Capítulo 13

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Jugar con fuego.

A mitad del jardín, sus pies se desplazaban con lentitud disfrutando de la brisa fresca, que movía sus cabellos brillantes con el sol, las rosas a su alrededor parecían danzar en un suave movimiento sus pensamientos eran demasiados confusos, habían cosas que no encajaban en su entorno.

El click de una cámara, lo hizo girar, una risa percibió al encontrar a Tae a unos pasos lejos de él.

- Me es inevitable no capturar el hermoso paisaje. - dijo con aquella voz suave y serena pero a la vez con tinte feroz, las mejillas de Jimin se sonrojaron  tan solo sonrió sintiéndose halagado.

- No sabía que te gustaba la fotografía - a pasos cortos se fue acercando.

- Es un pasatiempo saludable - volviendo a presionar el click de la cámara capturando la imagen de un ave en el cielo.

- ¿ Acaso hay pasatiempos enfermos? - pregunto con total diversión, apenas consciente de sus palabras y de la mueca que hacía su acompañante.

- Te asustaría saber, algunas realidades - aquello llamó su atención.

- ¿Por qué lo dices? - sus ojos capturaron la mirada fría de Tae.

- Deberías prestar más atención a tu entorno, el silencio a veces está lleno de gritos de auxilio. - no sabe el porqué su piel se erizo, al escucharlo decir aquello, quería preguntar, quería decirle, que a veces escuchaba voces del otro lado del jardín, pero decidió permanecer callado. Quizá lo tomaría como un loco.

Tae remojo sus labios, observando a detalle el cómo Jimin miraba hacia un lugar específico, era obvio que en algún momento los gritos llegaron a sus oídos, aquello no le sorprendía  solo lo hizo sonreír de manera siniestra, ocupando su mente, en pensamientos egoístas y perturbadoras intenciones.

Camino tan cerca  posando sus manos sobre el mentón girando el rostro del rubio, acercando sus labios a la frente de este depositando un beso.

Se alejó de él.

Jimin lo miró desconcertado, observó  su espalda desaparecer entre el camino de piedras hacía el otro lado.

Al lado prohibido.

Por instinto siguió sus pasos, lentamente, ¿Era una invitación silenciosa?... se preguntó.
Él sabía que Tae tenía pleno conocimiento de  lo que ocurría allí afuera, el tenía las respuestas a todo lo que el necesitaba saber.

Quizá si iba tras él, podía enterarse de la verdad.

Sentía curiosidad, el alarido de su corazón martillado a un ritmo frenético y rebelde, a la vez escuchando una pequeña voz que le decía que se detuviera.

Más continuo al llegar a su parte del jardín, escuchó el rugido de una voz llamarlo.

Aquello lo congelo, el miedo recorrió todo su cuerpo y se detuvo, derrotado e incluso con temor. A lo que pasaría por desobedecer.

No pasó ni dos minutos cuando sintió su cuerpo ser sacudido y arrastrado violentamente hacia la casa.

Podía escuchar las maldiciones y la voz enfadada de Jungkook taladrar sus oídos todo fue una mala idea. Y solo podía culparse a sí mismo, por ser curioso. Si  no hubiera seguido a Tae  el pelinegro no estaría enojado.

Si, fue un total estúpido.

Su brazo dolía sus pies lo seguían entre tropezones, su cuerpo era demasiado pequeño para no sentir el peso de la histeria que recorría la sangre de Jeon.

Quien no sabía que Jimin estaba siendo alentado a romper las reglas.

Y solo pensó que era un acto de rebeldía, un grave error.
Lo llevó casi arrastrando por las escaleras, ni se percató de que el rubio había caído por sus cortos pasos.

Abrió la puerta de su habitación y lo arrojó a la cama sin cuidado alguno.
Aún enfadado y apunto de golpearlo para hacerlo entender que en su casa se debía hacer lo que se le pide.

Contradecirlo era un delito y Jimin aún no sabía la pesadilla que le deparaba el futuro.

Aún adolorido, se arrodilló sobre el piso y pidió perdón por haber intentado cruzar. Con lágrimas en sus ojos y una opresión en el pecho pidió perdón una y mil veces más.

...

Al llegar la noche, la luna resplandecía sobre el cielo oscuro, su cuerpo estaba desnudo sobre la cama y unos brazos se aferraban a su torso. Aún tenía aquella sensación sobre su piel y no era agradable, pero fue lo único que pudo hacer para calmarlo.
Solo fue tomado, sin ningún tipo de sentimientos  no se sintió bien ni correcto, no le gustó sentirse usado o venderse de aquella forma para conseguir  perdón.

Lágrimas silenciosas se deslizaban por sus mejillas, mojando su almohada, ¿Sentir amor también es sentirse herido en todas las formas posibles?, no poder decir nada al respecto, sin poder defenderse, por creer que es correcto y quizá lo merecía, ¿Amar también es perder parte de ti y olvidarse del amor propio?, amar es tan peligroso...que podría hacerte querer morir.

Bajo aquella luz de luna, miro su brazo izquierdo lleno de moretones oscuros, las huellas de sus manos estaban allí burlándose de su debilidad, mostrándole una vez más que es más frágil y    que está más expuesto que nunca.

No es el lugar en el que deberías estar.
Le susurraba una voz en su cabeza, solo quería dejar de escucharla.

Todavía quería creer que se sentía protegido que todo lo que paso hoy, no volvería a repetirse. ¡Que ingenuo!.

Descubrir  estár enamorado,  saber que eres capaz de sacrificarte sin restricción para hacer feliz a la persona que amas.

Y quizá...quizá dos personas tuvieron dos tipos de miedo aquel día.

El más importante, no era el tipo de miedo  que descubran tus pecados, pues de ellos no hay muestras de arrepentimientos, sino el que te abandonen al descubrir que eres un monstruo.

Ambos estaban despiertos, sus mentes congeladas en situaciones distintas, si no hubiera llegado a tiempo, quizá Jimin hubiera descubierto lo que él hacía del otro lado del jardín, no se sintió menos tranquilo tampoco, quizá porque la forma en la que le hizo el amor no fue la correcta ni se le parecía, quería creer que aún tenía muchas sentimientos entre ellos, solo había perdido el control y  lo hizo sin pensar que lo estaba lastimando, amo por un segundo sentirlo sollozar, pero se reprendió, el no era aquellos chicos o chicas que traía de la calle, Jimin era especial y no podía tratarlo de tal forma, se prometió a sí mismo no volver hacerlo de nuevo, pero solo era una promesa más de las que él, nunca cumpliría.

...

- Es mejor si lo dejamos aquí frente al televisor, al menos podrá escuchar las noticias - dijo el enfermeros Chan, tras dejarlo frente al televisor, en su silla de ruedas.

Su mirada estaba fija en el televisor, pero no estaba tan emocionado de verlo, tan solo parecía perdido sin prestar atención.

Las imágenes de ahora son una increíble experiencia visual, son muy popular las fotografías de este artista desconocido, con el seudónimo de Vante, el paisaje, el cómo captura el momento, la elegante simetría del color, lo hacen un experto y podría ser que en algún momento este artista  exhibe sus obras en la galería PKM Gallery en el distrito de Samcheong.

De las muchas fotografías que presentaron una llamó su atención, el contraste de los rayos solares se reflejan brillantes como si sus cabellos fueran parte del sol, la mirada sobre aquellas rosas que forman parte de su jardín, la suave tela que lo cubre se mecía con la suave brisa y la sonrisa brillante al igual que sus ojos posadas en una mariposa que se levantaba de una de aquellas rosas. Era muy bello, tal y como deseaba recordarlo.

Podía reconocer a Jimin, en cualquier lugar y recordó ese día, Jimin nunca estuvo solo en el jardín y quizá si hubiera preguntado el porque se acercaba al lugar que el le había prohibido estar, si tan solo....

Pero era demasiado tarde, muchas cosas habían pasado luego de aquel día,  se sintió miserable, porque desde allí, Jimin nunca volvió a ser el mismo.

Sonrió con una mueca de amargura.
Vante.....Bastardo.

Asesino En Série/kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora