capítulo 19

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DIVIDIDA

capítulo 19

DARIEN

Ese beso aunque torpe y accidentado, me dejó un buen sabor de boca, ella se alejó de mi visiblemente apenada.

- por qué te detienes?- pregunté incorporandome

Ella miró hacia los demás pasajeros, ahora el apenado era yo, ya que más de un par de miradas curiosas nos miraban.

- bueno si gustas podemos ir a un lugar más solitario...- dije sin pensar más bien por costumbre.

Sus ojos se abrieron y rápido bajo su mirada hacia sus rodillas y con sus manos jalo lo más que pudo su falda, mientas sus mejillas se sonrojaban.

- yo... No te equivoques!- dijo sería sin dedicarme una mirada y levantándose para tocar el timbre y bajar del autobús.

Sus palabras me dejaron estático, jamás nadie me había rechazado de esa forma tan tierna y firme a la vez, no hice nada por seguirla, sentí en su actitud que la habia ofendido de una manera horrenda.

Por vez primera me sentía un patán, apesar de que no la obligue a nada.

- maldita sea que me pasa? Con esa chiquilla!!- dije mientras la veía caminar atravez de la gente.

Por la noche, en mi cuarto dudaba en salir a comer, temia que Serena hubiera comentado algo de lo ocurrido con su padre y este me hechara del lugar, en ese momento no tenía lugar a donde ir, y no quería volver a vagar en las calles, y dormir en estaciones de autobús, por lo menos ahí tenía un hogar y comida por poco dinero.

Y regresar a las andadas con las señoras mayores era algo que no quería repetir, desde que un marido celoso me persiguió con un arma.

Además la pensión estaba cerca de la escuela de música.

- Darien!! Es hora de la cena!- era la señora Mónica, sacándome de mis pensamientos.

Sin darme tiempo a contestar volvio a decir.

- vamos!! Hoy es el cumpleaños de Serena...-

- enseguida voy!- contesté levantandome de la cama de un solo movimiento, asicalandome lo más rápido que podía, al salir note que no tenía un presente, algo que darle.

Miré mi guitarra y se me ocurrió que quizás una canción sería lo indicado.

Ahí estába ella, junto a la fuente del centro, con un vestido rosa de terciopelo, señido a su cuerpo, sin mangas, sólo unos delgados tirantes, y un escote que dejaba ver algunas pecas de sus senos, aún de adolescente, más arriba de la rodilla, pero más abajo de la mitad de sus muslos, unas zapatillas blancas, platicaba con dos chicas una rubia y una de cabellera negra, las cuales al notar mi presencia le avisaron a ella, que solo se limitó a mirarme de reojo, simulando que no me veía y solo se acomodaba su cabello.

- buenas noches!!- dije y pase lo más cerca que pude de ella.

Ella no dijo nada, todos los demás saludaron, coloque la guitarra junto al asiento que Serena ocupaba, siempre.

Y después tome asiento, hasta que sentí una firme palamads en mi hombro.

- Darien!! Después de la cena quiero hablar contigo!- cerré mis ojos y sude frío al descubrir que era el papá de Serena, sólo asentí nervioso.

La cena transcurria amena como todas, Serena se limitaba a mirarme de vez en cuando, pero mi vista era fija hacia ella, pero discreta, llegó el momento del pastel, se me ocurrió acompañar las mañanitas con guitarra, me acerque a serena con la mano estirada, por la luz en su mirada note que pensaba la tomaría de la mano, ya que ella estuvo a punto de levantar la suya, pero solo sonreí y dije

- me das permiso voy a tomar la guitarra...- sus sentimientos la traicionaron apesar de lo que pasó en el bus ella seguía interesada en mi.

- vamos una niña cómo serena se merece unas mañanitas hermosas!!- dije serena me miro con ternura.

- brindemos por mi hija que aunque ya no es una niña, sino una hermosa señorita, en camino a convertirse en una gran mujer por este cumpleaños...- dijo su padre todos brindamos y comense a cantar.

La celebración se volvió una bohemia, que entre canciones y algunos tragos de prolongó hasta la madrugada, los padres de Serena se despidieron, no sin antes recordarme el padre de serena que teníamos una conversación pendiente y que antes de irme mañana pasará a verlo, solo nos quedamos los jóvenes de la pensión al rededor de 15 personas entre chicos y chicas.

Uno a uno los jóvenes se fueron llendo hasta que quedamos solo las amigas de Serena, ella y yo, para estar cómodas habían bajado algunos almohadones de los sofás al suelo, como era verano el clima era inmejorable.

Yo seguía tocando la guitarra, intercambiaban algunas miradas con Serena, hasta que el alcohol hizo que sus amigas se retiraron a la habitación, Serena las acompaño, pensé que ya no regresaría y como no podía dormir, comense a levantar las mantas.

- no te molestes yo lo hago, puedes irte a descansar- era su voz de inmediato alce mi deja ella y yo solos, todos durmiendo, ese escenario no podía ser mejor, pero había que andarse con cuidado.

- vamos es mucho, te ayudo...- dije mientas la veía de espaldas levantándo un vaso.

Ella sonrió y dijo:- tu? En que podrías ayudarme... No has de saber ni tomar una escoba...-

- tu que sabes de mí? Eres de las típicas personas que se hacen una idea de mi por mi apariencia...-

- por favor Darien, eres de esos que se les ha dado todo por eso crees que las mujeres somos objetos.... Eres el tipo todas mias...-

Ahora el que sonreía era yo, mirándola con curiosidad.

- lo ves, tú silencio me da la razón... - dijo y me acerque más a ella, que se puso en guardia.

- yo he sufrido mucho en mí vida...-

- sí claro para ti debe ser un calvario que se acabe tu loción, o tú gel...-

Eso me enfadó, la forma en que me hacía parecer un vanidoso, egoísta.

La recarque con firmeza a una columna, ella casi grita pero la contuve con una mano.

- ahora te contaré lo que es sufrir... Niña mimada...- dije ella seguía forsejeando pero no sedi.

- quede huérfano de madre a los tres, mis abuelos al no estar de acuerdo con el embarazo de mamá y no agradarles mi padre me dieron por muerto, recuerdo como papá me llevaba entre sus brazos y ellos nos cerraron la puerta, papá era huérfano y pues sólo fuimos el y yo, rodando entre motos, bares, carreteras, personas iban y venían a nuestras vidas, nunca he sabido lo que es un hogar, una cama caliente, nunca he pasado más de un mes en el mismo lugar, no tengo amigos de infancia, hace poco la única familia que me quedaba murió dejándome, sólo en este mundo, sólo con una promesa que cumplirle ser el mejor cantante...- las lágrimas no me dejaron continuar y la solté ella, dejo de forsejear desde el principio y sin decir nada me abrasó, deje caer mis lágrimas en su rubia cabellera.

Y después de unos instantes muermudo - lo siento...-

Nos separamos y comenzamos una plática profunda, me contó sobre su abuela, el abandono de su madre, los dos crecimos sin madre.

Llegó la conversación a un momento tan sencible que no pudimos evitar, ni negar nuestros deseos y nos besamos, de una forma tierna pero poco a poco el deseo se elevó, una de mis manos comenzó a recorer la blanca piel de su pierna, pero ella me detuvo.

- no!! Basta detente!- dijo no muy convencida contuve mía instintos solo sonreí

- muy bien... Me apectarias una cita mañana?- dije

- sabes Darien yo no...- no estaba dispuesto a aceptar una negativa.

- me lo debes, después de hacer un juicio de mi sin conocerme,dame la oportunidad de enseñarte el Darien dentro de mi...- dije tocando mi corazón.

La deje en su cuarto, me regaló un beso en la mejilla y un buenas noches.

La ansiedad de la cita no me dejo dormir.

DIVIDIDA ( Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora