Encrucijada Mental

Entrevista de trabajo.

Quiero decirte que soy más que las publicaciones que ves en mi Instagram, soy más que los chats de WhatsApp y aún más que la cantidad de amigos que tengo en Facebook. Soy más que los retweets de Twitter, y aún más de lo que los vídeos que veo en YouTube te pueden decir sobre mí.

Soy más que la imagen que tiene mi madre de mi en su cabeza, que los comentarios de mi hermana o las miradas de mi padre.

Soy más de lo que puedan pensar los vecinos, los profesores y jefes que he tenido.

Soy más de lo que pueden decirte los chicos con los que he salido, las amistades que he tenido, los conocidos que me han visto.

Soy más que la imagen que se han creado, más de lo que he demostrado, más de lo que dejo ver.

Soy más que los libros que leo, las series que veo y las canciones que me gusta escuchar.

Soy más, mucho más.

Soy un conglomerado de cosas, de virtudes y defectos. Soy el caudal que fluye bajo el puente más alto, soy el pájaro que surca cielos y la mariposa que vive un día y al otro muere. También soy la oruga que se toma su tiempo al hacer la metamorfosis. Soy esa abeja que vive su vida tranquilamente hasta que le toca enterrar el aguijón y morir al instante.

Soy la fuerza con la que pateo una pelota y la delicadeza con la que acaricio mi pelo.

Soy todo y nada.

Agua y fuego.

Soy más que las palabras que escribo y podría seguir describiendo mi valor, pero seguirías sin comprenderlo.

Porque no existen palabras, acciones ni fuerzas capaces de demostrarte todo lo que soy. Por eso me tomo el tiempo de decirte que simplemente... soy yo.

Y con ser yo, debería ser explicación suficiente como para que dejes de pedirme que me defina en tres palabras.