Las personas con familiares internados viven en una constante ansiedad, quieren todo ya.
Y como ellos miles, y como miles, cientos.
Y entonces sólo hay un equipo de tres para atenderlos a todos, tres superhumanos listos para salvar el mundo.
Y en el proceso se comen algún que otro halago y cientos de insultos.
Y como esos miles, y como miles, cientos.
Y entonces luego la gente se atreve a preguntarles porqué las caras largas y las sonrisas tensas.
Y como esa pregunta miles, y como miles, cientas.