La cabeza le dolía horrores, el cuerpo le pesaba demasiado, era como si un elefante le había pasado por ensima.
Con pesadez abrió sus ojos, encontrando una mata de cabello rubio sobre su pecho.
Incómodo y algo desconcertado se removió, logrando que la persona que estaba ahí se despertara.
La mujer lo observo con sus grandes ojos azules, sonriendo grandemente.
— ¡Draco!¡Por fin despiertas!— exclamó la mujer lanzandose nuevamente a sus brazos.
— ¿Dephne?— murmuro sin comprender nada.
Draco no entendía nada la cabeza le daba vueltas y su vista no era del todo clara.
Se encontraban en una habitación, con poca iluminación, solo podía ver algo gracias a la luz del sol que se colaba por una pequeña ventana.
La mujer rubia por fin lo soltó, bajo de la cama donde se encontraban y reviso en unos cajones algo, luego chequeo la herida que tenía en la cabeza haciendo una mueca de disgusto.
— Le dije a ese imbécil que no te hiciera daño — masculló por lo bajo—. Pero lo importante es que estamos juntos — aseguró mordiéndose el labio inferior con sensualidad.
Draco hizo un gesto de disgusto, el no debía estar ahí, tenía que estar con...
— ¡Hermione!— exclamó tratando de levantarse pero una mano se lo impidió.
Dephne estaba furiosa por el simple echo de a ver escuchado el nombre de esa sangre sucia.
— No, tu no irás a ningún lado — sentencio inexpresiva.
— ¿¡De que demonios hablas!?— medio grito desesperado, suspiró—. Dephne....debo ir con mi mujer — agregó sonando más pasivo.
La rubia apretó los dientes hasta hacerlos chirriar.
— ¡Ella no es tú mujer!¡Es solo una sangre sucia que tuvo suerte de acostarse contigo!— aseveró hirviendo de la cólera.
Draco la observó con odio y haciéndola a un lado se levantó de manera brusca, algo que le cobro fractura por el dolor que sentía en su cabeza.
Como pudo se acercó a la puerta, pero antes de girar la perilla sintió como unas sogas lo apresaban con fuerza.
Dephne sostenía con firmeza su varita, y sin quitarle la mirada lo dejo con cuidado en la cama, pero está vez atado de pies y manos con magia.
— ¡No entiendes!¡Debo salvarla!— exclamó tratando de librarse de las ataduras.
Sabía que algo no estaba bien, pero no entendía nada, solo sabía que su padre estaba involucrado y que no era nada bueno.
— Cariño, no le sucederá nada...se que él está loco por ella, no le haría daño, ni tampoco a tus mocosos— aseguró la rubia antes de salir de la habitación.
¿Él?¿Quien ere el?¡Ashs!. No entendía un comino, algo que lo estaba desesperando, cada segundo que estaba ahí, lejos de Hermione, era un infierno para él.
Una ola de melancolía y agustia le llegó al recordar que ese día sería su boda, sintió dolor en su pecho al solo imaginar la decepción en el rostro de Hermione, al a ver sido abandonada por segunda vez.
Pero no. El debía encontar una salida, un escape, algo que le permitiera salir de ahí, no podía dejarla sola por segunda vez.
— Espérame, Hermione...
(" ')
— Tengo muchos nombres, castañita...
«Castañita» repitió Hermione.
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Lo Que El Viento Se llevó (SIN EDITAR)
FanfictionLOS PRIMEROS CAPITULOS TIENEN ERRORES DE TODO TIPO, EN ADELANTE LA NARRACIÓN Y ORTOGRAFÍA VA MEJORANDO. LÉELA SI QUIERES PERO YA ESTAS ADVERTID@. Draco y Hermione tenían un gran amor, pero este de un día a otro se termina. Draco deja a Hermione par...