Capítulo 21

398 38 4
                                    

Scarlett

No sé si fue por impulso o por reflejo, pero Aron entrelazó nuestras manos y me sacó rápidamente del lugar en cuanto los oficiales entraron al lugar.

Llegamos a la puerta trasera de la arena la cual era la salida de emergencia.

—¡André encárgate de esto! —el hombre de la entrada que correspondía al nombre de André asintió, él sacó un arma dando inicio a un tiroteo.

Corrimos tomados de la mano mientras no cruzábamos los callejones impidiendo que nos atraparan, no sé cuánto tiempo permanecimos corriendo, pero mis piernas no daban para más así que solté la mano de Aron para dejarme caer de rodillas entre esa pequeña callejuela.

—¡Scarlett! —lo escuché llamarme; sin embargo, no respondo solo intento regular mi acelerada respiración ignorando que mis rodillas se encontraran sobre un charco de agua.

Estaba débil después de todo no había comido nada en dos días, ni siquiera había tenido tiempo de reponerme de los golpes que había recibido por parte de Iván.

—Suéltame —digo en cuanto siento las manos de Aron sobre mí, él me mira molesto y sin insistir más, me suelta.

—¡Mierda! —masculla mientras se pasaba la mano por su cabello —mira niña bastantes problemas tengo con que la maldita policía apareciera y me echara a perder todo el negocio como para estar soportando tus berrinches.

Con dificultad me reincorporé para colocarle frente a él.

—¿Y crees que me importa lo que te pase a ti o tus estúpidos negocios? Yo solo vine a proponerte algo y me importa una mierda si estás de humor o no.

—¿Quién demonios te crees para hablarme de ese modo? —él se acerca peligrosamente hacia mí pero desde la muerte de mi madre me juré que nadie me intimidaría de nuevo así que mantuve mi compostura.

—¿Qué harás? ¿Golpearme? —reto.

—Escúchame bien Scarlett —su mandíbula estaba tensa y su mano hecha puño —yo jamás le pondría una mano encima a una mujer.

Claramente no me trago ese cuento, al ser primo de Iván seguramente él era igual que él, no había diferencia después de todo la misma sangre corría por sus venas.

—¿Quieres hablar? Bien vamos a hablar —él me arrastra, literalmente, ya que por más que me resistí Aron logró que entrara a un bar de mala muerte con él.

Después de unos cuantos tragos y digo unos cuantos porque ya había perdido la cuenta de cuantos chupitos de tequila se había bebido y seguía sobrio ¿cómo era posible?

—Llevas ahí parada veinte minutos y no has abierto la boca —dice mientras se llevaba medio limón a la boca.

Mis ojos se posaron en sus labios ¿a qué sabrán? La combinación de su sensual boca impregnada con el sabor del limón es una clara tentación.

<<Quita esos pensamientos Scarlett, recuerda a lo que viniste>>

Me regaño mentalmente. 

—¿Y bien?

—Quiero acabar con la miserable vida de Iván Kozel —suelto sin rodeos y como era de esperarse Aron soltó una estruendosa carcajada ¿por qué todo lo que decía se lo tomaba a broma?

—¿Y eso?

—Ese maldito se ha dedicado a hacer de mi vida un infierno y quiero hacerlo pagar por ello —Aron se incorpora hacia adelante quedando cerca de mi rostro.

—¿Por qué? Iván te ha hecho la vida miserable desde hace dos años ¿por qué ahora? ¿Qué te llevó a dar ese paso? —mis ojos comenzaron picar en cuanto las lágrimas arrasaron mis ojos.

<<No llores, no llores>>

Me ordené mentalmente, traté de mantenerme inexpresiva pero mis absurdas lágrimas no pasaron desapercibidas por Aron.

—Él... —mi voz  había comenzado a quebrarse —asesinó a mi madre y ahora me ha hecho una oferta que no puedo rechazar porque si lo hago matará a mi hermana.

Por primera vez la mirada de Aron no era indiferente, al contrario me escuchaba con atención y en sus ojos había un brillo de humanidad.

—¿Qué te ha propuesto?

—Te lo diré en cuanto aceptes ayudarme —digo con firmeza tratando de contener mi postura.

—Dices que me necesitas, pero aún no sé qué clase de ayuda pides —ruedo los ojos ante su patético ego, ¿pero a quién engaño? ¡Claro que lo necesito!

—Te daré toda la información que necesites de Iván —propongo —todos sus movimientos, a dónde va, con quién va —comienzo a decir —todo a cerca de él, tú serás el primero en saberlo, a cambio tú podrás aniquilarlo.

—¿Te das cuenta lo qué me estás pidiendo? —él lleva a sus labios el chupito de tequila que estaba frente a él y lo bebió en un segundo.

¿Qué si me doy cuenta?

¡Claro que lo hago! Me doy cuenta que mi odio por ese maldito hijo de puta es más grande que mi miedo, por eso estoy aquí proponiéndole un trato a Aron Izavok, el hijo del jefe de la mafia de la República Checa.

—Lo hago —respondo con firmeza, él me mira de arriba a abajo, seguramente las evidentes heridas en mis brazos y mi rostro llamaban la atención; sin embargo, no me dejé intimidar por su fría mirada.

—Sabes si quieres vengarte tendrás que obedecer todas mis órdenes.

—Dalo por hecho.

Él me dirigió una media sonrisa.

—Siempre supe que las mujeres eran una bendición y también una perdición —Aron se levanta de su lugar y se coloca detrás de mí, su cálida respiración me hizo estremecer cuando su nariz rozó mi nuca —no debes coquetear con el diablo porque te arrastrará al infierno.

—No me importa.

—Te haré una pregunta Scarlett —Aron se apartó de mí para mirarme de frente —¿qué te hace pensar que yo soy diferente? Podría ser igual o incluso peor que mi primo.

—Correré el riesgo —con tal de tomar la vida de Iván en mis manos, me daba igual que Aron fuese igual o incluso peor. Mi sed de venganza era más fuerte que el miedo. 

—Bien, si ese es el caso no me queda más que darle la bienvenida a la nueva hija de la mafia.

Mi deseo de acabar con él por fin se haría realidad, desde el momento en que me adentré en el mundo de la mafia me juré a mí misma que lo haría pagar por cada humillación, por cada lágrima que derramé por él, desde ese día nació una nueva Scarlett Voitovych la peor pesadilla de Iván Kozel.

—Sellemos el trato entonces —sugiero en cuando salgo de mi transe.

—Perfecto. 

Fue cuando Aron selló sus labios con los míos.

Venganza Escarlata © [J.D.L.M #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora