capitulo 22

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DIVIDIDA

capitulo 22

SERENA

Las noticia de la boda de Darien, estaba en todas partes, o quizás  era lo que a mí me parecía.

Nos encontrábamos cenando, cuando escuchamos un carro seguido de un grito, sin duda era la voz de Darien, Seiya me miró y salió aprisa.

Desde la ventana ví como se encaraban Darien venía vestido de novio, en mi cabeza había un millón de preguntas, cuando ví que Darien corría hacia la casa después de haber golpeado a mi esposo.

Al verlo huí hacia mi recamara pero él me detuvo, y se encerró junto a mi.

Seiya tocó la puerta le pedí me dejara hablar con él, Darien relato algunos hechos, pero no lo creí o por lo menos no quería creerle, si todo lo que dice era verdad, fui muy injusta pero yo como podría saberlo? No no quiero saberlo!! Estoy bien.

Darien al ver mi actitud y al darse cuenta que no lograría nada solo puso un libro en mi regazo, en un arrebató me tomo entre sus brazos y me susurro que me amaba, algo muy dentro de mi despertó sentí una flama en el fondo de mi corazón y salió. Tome el libro y lo oculte en un cajón quería tirarlo pero la curiosidad era fuerte.

Seiya entro y me fundí en sus brazos, lo bese, pensé que eso seria suficiente para hacer como que el encuentro con Darien no había sucedido.

Fue tan respetuoso que no me cuestionó nada, y no quise decir ninguna palabra.

Esa noche no dormí, Seiya se durmió y para no despertarlo salí del cuarto para leer lo que Darien me dejó.

Fui al cuarto de visitas, encendí una lámpara, juguetee con mis dedos, la duda no me dejaba abrirlo era como si con eso estuviera traicionado a mi marido, como si ese libro fuera una bomba que destruiría todo lo que he logrado, pero aún así lo abrí, era una especie de diario estaba escrito a mano, mientas pasaban los renglones me di cuenta que efectivamente era un diario y pertenecía a Lita.

Conteniendo el llanto y tragando saliva, leí dolorosamente como planeo cada cosa para separarme de Darien, como se burlaba de lo tonta que yo era por creer las mentiras, y como Darien sufría por mis rechazos. Aguante lo más que pude el llanto, sentía una opresión en el pecho.

Cerré el diario y llore mis lágrimas inundaban mi corazón, las posibilidades eran inmensa se que el hubiera no existe, pero sin Lita en el camino mi vida sería otra.

SEIYA

Desde la visita de Darien he notado a Serena rara y hoy por fin encontré el valor para encararla.

- Serena podemos hablar?-

Su rostro fue de desconcierto, como intuyendo lo que quería decirle.

- si claro, pero por qué tan serio?- dijo acomodando su hermosa cabellera, aún podría encontrar rastros de aquella chiquilla que entró hace años a mi consultorio, por eso me resultaba más doloroso hablar.

- amor... Sabes?-

Las palabras eran como espinas en mi garganta.

- Seiya mejor lo dejamos para otro día...- dijo tratando de levantarse pero no la deje me puse a sus pies, tragué saliva y continúe

- no, ahora después no se si tendré el valor...- dije suspirando y mirando el techo.

- Seiya...yo no...- balbuceó

- shhh... sólo escúchame solo pon atención...- dije tocando su nariz y rosando sus labios, ella quería besarme y aunque yo moría de ganas de coreesponder no podía, si lo hacía mis palabras se encerrarian en mi pecho y se volverían lastres con el paso del tiempo, volviendo mi vida un infierno de dudas, sólo llene mis pulmones de su dulce aroma, ese sutil aroma que solo ella tiene un olor tan dulce que nunca nin el más fino perfume podría igualar.

- te he visto llorar con tristeza, casi todas las noches...- dije de un solo golpe recordando la primera vez que desperté y al no encontrarla a mi lado, me levanté con sigilo, para buscarla en la cocina, pensando que quizás había ido por agua, al notar la luz se una habitación prendida me acerque pude ver a Serena llorando, amargamente la escuché susurrar el nombre de él, pensé que solo era por qué sentia lastima, y que sería algo pasajero, pero esa escena se repitió todas las noches durante tres meses.

- no...- dijo con los labios temblando

- no lo niegues se que después de creerme dormido vas a la alcoba de visitas y lloras...lloras por él maldita sea por él!!!- respire profundo sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, y los míos igual.

- tras su visita no has vuelto ha ser la misma, dime si recuerdas los días a su lado? Y si no lo puedes olvidar? Lo amas todavía, quieres regresar con él?...- sus ojos se clavaron en los míos, tenía la esperanza que de inmediato lo negara que me dijera una escusa, lo que sea lo habría creído pero su silencio ese maldito silencio y las dos lágrimas que salieron de sus ojos me gritaron que aún sentía algo por él.

- contéstame por favor!! Acaba con esta incertidumbre!! Sácame de este infierno...- dije con lágrimas y apunto de la histeria, golpeando tan fuerte una mesa que tiré algunos objetos.

- estoy confundida!! No sé que me pasa no tiene nada que ver con usako... Pero Seiya yo estoy a tu lado estaré a tu lado...- dijo tratando de abrazarme, con sus ojos bañados de lágrimas.

- estás por qué quieres o por qué debes?!!-  contesté tomándola de los hombros si dejaba que me abrazará me derrumbaría más, tenía una mezcla de dolor, rabia, celos, me sentía impotente ante el fantasma de él.

Otra vez ese silencio se apoderó de toda la casa, como la oscuridad al llegar la noche, como el dolor que ha llenado mi alma, y poco a poco apaga la luz de mi felicidad.

La dejé parada en medio de la sala, y subí a nuestra alcoba, comencé a empacar algunas cosas, pensé que ella correría tras de mí, pero no, miré nuestra foto de bodas, su sonrisa era hermosa deseé volver a ese momento, y detener el tiempo, al bajar ella seguía ahí, justo donde la dejé.

Camine firme hacia la salida, ella me siguió con la mirada.

- Seiya no me dejes, no te vayas...- dijo acercándose a mi.

- Serena... Búscalo, aclara tus dudas, aclara tu corazón aceptaré la desicion que tomes... Aunque tenga que llorar, aque eso signifique quedarme solo... Perdóname...- dije ella me abrazo, su calor me hizo sentir confortable, pero la decisión estaba tomada.

- no por favor... No tengo nada que perdonar...- dijo sin soltarme alzo su cara y me besó, respondí ese beso como si fuera el último trago de agua en el gran desierto que me esperaba por vivir. Al separarnos algo que no quería pero tenía que hacerlo.

Sonreí levemente miré sus ojos y contesté.

- perdóname por no llenar tu corazón, por no sacarlo totalmente a él...- apreté mis labios.

- él...- balbuceó pero en sus ojos estaba la duda.

- Serena si te hubiera inundado el corazón de amor, no habría dudas entre él y yo... Te amo!- tome la perilla una lágrima cayó sobre el metal, mis piernas pesaban, mis manos eran lentas todo mi ser no se quería ir, pero por el gran amor que le tengo y por todo lo que la vi sufrí debo de dejarla ir, es hora que ella sola decida su camino, ahora siendo su esposo no puedo ayudarla como profesional no sería ético ya lo hice una vez y no funcionó.

DIVIDIDA ( Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora