capítulo 2

282 50 2
                                    


DIVIDIDA
capítulo 2

El día del sepulcro de mi abuela, a papá se le complicaron algunas cosas, y no pudo estar a mi lado llego al otro dia,  después de que Alicia y yo habíamos empacado mis cosas, la casa era enorme por supuesto no la puso a mi nombre en su lugar la heredero a la iglesia a mi sólo me dejo algunas cosas y recuerdos familiares, ella decía que no se necesitaba dinero para vivir como una mujer de dios, dias antes de la muerte de mi abuela me habia convencido de meterme a un convento, pero después del shock traumático de su muerte pospuse esa decisión.
Alicia la mejor amiga de mi abuela, me dijo: "Serena... Es tiempo que vivas tu vida que tomes tus propias decisiones sin temor a tu abuela..." sus palabras doctor, me hicieron darme cuenta que cada paso que había dado hasta ese momento siempre habia sido bajo el cobijo de mi abuela.
La noche fue muy larga Alicia se ofreció a quedarse y acepte, no podía estar en esa soledad. Al otro dia cuando papá llego por mi, me despedí de Alicia, las cosas y los muebles que mi abuela me heredo mi padre se encargo de contratar un servicio de mudanza que los llevaría en dos o tres dias.- suspire un poco Seiya amablemente me ofreció un poco se agua, y seguí con mi relato
- llegue a la pensión de papá, donde su esposa me recibió con amor y cariño, al igual que mis medios hermanos... Esa era la primera vez que veia a los gemelos...la casa era enorme, llena de flores en macetas un gran patio, pero me gustó más la enorme jardinera cerca de la puerta principal, llena de rosas de todos los colores.
"Serena... Este sera tu cuarto esperó que te guste" dijo Mónica la esposa de mi padre, con una sonrisa en su rostro traia puesto un pretexto de vestido, parecía como aquellas mujeres que mi abuela veía por la calle y solía llamar pecadores, le agradecí, y me dejaron sola.
Mire el cuarto era pequeño pero acojedor note de inmediato que hacía poco que lo habían pintado con tonos rosas, blancos y algunas flores, la cama tenía un edredón son dibujos muy femeninos, de estrellas.
Coloque la pequeña valija en la cama y tome la foto de mi abuela, mire sus ojos iguales a los mios, y le pedí me cuidara, la puse junto a la cama, ademas de que tome una larga ducha, cuando salí escuche bullicio en el patio, me vestí y mire a la ventana, habia varios niños jugando, gente salia y entraba de los demás cuartos, llamaron a mi puerta y era mi padre.
- Serena hija puedo hablar contigo?-
-claro papá... Que pasa?-
Me dio un largo discurso sobre lo mal que se sentia por no estar conmigo, ademas de recordarme que me amaba con todas sus fuerzas. Los dias pasaron transcurrió un mes... Por primera ves en mi vida asistía aun colegio con chicos, todos me hablaban y tenia amigas y amigos, me sentia tan feliz, deje de ir a la iglesia todos los dias, comense a vestirme mas acorde a mi edad, al principio me fue difícil pero Mónica me ayudó con eso ella tiene un estilo muy peculiar para vestir, pero aún así respeto mis gusta más conservador, después de la escuela ayudaba a mi madrastra con los gemelos y las cosas de la pensión, habia sido un cambio para bien. Aunque eso no significa que no hechara se menos a mi abuela. Seiya... - me detuve por que habia llegado el momento de contar mi encuentro con él, necesitaba valor para no llorar...
- que pasa Serena... Si quieres podemos continuar mañana...- dijo amable viendo lo dificil que sería para mi continuar. Pero sabia que era mejor ahora que me sentia en confianza.
-no doctor déjeme continuar...- dije tome un sorbo más de agua y suspiré como cual atleta apunto de empezar un maratón.
- Ese dia me toco hacerla de jardinero y como no queria arruinar mi ropa, me puse un overol de mezclilla y oculte mi cabello con una gorra uno de mis hermanitos bromeó... Diciéndome que parecía un chico. Me puse a arreglar las rosas cerca de la puerta de entrada, que era de roble una puerta grande y hermosa tallada a mano que todos los días esta abierta de par en par de las 7 a 7, estaba absuelta en mis pensamientos cuando escuche una voz que hizo saltar mi corazón.
-hola... - abri mis ojos nunca habia sentido a mi corazón querer salirse y mucho menos me habia puesto tan nerviosa, me quede inmóvil, a pesar de no saber de quien provenía tan melodiosa y varonil voz me quede conjelada, por un momento mis funciones cerebrales se detuvieron.
- pero que estas sordo chiquillo...- dijo aquella voz tocando mi hombro, de inmediato me llegó un exquisito perfume varonil, y pude ver las manos de un hombre...
- donde esta la recepción?- preguntó yo sin voltear y nerviosa por que nunca nadie me habia puesto asi ni mucho menos tocado de esa forma tan confianzuda.
Solo alce mi brazo y señale hacia la derecha.
- gracias... Amigo- dijo y palmeo mi espalda casi a la altura de mi tracero, cuando lo escuché alejarse lo mire fijamente confieso que fue la primera vez que descubrí la sexualidad dormida en mí, fue la primera vez que deseé que me tocara otra vez, lo miraba alejarse con el ritmo en sus caderas, sus pantalones de cuero ajustados, su camiseta blanca y sus musculados brazos, que llevaban sus maletas, su cabello oscuro alborotado, termine de prisa lo que estaba haciendo, subí a mi cuarto asustada, ya que sentía mis pantis mojadas, sabia que aún no era tiempo de que llegara mi periodo, despues sabría gracias a las clases de sexualidad express de mi mejor amiga Reí que lo que me paso fue que me habia excitado sólo con su presencia.


DIVIDIDA ( Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora