Capítulo 37

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El reloj marcaba casi la dos de la mañana eso quería decir que Aron ya habría actuado, solo espero que haya tenido éxito; sin embargo, tenía una preocupación más, el desfile estaba a punto de finalizar y eso quería decir que en menos de una hora sería vendida a Zaid Eljal.

¡De ninguna manera!

Antes muerta que caer en manos de ese cerdo.

Miré mi último cambio, el cual consistía en un vestido de color de la sangre, la espalda estaba totalmente descubierta mientras que sus mangas cubrían todo mi brazo y un gran moño adornaba mis pechos, las estilistas hicieron un gran trabajo al elegir un maquillaje que combinara con cada atuendo, la diferencia ahora era que mi cabello estaba recogido en una alta coleta y mis labios estaban maquillados del mismo color que mi vestido.

Era hora.

Los murmullos y comentarios se hicieron presentes en cuanto me vieron salir, algunos parecían mirarme con devoción y algunos con envidia; sin embargo, le resté importancia, en lo único que podía concentrarme era finalizar este maldito desfile y que esta pesadilla terminara. Cuando me detuve al final de la tarima nuevamente la prensa se dedicó a capturar mi figura con este hermoso vestido.

Estaba a punto de regresar cuando los gritos de los presentes llamaron mi atención y con ellos se escucharon los primeros disparos.

—¡Al suelo! —Gritó alguien.

Me quedé paralizada en medio de la plataforma mientras las personas que se encontraban sentadas salían despavoridas, por un momento mis ojos se encontraron con los de Iván, su mandíbula estaba tensa mientras apretaba los dientes, rápidamente sacó su arma y se dirigió hacia donde provenían los disparos.

Lo primero que hice fue regresar a los camerinos, pero justo a la entrada de la tarima un hombre de joven se interpuso en mi camino. Iba vestido un traje color beige y una camisa azul que resaltaba sus ojos. Era un hombre atractivo, pero eso no era lo que llamó mi atención sino el arma que sostenía fuertemente.

Retrocedí, pero él rápidamente me tomó del brazo.

—Suéltame —estaba al borde del pánico ¿qué debía hacer? Comencé a forcejear tratando de liberarme del agarre de este hombre.

—Shhh, cálmate. No voy a hacerte daño —dijo de manera amable —. Aron me envió a buscarte.

—¿Aron? —quería confiar en este hombre, pero ¿y si mentía?

—Soy Luther Bassil y trabajo para los Izavok —se presentó, Luther me ofreció una mano y sin pensarlo dos veces la tomé —. Debemos ir al estacionamiento del edificio, Aron nos estará esperando ahí —indicó. Así que sin perder más tiempo lo seguí.

Corrimos tomados de la mano en medio del tiroteo, doblábamos en cada pasillo para dirigirnos a la salida, me parecía extraño que

Luther conociera la salida hacia el estacionamiento, era como si conociera el edificio como a la palma de su mano.

—Estamos cerca —pero cuando giramos por el último pasillo alguien los hombres de Iván nos esperaban.

Luther me colocó detrás de él para protegerme y con un ágil movimiento les disparó a los tres hombres que nos esperaban, miré horrorizada la escena. Intenté mirar hacía otro lado, después de todo la escena de la muerte de mi madre se reproducía en mi mente.

—Vamos —Luther volvió a tomar mi mano, pero alguien tomó mi tobillo haciéndome caer, era uno de hombres a los que Luther disparó, pateé con fuerza la cara del hombre provocando que mi tacón se clavara sobre su cara.

Cuando llegamos al estacionamiento nos dirigimos a un Jeep color negro, Luther se aseguró que nadie nos estuviera siguiendo, pero en cuanto estuvimos a punto de subir al auto un nuevo tiroteo comenzó.

Venganza Escarlata © [J.D.L.M #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora