La sangre llama

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Narra Hermione

Al siguiente día nos dirigimos al ministerio de magia para poder conocer en persona a la prometida del ministro.

Me acompañan Ryan y Orión, este último no se quiso quedar en casa de los Potter.

Ya en el ministerio la secretaria del ministro nos dirige a la oficina del ministro Kingsley.

Nos deja en la puerta y nos recibe una bellísima mujer.

-¡Oh señorita Granger es un gusto tenerla aquí! - dijo alegre la futura esposa del ministro una vez que ingresaron en la oficina

-¡Lo mismo digo señorita Swan!- dijo la castaña

- Tanto tiempo sin verte Hermione - dijo Kingsley - ¿Quienes te acompañan? - Preguntó amablemente.

- el es mi asistente y mejor amigo Ryan Cooper - presento la leona a su rubio amigo.

- A su servicio - dijo el rubio haciendo una reverencia a el Ministro y su prometida.

"Que a mí parecer fue bastante cómica"

Finalmente me giro hacia Orión quien miraba la conversación con cara de aburrimiento.

- Y el es mi hijo Orión Granger - presento a el pequeño que solo se limito a sonreír.

Ocultando su sorpresa por la noticia la futura señora Kingsley dijo

- un jovencito muy guapo - dijo con una sonrisa.

- Muchas gracias - agredeció Hermione - les parece si comenzamos a conversar - propuso la castaña, todos asientieron.

- Que te parecería si Orión va la sala de juegos - propuso el ministro a Hermione.

Asiento porque después de todo Orión se aburrirá aquí, pensó

La secretaria de Kingsley se lleva a el pequeño Granger a la sala de juegos

Este feliz sale de la oficina.

Comenzamos a hablar sobre los diferentes diseños que quería ver Anabella...

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En la sala de juegos...

- Bien Orión quédate aqui- dijo la secretaria dejando a el niño.

El niño castaño ingresa en sala donde se pueden apreciar diferentes juegos, algunos niños corrian y otros jugaban con muñecas o con autos de carreras, entre otras cosas.

Pero había un niño de cabello rubio platinado y unos ojos grises idénticos a los suyos que se encontraba solo en un rincón.

Inseguro de sí acercarse o no, comenzó a acercarse a el niño solitario.

- Hola... ¿Por qué no juegas con los demás?- Preguntó el castaño

El rubio miró primero con desconfianza a ese niño castaño, pero había algo en el que lo hacía sentir de una forma bien.

Se dió cuenta de las similitudes que tenían y respondió

- Es que los demás no quieren jugar conmigo...- respondió triste

- ¿Y eso por qué?- Preguntó extrañado ya que el rubio no se veía raro ni nada.

- Porque dicen que no merezco estar aquí y que mi padre al igual que mi familia debería estar en azcaban. - respondió cabizbajo.

- te entiendo yo no tengo padre y algunos niños se burlaban de mí por no tenerlo - dijo comprensivo con el niño rubio

Scorpius de alguna forma se sintió bien hablando con el castaño por fin alguien lo comprendía.

- Por cierto ¿Como te llamas?- Preguntó Orión.

- Scorpius Malfoy...- dijo el rubio ofreciéndole su mano.

- Orión Granger...- dijo estrechando su mano.

El rubio sentía que había escuchado ese nombre antes, pero decidió no hacerle caso a ese pensamiento.

- Valla...valla...Malfoy- dijo una voz

Instintivamente el niño rubio agacho la cabeza, y Orión miraba el acto extrañado, luego su mirada se dirigió a el dueño de esa voz.

Un niño robusto de mirada intimidante los miraba con asco.

- Veo que por fin no estás con tu noviecito Potter eh...- dijo con malicia y diversión.

¿Potter? Como conocía este niño a su primo. Penso Orión

- Deja de molestar Chad - murmuro Scorpius sin mirarlo

- ¿Como dijiste? - Preguntó con fingido interés- y este quién es..- dijo haciendo referencia al castaño

- ¡Alguien que te romperá la cara si no te largas! - masculló molesto Orión

- ¡Oh ya te conseguiste guardaespaldas Malfoy!¡Acaso ya le contaste lo de tu familia!- dijo Chad mirando con enojo a ambos.

- ¡Yo te lo advertí bola de grasa!- recordo el pequeño castaño

Con seguridad y antes de que Chad pudiera decir algo, Orión le pegó un puñetazo en la nariz logrando que está comenzará a sangrar.

La mujer que cuidaba el lugar se acercó a ellos y mirando con preocupación a Chad, Preguntó.

-¿Que te sucedió Chad? - la mujer miraba a los tres en busca de una respuesta.

- Señorita Amelia, ellos...- trataba de inventar una excusa para que castiguiran a los dos niños.

- Señorita Amelia...lo que Chad trata de decir es que estábamos corriendo y sin querer se calló al piso - respondió Scorpius sacando su lado Slytherin

- Oh niños tengan más cuidado - dijo Amelia mirando con comprención a los niños ya que siempre sucedían esos problemas cuando se está jugando.

- ¡Lo tendremos! - aseguró Orión con su mejor sonrisa.

Chad miraba todo con la boca abierta, a el nunca le salía mal algo.

- Bien Chad, iremos a curarte esa nariz- dijo tomando la mano del niño.

Los Hermanos Malfoy miraban al niño con Suficiencia.

Cuando perdieron de vista al niño, ambos comenzaron a reír

- Eso estuvo grandioso- alagó Scorpius

- ¡Si! Alguien tenía que enseñarle una lección- aseguró el castaño

Una mujer muy guapa de cabellera castaña y ojos mieles buscaba con la mirada a su querido hijo

Una vez que lo encontró se da cuenta que está con un niño que se encuentra de espaldas

- Orión ya es hora de irnos - informo la castaña a su hijo

- Mamá te presento a mi amigo Scorpius - dijo el castaño presentando a su amigo.

La mujer castaña se queda de piedra al darse cuenta del parecido de este niño a cierto Slytherin.

Scorpius miraba embelesado a la mujer ya que el no conoció a su madre.

- Es usted muy bonita- el rubio hacia presencia de su galantería

- Muchas gracias pequeño - dijo revolviendo el cabello de este

"Guau se siente bien esto" pensó el rubio.

- Bien Scorpius tenemos que irnos- dijo un guapo Rubio mirando su reloj, sin percatarse de la presencia de tan importante persona para su vida, cuando levanto la vista lo único que pudo decir fue.

-Hermione...

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¡Hola!
Espero les guste el capitulo
¿Que les pareció el encuentro de los hermanos Malfoy?
¡Besos!








Lo Que El Viento Se llevó (SIN EDITAR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora