer sus sueños realidad.

Él sabía cómo humillarse delante de la persona correcta.

- No haría esto si no supiera que me estás escuchando y qué sabes a lo que me refiero, pero obtendrás todo lo que quieres, a cambio quiero los malditas coordenadas todo lo que se refiere a las malditas bombas nucleares de Corea del Norte. - Aguantando la voz llena de rabia y a la vez suplicante sus ojos picaba quizá lágrimas de impotencia, pero maldita sea, no importaba nada.

Y como si de un pacto se tratase la mirada de Jeon se ancló infernal, tenaz y maligna que le causó escalofríos , casi podía ver el final del mundo en aquellos ojos, quería tratos con el diablo, el lo obtendría, pero la magnitud de este pacto era más grande que cualquier desastre mundial o pandemias.

Todo comenzaría en unas semanas...
Y cada quien obtendría lo que quiere y el precio a pagar era muy alto.

Los que traicionaron a Jeon, temblarán.

Asesino En Série/kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora