Lo Que El Viento Se llevó (SIN EDITAR)

Desaparecidos

En los jardines de la gran mansión de Draco, se encontraba todo listo para la boda. Los organizadores habían echo un muy trabajo, el lugar había quedado perfecto para la ocasión.

Pero pese a que todo estaba listo, se podría decir que faltaba algo muy importante, para ser más exactos, alguien: Los novios.

Narcissa estaba como loca buscándolos, pero parecía como si la tierra se los hubiese tragado. Mientras los niños se encontraban jugando en el jardín, los adultos estaban en la sala.

— ¿¡Dónde están!?— grito la mujer desesperada.

— Ya los buscamos por todas partes— respondió Pansy.

Los hombres que recién llegaban, miraron sin comprender el porque de las caras largas de las chicas.

— ¿Que sucede?— Preguntó Harry.

— No encontramos a Hermione, ni a Draco — dijo Ginny en un hilo de voz.

Los chicos comenzaron a ponerse nerviosos, aquello no les olía para nada bien.

— Esperen un segundo...¿Que demonios hacia Draco aquí?— cuestionó Theo pensándolo bien.

— El estaba con nosotros y luego se tuvo que ir donde Lucius — explico Blaise.

— ¿Lucius lo llamo?— indagó Narcissa ya que no creía que Lucius llamara a Draco, ya que estaba muy molesto....a menos que este buscara hacer algo.

— Los Nargles me lo advirtieron —comento Luna con su mirada soñadora.

Todos la miraron raro, a excepción de su esposo, que ya estaba acostumbrado a los comentarios de su amada rubia.

— Chicos, Draco tenía una cara rara, como si estuviera molesto, hasta nos grito para que los dejáramos solos— apunto Ginny recordando lo que sucedió en la habitación.

— Si, ese hurón le hace daño a mi amiga juro que lo...— no pudo terminar su amenaza Ron, porque su esposa Lavander Brown le había dado un pisotón.

— ¡Draco jamás dañaría a Granger!— aseveró Theo mirando molesto al pelirrojo.

Ron miro avergonzado el piso, realmente lo había dicho sin pesar (como siempre XD)

— No discutan, lo importante es encontrarlos— replicó Pansy mirando severamente a los hombres.

Narcissa estaba al borde de las lágrimas.

— Merlin...no puedo creer que estén desaparecidos — sollozo

Pero no estaban ellos solos, ya que un par de hermanos de ojos grises, habían escuchado la conversación.

— No podemos quedarnos aquí— aseguró Orión con los ojos llorosos, pero no era momento para llorar.

— Debemos encontrarlos, aunque debamos buscar hasta debajo de la piedras — dijo Scorpius de acuerdo con su hermano.

Sin perder un minuto más, ambos desaparecieron de allí, adentrándose en los bosques que limitaban con la mansión.

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— Hermione...— murmuro Draco mirando a su castaña.

Hermione se encontraba con su vestido de novia, pero este que antes había sido blanco, ahora se encontraba sucio y harapiento, como si hubiese estado luchando.

— ¿¡Acaso la golpeaste!?— espeto Serpens tomando por el cuello a Dephne.

— E-ella...se resistió— explico la rubia como pudo.

Serpens se puso rojo de la rabia, pero no dijo nada más, solo la dejo caer sin una pizca de delicadeza. Luego tomo a Hermione del brazo, que se encontraba con la mirada perdida.

— Tranquila, no te haré daño — aseguró aseguró con suavidad para luego besar su frente con devoción.

Draco apretó los puños

— ¡Déjala!¡No la toques!— exclamó furioso, a punto de lanzarse sobre él pero su padre lo detuvo.

— Cálmate o nos matará a ambos — susurro Lucius.

— Me importa un carajo, no quiero que la toque con sus sucias manos— masculló el rubio safandose del agarre de su padre.

Serpens rio irónico

— Ambos estamos igual de podridos. No me vengas a decir que eres un santo, muy bien sabemos todos aquí que tú más que nadie la has dañado...— aseveró

— Eso fue antes, ahora todo cambio — explico Draco molesto.

— Puede ser que a ella se le haya olvidado todo lo que le hiciste, pero yo no olvido fácil. Recuerdo perfectamente las noches en las que me llamaba porque no podía dormir, nos quedamos en vela mirando películas, o comiendo helado. O cuando veía en el profeta tus grandes logros, tu esposa, tu familia, ¿Sabes todo lo que sufrió por tí?. Orión anhelaba un padre y yo fui lo más cercano a él...

Draco al escuchar aquello, cayó en cuenta de quién era...

— Así que tú maldito imbécil, eres Ryan Cooper...— dijo entre dientes el rubio.

Serpens sonrió

— Hasta que por fin tu cerebro funciona. En efecto soy Ryan Cooper, o bueno ese era mi nombre...

Hermione en un principio había sido la forma perfecta de dañar al estúpido de su "hermano" pero luego cayó en cuenta que había quedado perdidamente enamorado de la castaña y de Orión, la cosas pudieron ser diferentes, pero ya ven que no.

Draco sentía ganas de asesinarlo, ese maldito psicópata había destruido todo cuando creía que estaba perfecto, y que las cosas comenzarían a cambiar.

— Draco...— murmuro Hermione conectando su mirada miel con la gris de Draco.

— Aquí estoy, amor — dijo Draco tratando de acercarse pero una fuerza se lo impidió estampandolo contra la pared.

— Llévatela, pero si le vuelves a tocar un pelo, te arrancaré el corazón— masculló Serpens mirando a Dephne.

La rubia trago con difícultad y sin más se llevó levitando a la castaña.

— ¿¡A dónde la llevas!?— exclamó Draco desesperado.

Serpens lo apunto con la varita.

— No te interesa — dijo entre dientes.

Draco y Serpens estaban en un duelo de miradas, como esperando la primera debilidad del otro.

Mientras ellos estaban ahí, Lucius le daba instrucciones a Sky.

— Ella es mi mujer— Respondio Draco mirando retador a Serpens.

Serpens entorno los ojos.

— Pero no por mucho— aseguró con una sonrisa siniestra.

La elifina siguiendo las instrucciones de Lucius, tomo la mano de Draco al mismo tiempo que la de la Lucius.

Serpens supo que iba a suceder, por lo cual antes de que desaparecieran, furioso exclamó.

— ¡Avada kadavra!

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Hola Gente!!
Espero que les guste el capitulo ❤️.