Capítulo 8

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Scarlett

Tres años antes.

Recuerdo que lo que más deseaba para mi cumpleaños número dieciséis era una motocicleta, amaba sentir la deliciosa sensación del viento sobre mi cara mezclado con la adrenalina, simplemente era fascinante. Papá me había dicho que si su negocio seguía creciendo como hasta ahora, tal vez podría comprarme la motocicleta que tanto quería, pero no fue hasta el 2 de abril cuando papá me recibió con una hermosa Harley negra.

Fue el día más feliz de mi vida, pero quien iba decir que todo lo bueno tenía que acabar. Habían pasado cerca de dos meses desde mi cumpleaños cuando la empresa de papá comenzó a tener problemas financieros, pero no fue hasta el final del verano cuando fue declarada en quiebra.

—Cariño ya verás que saldremos adelante —mi madre trataba de consolar a mi padre quien estaba devastado.

—Es nuestro fin Cassandra, estamos en la quiebra ¿qué haremos ahora? Francessca es una niña apenas y Scarlett acaba de iniciar la escuela y no puede dejarla solo porque su padre se dejó estafar.

—No fue tu culpa Viktor, ese hombre te engañó —mamá masajeó los hombros de papá para relajarlo —saldremos de esta.

—¿Cómo? Sino pagamos el próximo mes nos quitaran la casa.

Me dolía ver a mi padre de este modo y a mi familia pasar por estas circunstancias, tengo que hacer algo para ayudar. Al día siguiente pasé mi mano por el asiento de mi amada motocicleta asimilando que ese era el día de nuestra despedida; cuando llegué al instituto la puse en venta, pero a pesar de tener diversas ofertas ninguna alcanzaba a cubrir ni la cuarta parte de la deuda que tenía mi padre.

—¿Estás seguro de eso?

—Sí, dicen que en una noche se pueden ganar más de trecientos mil dólares —escuché decir a unos chicos que estaban cerca de mí.

—Lástima que no sepamos conducir una motocicleta —el chico dejó caer un volante que sin dudarlo lo recogí.

Se trataba de una carrera clandestina de motocicletas, en el volante venía escrito el lugar y la hora, sin mencionar la cantidad que se ganaría, esta era mi última opción para ayudar a mi familia y no perder la casa.

—¿A dónde vas cariño? —quiso saber mi madre cuando estaba a punto de salir.

—Voy a casa de mi amiga Nicole —mentí.

Esa noche conduje hasta las afueras de la ciudad y cuando llegué al lugar que decía el volante, no puede evitar sentir mis piernas temblar como gelatina, era un lugar totalmente diferente a los que yo conocía.

—¿Te perdiste niña? —Un hombre corpulento y de gruesa voz me miró con burla.

—Vengo a participar en la carrera —traté de sonar intimidante, pero mi voz sonaba temblorosa.

—Necesitas una motocicleta y pagar la cuota —abrí mis ojos con sorpresa, la cuota era cerca de lo que me había costado ahorrar en un año.

—Hecho —pagué el dinero y me adentré al lugar.

Era una pista de motocross con una arena completamente descuidada, las rampas eran demasiado altas haciéndolas parecer mortales, tragué en seco, pero no me podía echar para atrás, había miles de personas de distintas clases, entre ellas se encontraban mujeres con poca ropa paseando por todo el lugar mientras que diversas parejas parecían tener sexo sobre las motocicletas. Escenas que parecían ser sacadas de una película de Hollywood.

Fue así como me adentré al mundo de las carreras clandestinas, la primera vez que corrí sobre esa arena sentí como la adrenalina se apoderó de todo mi cuerpo y gracias a mi osadía logré ganar buen dinero. Hice creer a mis padres que ese dinero era parte mis ahorros, si seguía ganando como hasta ahora podríamos saldar la deuda del banco, solo tres carreras más y la deuda estaría saldada. Pero por más que lo intenté el plazo se venció y el banco nos quitó la casa.

Venganza Escarlata © [J.D.L.M #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora